Dominique P¨¦licot: el ¡°tipo genial¡± era un monstruo
El hombre que durante una d¨¦cada drog¨® a su mujer y la ofreci¨® a decenas de hombres para que la violasen, cuya declaraci¨®n prevista para hoy se ha aplazado por enfermedad, est¨¢ imputado por violar a otras dos mujeres y es, seg¨²n los forenses, ¡°altamente peligroso¡±
Gis¨¨le P¨¦licot siempre crey¨® que Dominique era un ¡°tipo genial¡±. Al menos as¨ª defini¨® a su esposo en comisar¨ªa, respondiendo a las preguntas insistentes de la polic¨ªa pocos segundos antes de descubrir que la persona con quien llevaba casada medio siglo la hab¨ªa drogado durante una d¨¦cada para entregarla a decenas de hombres que la violaron en su propio dormitorio conyugal. Aquel ¡°tipo genial¡±, con sus m¨¢s y sus menos, hab¨ªa sido a ojos de su familia y de sus amigos un buen padre, un abuelo entra?able y un honrado trabajador. El acusado estaba llamado a declarar este martes ante el tribunal de Avi?¨®n que juzga uno de los casos m¨¢s importantes y duros de agresiones sexuales en Francia. Pero su declaraci¨®n ha sido aplazada por razones de salud. As¨ª lo ha anunciado al comenzar la audiencia el presidente del Tribunal, que ha indicado que se va a aplazar la declaraci¨®n del principal acusado hasta que est¨¦ en condiciones. A las puertas de ese testimonio y tras escuchar la opini¨®n el lunes de los peritos psiqui¨¢tricos, esa normalidad a la que alud¨ªan amigos y familia ya no parece tan evidente.
La primera experta en declarar el lunes, la psic¨®loga Marianne Douteau, destac¨® el car¨¢cter ¡°col¨¦rico¡± de P¨¦licot, inspirando un clima de ¡°temor¡±, ¡°mentiras y secretos¡±, seg¨²n inform¨® tambi¨¦n la Agencia France Presse (AFP). ¡±La sexualidad del se?or P¨¦licot refleja su personalidad: es ordinaria en p¨²blico, pero dentro de su relaci¨®n de pareja es obsesiva, como en asuntos como el intercambio de parejas, al que se opon¨ªa su esposa y cuya carencia compensaba con el uso de foros pornogr¨¢ficos¡±, a?adi¨®. ¡°Un hombre con dos caras¡±, resumi¨® la psic¨®loga Annabelle Montagne, citada por Le Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦. ¡°Se presenta como alguien estable, un padre de familia respetado y apreciado, pero a la vez es disimulador, con una propensi¨®n a la transgresi¨®n en su sexualidad¡±. Gis¨¨le ¡°fue utilizada como cebo aqu¨ª¡±, resalt¨® otro psiquiatra, que calific¨® de ¡°alta¡± la peligrosidad criminol¨®gica de su marido.
El personaje que durante a?os cre¨® P¨¦licot se desmorona ahora. Seg¨²n investiga ahora la polic¨ªa, el acusado podr¨ªa ser un violador en serie. Tras el arresto en 2020, los investigadores le implicaron en otros dos casos. En el oto?o de 2022, una vez ya se encontraba arrestado, fue imputado por la violaci¨®n y asesinato en 1991 de Sophie Narme, de 23 a?os, en el distrito 19 de Par¨ªs. ?l neg¨® las acusaciones presentadas por la unidad de casos sin resolver, dedicada a cr¨ªmenes en serie o no esclarecidos y con sede en Nanterre. Son acusaciones ¡°basadas ¨²nicamente en conjeturas¡±, denunci¨® su abogada, B¨¦atrice Zavarro. Pero P¨¦licot tambi¨¦n fue imputado por un intento de violaci¨®n en Seine-et-Marne en 1999. En este caso, su ADN fue encontrado en la escena y reconoci¨® los hechos, pero neg¨® haber usado un arma. El modus operandi siempre era mismo: dos mujeres drogadas con ¨¦ter ¡°durante una visita a un apartamento; ambas v¨ªctimas eran agentes inmobiliarias¡±, seg¨²n explic¨® la fiscal¨ªa de Nanterre. Dominique P. tambi¨¦n se dedicaba a la compraventa de apartamentos.
Ansiol¨ªticos escondidos en una zapatilla de senderismo
Las sospechas sobre cr¨ªmenes anteriores solo aparecieron cuando la polic¨ªa comenz¨® a investigar el caso el 2 de septiembre de 2020, cuando el acusado fue sorprendido en un supermercado de Carpentras (Vaucluse) grabando por debajo de la falda de varias mujeres con su tel¨¦fono. Pero tampoco era la primera vez. El 31 de julio de 2010, en otro centro comercial de Seine-et-Marne, tambi¨¦n fue arrestado por hechos similares utilizando una c¨¢mara oculta en un bol¨ªgrafo. Se declar¨® culpable y pag¨® una multa de 100 euros. Nada m¨¢s.
Justo despu¨¦s de aquel episodio, como explicaba Franceinfo, P¨¦licot comenz¨® a frecuentar Coco.fr, una web conocida por sus contenidos sexuales e ilegales ¡ªya clausurada¡ª donde comenz¨® a ofrecer el cuerpo inerte de su esposa a decenas de personas que fueron desfilando por su casa para violarla. Las primeras fotos encontradas datan de la noche del 23 al 24 de julio de 2011 y llegan hasta 2020, cuando fue arrestado. ¡°La polic¨ªa me salv¨® la vida¡±, dijo ella en la primera sesi¨®n del juicio. Nadie en la familia sospech¨® nada. Pero el testimonio de Gis¨¨le ante los investigadores relata tambi¨¦n que durante los nueve a?os siguientes se levant¨® sobresaltada algunas veces mientras su esposo la estaba violando, probablemente tambi¨¦n bajo los efectos de alg¨²n medicamento. El acusado us¨® durante a?os un potente ansiol¨ªtico cuyas pastillas escond¨ªa en una zapatilla de senderismo guardada en el garaje de la casa.
La historia de los P¨¦licot transcurri¨® durante 40 a?os en Ille de France, la regi¨®n de Par¨ªs. Se conocieron en 1971 y dos a?os despu¨¦s se casaron en Indre, a tres horas de la capital. Dominique hab¨ªa vivido una juventud algo turbulenta. Seg¨²n la Nouvelle R¨¦upublique, el hombre abandon¨® pronto sus estudios para cursar un grado en electricidad que no le sirvi¨® de mucho en la vida, porque termin¨® trabajando primero en la industria nuclear y, despu¨¦s, en el sector inmobiliario. Pero, sobre todo, se hab¨ªa criado en un ambiente familiar ¡°con referencias perturbadas y marcado por ciertos secretos¡± y un clima incestuoso, seg¨²n concluy¨® la investigaci¨®n de personalidad que se le realiz¨® cuando fue arrestado. Adem¨¢s, ¨¦l mismo cont¨® ¡ªy esa es una de las claves del atenuante que persigue ahora su defensa¡ª que a los nueve a?os fue violado por un enfermero mientras estaba hospitalizado.
Dominique Pelicot habl¨® de esa violaci¨®n a su familia. Pero su hija Caroline Darian, que escribi¨® un libro contando su historia ¡ªlo titul¨® He dejado de llamarte pap¨¢¡ª y cre¨® una fundaci¨®n para luchar contra los casos de agresiones sexuales con el uso de la sumisi¨®n qu¨ªmica, no cree en ¡°esta historia¡±. En su declaraci¨®n, asegur¨® que su padre es ¡°una persona que miente mucho¡±. La hija tambi¨¦n se cuenta entre las v¨ªctimas de su padre, que le hizo fotos cuando no estaba consciente en ropa interior. Las im¨¢genes fueron encontradas en su ordenador y forman parte de una ramificaci¨®n del caso que tambi¨¦n est¨¢ siendo juzgada, al igual que por haber tomado fotos de sus dos nietas desnudas en los ba?os.
Cuando Gis¨¨le conoci¨® a su marido ignoraba muchos datos de su biograf¨ªa. Y durante los siguientes a?os tuvieron tres hijos: el ¨²ltimo, Florian, en 1986. El benjam¨ªn de la familia describi¨® su infancia como ¡°normal¡± y asegur¨® que su padre ¡°siempre est¨¢ presente para sus hijos¡±, era ¡±m¨¢s bien educado y respetuoso¡± con las mujeres. Adem¨¢s, admiti¨® haber comprendido, ¡°al crecer¡±, que su padre ocultaba problemas de dinero a su esposa. En 2001, la pareja se divorci¨® por razones financieras, pero continuaron viviendo juntos y se volvieron a casar en 2007 bajo un r¨¦gimen m¨¢s favorable. En 2013, cuando se jubilaron, decidieron mudarse al sur de Francia, donde se produjeron la mayor¨ªa de las violaciones. ¡°La mudanza y la jubilaci¨®n pudieron debilitar las barreras defensivas en la psique de la v¨ªctima¡±, se?al¨® una de las psiquiatras.
En un interrogatorio, ante la jueza de instrucci¨®n, Pelicot, quien asegura no haber recibido dinero a cambio de violar a su esposa, explic¨® que le provocaba ¡°placer verla tocada por otra persona¡± y habla de una ¡°adicci¨®n que le impidi¨® detenerse¡±. Un psiquiatra experto detect¨® en ¨¦l una ¡°desviaci¨®n paraf¨ªlica¡±, es decir, una inclinaci¨®n por los actos sexuales con personas no consentidas, que incluye ¡°voyeurismo y somnofilia¡±. ¡°El hecho de que su esposa se encuentre inerte aumenta su sensaci¨®n de control¡±, destac¨® este psiquiatra. Los expertos, tras varios ex¨¢menes psiqui¨¢tricos realizados durante la investigaci¨®n, creen que el acusado no padece ¡°ninguna patolog¨ªa o anomal¨ªa mental¡± que pudiese influir en sus actos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.