M¨¢s de la mitad de los adolescentes afectados por un problema de salud mental no pide ayuda
Unicef presenta el Bar¨®metro de Opini¨®n de la Infancia y la Adolescencia donde indica que 4 de cada 10 j¨®venes refiere haber tenido un desorden emocional en el ¨²ltimo a?o
El 41,1% de j¨®venes entre 13 y 18 a?os manifiesta o cree haber tenido un problema de salud mental en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n recoge un nuevo informe de Unicef sobre salud mental publicado este martes, Bar¨®metro de Opini¨®n de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024. Dentro de este grupo, m¨¢s de la mitad (51,4%) no ha pedido ayuda, y uno de cada tres no ha hablado con nadie sobre estos problemas.
La principal raz¨®n por la que los j¨®venes no piden ayuda es porque no quieren que otras personas se enteren de lo que est¨¢n pasando, seguido de que no quieren que sus padres o tutores tengan conocimiento, apunta el trabajo. Adem¨¢s, m¨¢s de la mitad creen que es mejor dejar que el tiempo pase y por ello evitan pedir ayuda. Por otro lado, el 56% no buscan soporte en su centro educativo porque no conf¨ªan en los profesores u orientadores.
El informe tambi¨¦n resalta que hay gran desconocimiento por parte de los adolescentes. Cuatro de cada 10 no pide apoyo porque no sabe lo que le pasa y porque no sabe a qui¨¦n o d¨®nde acudir. Los resultados del bar¨®metro han sido obtenidos por Unicef con encuestas a 4.740 adolescentes de 13 a 18 a?os en 168 centros educativos de diferentes autonom¨ªas.
De los j¨®venes que indicaron haber tenido un problema de salud mental y que s¨ª pidieron ayuda, la mayor¨ªa lo hizo con un amigo (73,6%). La siguiente forma m¨¢s com¨²n de pedir ayuda fue con un psic¨®logo: seis de cada 10 lo hicieron de esta forma. Solicitar ayuda en un centro de estudios estuvo en el tercer puesto, aunque con un porcentaje bastante m¨¢s bajo, 34%.
Pilar Ramos, investigadora y autora del estudio, explica que los prejuicios en los adolescentes son cada vez menores. ?nicamente entre el 2% y 5% de los encuestados est¨¢ de acuerdo o totalmente de acuerdo con creencias negativas sobre las personas con problemas de salud mental. A pesar de ello, un porcentaje alto de ellos no piden ayuda, y por ello, ¡°es necesario hacer un esfuerzo como sociedad¡± ofrecer informaci¨®n de c¨®mo pedirla, se?ala.
Apoyo en los centros educativos
El bar¨®metro indica que el 40,5% de adolescentes considera baja o muy baja la probabilidad de que los orientadores o tutores de sus centros de estudio los ayuden en temas relacionados con la salud mental. La principal raz¨®n es la falta de confianza de los chavales en esos profesionales (56,4%) y que no sienten la seguridad de que les guardar¨¢n el secreto (49,3%). Tambi¨¦n consideran que no tienen la formaci¨®n adecuada o que no tienen tiempo para ellos.
Jos¨¦ ?ngel, un joven de 17 a?os de ?beda, explica que esta situaci¨®n se observa a diario en su instituto, donde algunos de sus compa?eros tienen problemas ¡ªsobre todo ansiedad generada por las exigencias acad¨¦micas¡ª, pero no los tratan con nadie. A eso se suma, seg¨²n este estudiante, la sobrecarga laboral de esos profesionales (en Espa?a, los orientadores atienden cuatro veces m¨¢s alumnos de lo recomendado por la Unesco). ¡°Lo deseable es contar con una persona que se lleve bien con los j¨®venes. Alguien en quien puedas confiar y que tenga tiempo: que lo puedas tomar como amigo y que puedas hablar con ¨¦l siempre que quieras¡±.
Para Pilar Ramos hace un llamamiento para que se refuercen los servicios de atenci¨®n que se ofertan desde los centros, ya que son los espacios m¨¢s cercanos a los j¨®venes y es all¨ª donde les resulta m¨¢s f¨¢cil pedir ayuda a los profesionales que ven cada d¨ªa. ¡°Que no conf¨ªen en ellos es un recurso enorme que se pierde¡±, lamenta.
Ante esto, los autores del informe indican que es necesario introducir y reforzar los programas de promoci¨®n del bienestar y aprendizaje emocional en los centros educativos, as¨ª como promover las actuaciones de prevenci¨®n y detecci¨®n precoz de problemas de salud mental y mejorar la coordinaci¨®n con las instituciones sanitarias y sociales.