Sean Combs y su exnovia Cassie, que le denunci¨® por violaci¨®n y abusos, llegan a un acuerdo extrajudicial un d¨ªa despu¨¦s de la demanda
Casandra Ventura afirmaba que el rapero la maltrat¨®, la oblig¨® a participar en org¨ªas y consumir drogas y la apart¨® de su familia, sin dejarla escapar de su relaci¨®n t¨®xica, durante a?os
El artista Sean Combs, conocido tambi¨¦n como Puff Daddy, Diddy o Love, ha llegado a un acuerdo extrajudicial por la demanda que le interpuso quien fue su pareja de manera intermitente durante 13 a?os, la cantante y modelo Cassie, el pasado jueves. La noticia se supo la noche del viernes, apenas 36 horas despu¨¦s de hacerse p¨²blica la denuncia de Casandra Ventura (su nombre real), por la que ella le demandaba por violaci¨®n, abuso sexual, agresi¨®n sexual y tr¨¢fico sexual. No han trascendido detalles del acuerdo. Seg¨²n dieron a conocer el pasado jueves los abogados de la mujer, de 37 a?os, Combs ya les hab¨ªa ofrecido ¡°una suma de ocho cifras¡±, es decir, de al menos 10 millones de d¨®lares, ¡°para comprar su silencio y evitar esta demanda¡±, que ella rechaz¨®. Ahora el pacto ha debido de ser mayor para que ella acepte retirarla.
¡°He decidido resolver este asunto de manera amistosa en t¨¦rminos en los que tengo un cierto nivel de control¡±, ha afirmado Ventura en un comunicado. ¡°Quiero dar las gracias a mi familia, mis fans y mis abogados por su inquebrantable apoyo¡±. Por su parte, Combs ha afirmado, en un escueto texto: ¡°Hemos decidido resolver esto de manera amistosa. Les deseo a Cassie y a su familia todo lo mejor. Amor¡±.
La demanda de Ventura contra el conocido rapero era sumamente dura, y si ya el jueves hab¨ªa supuesto un golpe a su imagen p¨²blica, el juicio le iba a colocar en una situaci¨®n de mayor exposici¨®n. Con una fortuna valorada en 1.000 millones de d¨®lares, a Combs le ha resultado m¨¢s conveniente en todo momento alcanzar un acuerdo. Las acusaciones por parte de Ventura eran claras, detalladas y parec¨ªan salidas de una pel¨ªcula de terror.
Seg¨²n contaba en la denuncia presentada ante un juzgado de Manhattan, ¨¦l ¡ªque adem¨¢s de su pareja hab¨ªa sido su empleador: firm¨® con su compa?¨ªa discogr¨¢fica entre 2005 y 2018¡ª la hab¨ªa pegado de manera sistem¨¢tica y delante de sus empleados durante a?os y con frecuencia. De hecho, esos empleados, siempre seg¨²n la versi¨®n de Cassie, hab¨ªan sido parte del sistema que no le permit¨ªa salir del c¨ªrculo de toxicidad con Combs. Cuando ella trat¨® de escapar de su relaci¨®n, en un pu?ado de ocasiones, los trabajadores de ¨¦l la buscaban hasta dar con ella y convencerla de que regresara. ¡°Muchos llegaron a decirle que, si no volv¨ªa con ¨¦l, su carrera en la industria del entretenimiento se acabar¨ªa¡±, se lee en el texto legal. ¡°La se?ora Ventura sinti¨® que decirle no al se?or Combs le costar¨ªa algo: su familia, sus amigos, su carrera y hasta su vida¡±. Ella nunca acudi¨® a la polic¨ªa, por miedo de que eso fuera solo ¡°otra excusa¡± para que ¨¦l ¡°volviera a hacerle da?o¡±.
Las palizas ten¨ªan lugar en hoteles o en la casa de ¨¦l, y aunque ella resultara herida o magullada y tuviera que pasar d¨ªas en la cama, no le permit¨ªa ver a su familia y amigos. En la demanda, Cassie recuerda dos episodios, sucedidos en 2009 y 2016, ambos en hoteles de Los ?ngeles, donde ¨¦l la obligaba a drogarse, la golpeaba o la persegu¨ªa por los pasillos. Eso ocurri¨® en el segundo: ¨¦l la golpe¨®, dej¨¢ndole la cara amoratada, hasta que se durmi¨®. Ella trat¨® de escapar y ¨¦l despert¨®, y entonces se lanz¨® contra ella arroj¨¢ndole jarrones de cristal por el pasillo. No qued¨® constancia, porque ¨¦l pag¨® 50.000 d¨®lares por la grabaci¨®n de las c¨¢maras de seguridad.
Cassie tambi¨¦n estaba obligada a participar en org¨ªas. Ella misma ten¨ªa que buscar a los prostitutos por internet y quedar con ellos para mantener relaciones sexuales. ?l, mientras, les observaba, se masturbaba y grababa los encuentros ¡ªdonde todos iban con m¨¢scara, lencer¨ªa y disfraces¡ª tanto con su m¨®vil como con el de ella. Aunque ella los borraba, ¨¦l los recuperaba y le mostraba los v¨ªdeos en p¨²blico; una vez ella tuvo que volver a ver uno de ellos en un avi¨®n. Para esos encuentros, ella estaba obligaba a tomar drogas; en la demanda afirma que en parte eso la ayudaba, porque le permit¨ªan salir mentalmente de ese oscuro lugar.
El ¨²ltimo episodio entre ellos tuvo lugar tras una cena en 2018, cuando ella pretend¨ªa cortar con ¨¦l. No logr¨® hacerlo, y el enfado de ¨¦l desemboc¨® en una violaci¨®n en casa de ella. ¡°Ella le pidi¨® que parara e intent¨® empujarle. Combs le quit¨® la ropa a la fuerza y le desabroch¨® el cintur¨®n, y la viol¨® mientras ella dec¨ªa que no repetidamente y trataba de alejarle¡±, se lee en la demanda. Finalmente se separaron. Ella cort¨® con ¨¦l y con su discogr¨¢fica y en 2019 se cas¨® con su entrenador personal, Alex Fine, con el que tiene dos hijas. ?l tiene siete hijos de distintas relaciones, pero ninguno de ellos con Cassie.
Junto a la demanda del jueves, Cassie emiti¨® un comunicado. ¡°Despu¨¦s de a?os de silencio y oscuridad por fin estoy preparada para contar mi historia, y para hablar alto y claro tanto por m¨ª misma como en beneficio de otras mujeres que han vivido la violencia y los abusos en sus relaciones¡±. Por su parte, los abogados del ganador de tres premios Grammy negaron los hechos: ¡°Durante los ¨²ltimos seis meses, el se?or Combs ha estado sujeto a una insistente demanda de 30 millones de d¨®lares por parte de la se?ora Ventura, bajo la amenaza de la publicaci¨®n de un da?ino libro sobre su relaci¨®n, que ha sido rechazado de forma rotunda al tratarse de un obvio chantaje. Pese a haber retirado su amenaza inicial, la se?ora Ventura ha recurrido ahora a una demanda plagada de mentiras infundadas y escandalosas, con el objetivo de ensuciar la reputaci¨®n del se?or Combs y de conseguir un cheque¡±.
Hace seis a?os una exempleada ya demand¨® por acoso sexual a Sean Combs. Era una cocinera, llamada Cindy Rueda, que present¨® una demanda en un juzgado de Los ?ngeles acus¨¢ndole de obligarla a trabajar durante 16 horas al d¨ªa, pero tambi¨¦n de obligarle a servirle la comida despu¨¦s de que ¨¦l mantuviera relaciones sexuales con algunas mujeres y estando todav¨ªa desnudo, y de despedirla cuando se quej¨® de ello. Llegaron a un acuerdo econ¨®mico en febrero de 2019. Nunca se supieron los detalles.
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