Sean Combs, demandado por una violaci¨®n grupal en 2003 a una joven de entonces 17 a?os
El rapero enfrenta su cuarta denuncia en apenas tres semanas, tras la de su exnovia Cassie, que la retir¨® tras llegar a un acuerdo extrajudicial
El rapero y empresario Sean Combs, de 54 a?os y conocido como Puff Daddy o Diddy, enfrenta su cuarta demanda por acoso sexual en apenas tres semanas. La ¨²ltima, este mi¨¦rcoles, viene por parte de una mujer que no ha desvelado su nombre y que afirma que Combs la viol¨® junto a otras dos personas en 2003, cuando ella ten¨ªa solo 17 a?os y ¨¦l 34. La denuncia se suma a la que present¨® la artista y exnovia del rapero Cassie el pasado 16 de noviembre y que retir¨® solo un d¨ªa despu¨¦s, tras llegar a un acuerdo extrajudicial; a otra de una estudiante llamada Joi Dickerson-Neal, que le acusa de violaci¨®n en 1991; y a una tercera de Liza Gardner, a principios de los a?os noventa. En este caso, la joven presenta pruebas gr¨¢ficas de aquella noche. El rapero niega los hechos.
Seg¨²n los 14 folios de documentos legales presentados ante la Corte, la joven (que se hace llamar con el pseud¨®nimo Jane Doe y que entonces estaba cursando el pen¨²ltimo curso del instituto) afirma que ¡°entre la primavera y el oto?o de 2003¡å estaba con unos amigos en un bar en Detroit, Michigan, por donde sol¨ªan salir. Entonces se le acerc¨® un hombre ¡ªque despu¨¦s supo que era Harve Pierre, el presidente de la discogr¨¢fica Bad Boy, propiedad de Combs¡ª que estaba all¨ª con amigos, incluido otro individuo al que la demandante llama ¡°el tercer asaltante¡±, sin dar m¨¢s datos. Pierre empez¨® a charlar con ella, a alabar su aspecto e incluso a hablarle de su ¡°mejor amigo¡±, su ¡°hermano¡±, Sean Combs, al que lleg¨® a llamar por tel¨¦fono para que hablara con ella. El rapero ¡ªentonces un adulto que le duplicaba la edad¡ª le dijo que le encantar¨ªa conocerla, y que por qu¨¦ no se iba a Nueva York para que se produjera ese encuentro. Entonces Harve le pidi¨® que fuera al ba?o con ¨¦l y ya all¨ª, tras fumar crack, abus¨® sexualmente de la joven, oblig¨¢ndola a practicarle sexo oral. Seguidamente, el empresario, el tercer asaltante, otra persona m¨¢s y la joven se marcharon hasta el aeropuerto de Pontiac, en Michigan, al jet del grupo. Desde ah¨ª fueron hasta Teterboro, un conocido aer¨®dromo para aviones privados de Nueva York, para ir hasta el estudio de grabaci¨®n de Combs.
Seg¨²n cuenta Doe en la demanda, interpuesta este 6 de diciembre en la corte del distrito sur de Nueva York, en el estudio tanto Combs como sus socios le suministraron drogas y alcohol hasta que ella ¡°estuvo m¨¢s y m¨¢s ebria, hasta el punto de que era imposible que consintiera mantener relaciones sexuales con nadie, mucho menos con alguien que le duplicara la edad¡±, explica la demanda. Fue cuando la violaron Combs, el tercero en discordia y Pierre, ¡°en ese orden¡±, mientras ella les iba suplicando que pararan. Despu¨¦s, tras un tiempo, ella recuper¨® la orientaci¨®n y, sin apenas poder mantenerse en pie, sali¨® del edificio, se subi¨® a un coche y volvieron a trasladarla a Michigan, aunque apenas recuerda ese viaje de vuelta a casa por la ma?ana.
La cuesti¨®n, como aclara la demanda, es que la entonces joven, hoy ciudadana canadiense de 37 a?os, puede probar ¡°no solo que conoci¨® a Combs esa noche, sino que estuvo en su estudio en Nueva York con ¨¦l entonces¡±, ya que tiene documentos y fotograf¨ªas de ese d¨ªa, que de hecho se adjuntan en la misma. Hay hasta cuatro im¨¢genes, y en una de ellas la joven aparece sentada en el regazo de Combs.
Como explican sus abogados, esa violaci¨®n ha perseguido a Jane Doe durante estos 20 a?os, y no se hab¨ªa decidido a denunciar ni a hacer p¨²blica su historia hasta el momento en que Cassie, Joi Dickerson-Neal y Liza Gardner han presentado sus demandas. Este a?o, una ley vigente en el Estado de Nueva York ha posibilitado este tipo de denuncias contra hombres en el poder, puesto que anula el plazo de prescripci¨®n de los delitos. Entre otros han sido denunciados el alcalde de la ciudad, Eric Adams, el actor Jamie Foxx, el c¨®mico y actor Russell Brand, el tambi¨¦n actor Cuba Gooding Jr o el cantante Axl Rose. Gracias a ella se han presentado hasta 2.500 demandas en 24 meses.
En los documentos se lee que ¡°ver a otras mujeres hablar de forma tan valiente contra Combs y Pierre¡± ha hecho que la mujer salga de su anonimato y decida tomar acciones legales y pedir una compensaci¨®n por los delitos de violaci¨®n y tr¨¢fico sexual (por haber tenido lugar en m¨¢s de un Estado), de los que acusa a Combs: ¡°La demandante ha sufrido y continuar¨¢ sufriendo da?os monetarios, da?os y perjuicios, lesiones f¨ªsicas, dolor y sufrimiento, y angustia psicol¨®gica y emocional grave, que le dan derecho a una indemnizaci¨®n compensatoria y punitiva, a medidas cautelares, honorarios de abogados y costas, y otros recursos que este Tribunal considere apropiados por da?os y perjuicios¡±.
La primera demanda contra Combs, presentada por su exnovia Cassandra Ventura, relataba un infierno muy similar al de Jane Doe, pero repetido a lo largo de 13 a?os y desde que ella ten¨ªa 19, de 2005 a 2018. En ella le acusaba de violaci¨®n, abuso sexual, agresi¨®n sexual y tr¨¢fico sexual. Ventura contaba c¨®mo el empresario, que ha vendido siete millones de discos y ganado tres premios Grammy, abus¨® de ella repetidamente en sus casas y en hoteles ante la vista de sus empleados, aunque ¡°nadie se atrev¨ªa a alzar la voz, atemorizados por su feroz jefe¡±. ¡°Ten¨ªa tendencia a unos ataques de ira incontrolable, y con frecuencia golpeaba a Ventura de forma salvaje¡±, se lee en esa demanda. ¡°Muchos llegaron a decirle que, si no volv¨ªa con ¨¦l, su carrera en la industria del entretenimiento se acabar¨ªa¡±, afirmaba el escrito. ¡°La se?ora Ventura sinti¨® que decirle no al se?or Combs le costar¨ªa algo: su familia, sus amigos, su carrera y hasta su vida¡±.
Esta vez, por primera en estos d¨ªas, Combs se ha pronunciado a trav¨¦s de un comunicado publicado en su cuenta de Instagram, con 20 millones de seguidores. ¡°Ya es suficiente. El ¨²ltimo par de semanas me he sentado en silencio y he visto c¨®mo la gente intentaba acabar conmigo, destruir mi reputaci¨®n y mi legado. Contra m¨ª se han vertido acusaciones repugnantes por parte de individuos que buscan un pago r¨¢pido. Perm¨ªtanme ser absolutamente claro: yo no he hecho ninguna de las cosas horribles que se alegan. Luchar¨¦ por mi nombre, por mi familia y por la verdad¡±.
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