El Supremo condena a ocho a?os de c¨¢rcel a un cura de Toledo por abusar de una menor y someterla a exorcismos
El alto tribunal fija 100.000 euros de indemnizaci¨®n y reflexiona que la cuant¨ªa ¡°podr¨ªa quedarse corta¡± teniendo en cuenta el sufrimiento ¡°tan extenso en el tiempo, humillante y vejatorio¡± padecido por la v¨ªctima
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de ocho a?os de c¨¢rcel y el pago de 100.000 euros de indemnizaci¨®n al sacerdote Jos¨¦ Luis Gal¨¢n por abusar sexualmente de una menor mientras era director espiritual en el colegio Hijas de Mar¨ªa Nuestra Se?ora de Talavera de la Reina, en Toledo, entre 2011 y 2014. La sentencia, a la que ha tenido acceso este peri¨®dico este mi¨¦rcoles, remarca ¡°el calvario¡± por el que ha pasado la v¨ªctima, ahora mayor de edad, y arremete contra el recurso de la defensa dirigido ¡°a cuestionar la credibilidad del testimonio de la v¨ªctima¡±. La resoluci¨®n del caso, destapado por EL PA?S, llega siete a?os despu¨¦s de que la joven denunciase las agresiones sexuales, tras varios intentos de suicidio y un centenar de informes psicol¨®gicos que se?alaban claramente el gran da?o que le han causado tales agresiones. Desde ese momento, el camino hasta lograr justicia ha sido largo, en parte por culpa de las demoras de los tribunales que, entre otras cosas, tardaron dos a?os en llamarla a declarar tras presentar la querella. De ah¨ª, fue ganando la causa en cada tribunal, pero la justicia fue aceptando los recursos del acusado, que siempre ha mantenido su inocencia. La joven tambi¨¦n denunci¨® el caso ante el tribunal can¨®nico del arzobispado de Toledo, que deriv¨® el caso al Tribunal Eclesi¨¢stico de la Rota y proclam¨® la inocencia del sacerdote.
Los abusos comenzaron un a?o despu¨¦s de que ambos se conocieran durante un viaje escolar en 2010 para hacer el Camino de Santiago. La relaci¨®n se fortaleci¨® durante el curso siguiente, cuando Gal¨¢n se convirti¨® en su director espiritual ante la mala racha familiar que estaba atravesando, pues sus padres se estaban divorciando. La realidad es que el sacerdote y la madre hab¨ªan comenzado una relaci¨®n sentimental. ¡°Nos cogimos confianza. Lo consideraba como mi segundo padre¡±, cont¨® la joven sobre el ahora condenado, seg¨²n aparece en el primer auto del caso al que tuvo acceso este diario. Ese a?o comenzaron las primeras agresiones sexuales por parte de Gal¨¢n, que seg¨²n la v¨ªctima siempre las justificaba con la frase ¡°es lo que Dios quiere¡± o acompa?adas de amenazas, como ¡°puta, no mereces la pena, eres una ni?ata¡±.
El condenado mantiene que la denuncia de la v¨ªctima estaba motivada por un ataque de celos hacia su madre, por la relaci¨®n amorosa que ten¨ªa con ¨¦l. De hecho, uno de los recursos que ha desestimado el Tribunal Supremo es que en el relato de la v¨ªctima hay contradicciones. No obstante, el alto tribunal deja claro que ¡°ante un calvario como el que tuvo que pasar la joven durante tantos a?os, como lo tuvo que padecer, lo incre¨ªble hubiera sido una coincidencia exacta, cuando la experiencia de la vida nos ense?a que, si bien la esencia de un acontecimiento puede recordarse en lo que el acontecimiento deja marcado, no siempre se es capaz de recordar cada detalle o secuencia puntual de ese pasado, m¨¢s cuando ha transcurrido determinado periodo de tiempo¡±.
Y es que la descripci¨®n de la menor de las agresiones parece sacada de una pel¨ªcula de terror. A los abusos sexuales y el maltrato psicol¨®gico se le suma el enga?o del sacerdote hasta en tres ocasiones para someter a la menor a un supuesto exorcismo para aliviar un trastorno alimenticio que los m¨¦dicos le hab¨ªan detectado durante aquellos a?os. ¡°Cuando la menor lleg¨® al mencionado lugar [el despacho parroquial], donde se encontraban el abusador, otro sacerdote y su madre, estos ¨²ltimos le explicaron que la enfermedad que padec¨ªa se deb¨ªa a la influencia del demonio, por lo que deb¨ªan someterla a un exorcismo y que, para ello, se deb¨ªa quitar la ropa, a excepci¨®n de sus bragas y su camiseta. Una vez se desprendi¨® de su ropa en los t¨¦rminos que le hab¨ªan indicado, el otro sacerdote comenz¨® a practicar el exorcismo¡±, aparece en los hechos probados de la sentencia que en su d¨ªa public¨® el Tribunal Superior de Castilla-La Mancha y que ahora el Supremo confirma.
Abusos grav¨ªsimos
Un d¨ªa despu¨¦s, durante la segunda sesi¨®n de esta pr¨¢ctica religiosa, la menor estuvo a solas con Gal¨¢n y este abus¨® de ella. En 2019, cuando el sacerdote fue procesado, el arzobispado afirm¨® a EL PA?S que no ten¨ªa constancia de dicho exorcismo. La ley eclesi¨¢stica que regula los rituales de exorcismo destaca que es el obispo el que debe autorizarlo y que la v¨ªctima debe aceptar voluntariamente.
Sobre la gravedad de estos abusos y sus consecuencias es en lo que se ha apoyado el Tribunal Supremo para fijar la indemnizaci¨®n en 100.000 euros, una de las m¨¢s altas hasta ahora impuestas a un sacerdote para pagar una sola v¨ªctima. ¡°Si alguna reflexi¨®n le sugiere a este Tribunal es que hasta podr¨ªa quedarse corta, si se tiene en cuenta la dificultad que entra?a hacer una evaluaci¨®n de un sufrimiento como el padecido por el tan extenso en el tiempo y humillante y vejatorio trato al que la someti¨® el condenado y las muy graves consecuencias que tuvo para la salud f¨ªsica y mental de la joven¡±.
Cuando comenzaron los sucesivos episodios de abusos, la menor empez¨® a padecer anorexia nerviosa e intent¨® quitarse la vida en varias ocasiones. Desde entonces, ha sido ingresada m¨¢s de una decena de veces en el hospital por intento de suicidio. Tras acudir a los tribunales, en 2017, la joven escribi¨® una carta al Papa relatando su historia y le adjunt¨® una copia de la querella. Fue entonces cuando el arzobispado de Toledo abri¨® un proceso can¨®nico contra el sacerdote, le prohibi¨® oficiar misa p¨²blica y lo traslad¨®, como medida cautelar, al convento de Santiago Ap¨®stol de Toledo como capell¨¢n. Pero el caso fue instruido finalmente por el Tribunal de la Rota y lo declar¨® inocente.
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