Los orientadores de los institutos atienden cuatro veces m¨¢s alumnos de lo recomendado por la Unesco
Los profesionales critican los recortes de la Administraci¨®n y aseguran estar "desbordados" por la cantidad de tareas que deben asumir, adem¨¢s de la orientaci¨®n acad¨¦mica
Carmini Villaroel, de 18 a?os, todav¨ªa no est¨¢ seguro de si ha elegido la carrera de su vida. En su decisi¨®n de matricularse en el grado en Estad¨ªstica y Sociolog¨ªa, nada tuvo que ver la orientadora de su instituto. ¡°Me gustan mucho los n¨²meros, pero no s¨¦ si esto es lo m¨ªo¡±, cuenta. Su contacto con ella fue limitado y nunca hablaron de vocaciones o salidas profesionales. Hay otras voces m¨¢s cr¨ªticas con la figura del orientador: ¡°Nunca me aclara ninguna duda, me soluciona m¨¢s Internet¡±, asegura Quique Mart¨ªnez, que cursa 3? de la ESO en Valencia. Los alumnos espa?oles no est¨¢n satisfechos con el asesoramiento acad¨¦mico que reciben en los institutos y, seg¨²n una encuesta a m¨¢s de 500 estudiantes de 18 a 25 a?os, el 94% de ellos echaron en falta m¨¢s apoyo de los orientadores y de los profesores sobre las opciones profesionales.
As¨ª se desprende del estudio Preparing the new generation for the future of work, publicado por la Cumbre mundial de la innovaci¨®n educativa (WISE, por sus siglas en ingl¨¦s) -una iniciativa de la Qatar Foundation-, para el que se ha encuestado a 2.517 j¨®venes de 18 a 25 a?os de Reino Unido, Francia, B¨¦lgica, Alemania y Espa?a. Al 88% de los entrevistados les parece que el servicio de orientaci¨®n no est¨¢ a la altura y desear¨ªan haber contado con asesoramiento escolar en el momento en el que empezaron a escoger sus itinerarios educativos. Los espa?oles son los que se muestran m¨¢s disconformes, el pa¨ªs con la tasa de desempleo juvenil m¨¢s elevada; un 34,1% frente al 6,1% de Alemania. La falta de formaci¨®n de orientadores y docentes sobre las profesiones del futuro es otra carencia detectada por los estudiantes, seg¨²n el informe.
"No damos abasto, han reducido el personal de los departamentos de orientaci¨®n. Queremos ser agentes del cambio y trabajar con un modelo basado en la prevenci¨®n y no ser un apaga fuegos constante", lamenta Ana Cobos, presidenta de la Confederaci¨®n de Psicopedagogos y Orientadores (COPOE). En 1970, la Ley General de Educaci¨®n reconoci¨® el derecho de los estudiantes a la orientaci¨®n en los centros educativos y, desde entonces, se ha recogido en todas las leyes org¨¢nicas posteriores. Son las autonom¨ªas las que regulan sus funciones y organizaci¨®n. El problema, seg¨²n denuncia el colectivo, es que tienen asignadas m¨¢s tareas de las que pueden asumir: evaluaci¨®n psicopedag¨®gica, dict¨¢menes de escolarizaci¨®n o planes individualizados para alumnos con dificultades de aprendizaje. A eso se suma el asesoramiento acad¨¦mico y profesional, que es solo una de las patas. Adem¨¢s, en ocasiones compaginan esa actividad con la docencia en materias de su especialidad, como psicolog¨ªa.
En diferentes informes, la Unesco recomienda un orientador escolar por cada 250 alumnos pero, seg¨²n datos del Ministerio de Educaci¨®n espa?ol esa ratio se supera en la mayor¨ªa de los centros, llegando incluso a un orientador por cada 1.000 estudiantes. Seg¨²n COPOE, la media espa?ola est¨¢ en uno por cada 800 alumnos. "La sobrecarga de trabajo no nos permite trabajar en profundidad ni en el ¨¢mbito acad¨¦mico ni en otros igual de importantes como la prevenci¨®n de la violencia machista, del acoso, o la promoci¨®n de h¨¢bitos de vida saludables", se?ala Ana Cobos. Intervenciones puntuales que "no van a la ra¨ªz del problema", admite.
Ratios como la de Espa?a no permiten que el servicio de asesoramiento sea ¡°efectivo¡±, asegura Vivian Onano, coautura del informe anual Education Monitoring Report de la Unesco. ¡°Es necesario que el orientador invierta tiempo en el alumno, que estudie su caso para tener un impacto en las decisiones que toma¡±. Los m¨¢s perjudicados son los estudiantes con perfiles socioecon¨®micos m¨¢s bajos, apunta Onano, al no tener redes familiares con formaci¨®n superior que les sirvan como gu¨ªa. ¡°Su labor tambi¨¦n consiste en motivar a los estudiantes a descubrir su potencialidad, si no saben qu¨¦ opciones tienen, ?qu¨¦ sentido tiene para ellos permanecer en la escuela?¡±, argumenta.
A diferencia de Espa?a, en Alemania el servicio de orientaci¨®n es externo a los centros, depende de las agencias p¨²blicas de empleo. El Gobierno brit¨¢nico aprob¨® en 2018 un cambio en su estrategia nacional de orientaci¨®n y pas¨® de un modelo externo a uno mixto: cada centro tiene ahora un career leader (orientador), que coordina con los docentes los materiales que debe introducir en sus asignaturas relacionados con las vocaciones y con empresas externas, que informan de los perfiles que demanda el mercado. "En Espa?a el modelo est¨¢ m¨¢s enfocado a dar soluci¨®n a los estudiantes con problemas de aprendizaje, suelen ser pedagogos y, por ello, est¨¢ muy alejado de las salidas laborales", considera Hannes Brandt, responsable de proyectos de la Fundaci¨®n Bertelsmann, una de las organizaciones implicadas en la promoci¨®n de la FP Dual en Alemania.
Marisa Villalba lleva m¨¢s de 30 a?os como orientadora. Este curso debe atender ella sola a los 1.400 alumnos del instituto p¨²blico San Isidro, en el centro de Madrid. "La atenci¨®n personalizada es imposible. Para asesorar a los alumnos de 4? de ESO solo dispongo de cuatro horas al a?o, y lo hacemos en sesiones grupales con toda la clase", cuenta. Lo mismo sucede con los de bachillerato, a cuyas sesiones tambi¨¦n pueden acudir las familias. Les aconseja aplicaciones para conocer la variedad de carreras y grados de Formaci¨®n Profesional, pero no puede profundizar con cada uno de ellos.
Para Carles L¨®pez, presidente de la Confederaci¨®n Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), el verdadero drama es que los orientadores no est¨¢n ayudando a atajar el alto ¨ªndice de abandono escolar temprano (del 17,9%, debe llegar al 15% en 2020). "La mayor¨ªa de casos de abandono se produce por desafecci¨®n al sistema educativo y el papel del orientador es clave para que no suceda", dice en relaci¨®n a las conclusiones del estudio El abandono educativo temprano, publicado en 2013 por el ministerio. "No disponen de recursos, les falta formaci¨®n y hay que clarificar sus funciones", recalca.
La actual ley educativa (Lomce), aprobada en 2013 por el PP, obliga a los estudiantes a decidir sobre su itinerario formativo a los 14 a?os, cuando cursan 3? de la ESO deben escoger el grado de dificultad de algunas asignaturas, por ejemplo, matem¨¢ticas aplicadas -que les conducir¨¢n a FP- o matem¨¢ticas acad¨¦micas -necesarias para acceder a bachillerato-. "Los orientadores deben actuar mucho antes para permitir que m¨¢s alumnos permanezcan durante m¨¢s tiempo en el sistema educativo, si les ayudan a reflexionar sobre la mejor opci¨®n para ellos", indica L¨®pez.
Desde el Ministerio de Educaci¨®n, reconocen que hay que renovar la figura del orientador. "Hay un d¨¦ficit de orientadores en nuestro sistema y se ven obligados a hacer frente a una gran cantidad de funciones, adem¨¢s su formaci¨®n es insuficiente", expone Consuelo V¨¦laz de Medrano, directora general de Evaluaci¨®n y Cooperaci¨®n Territorial. La LOE estableci¨® en 2006 un m¨¢ster habilitante de orientador, "claramente insuficiente para una posici¨®n tan compleja que requiere un alto grado de especializaci¨®n". Pese a la intenci¨®n de reforma, en ning¨²n caso se plantean una atenci¨®n individualizada. "No es viable, debe ser un trabajo colaborativo llevado a cabo tambi¨¦n por los docentes y las familias", se?ala.
"Asesorar a los estudiantes es una tarea muy complicada, nadie les garantiza que trabajar¨¢n en un sector por estudiar una carrera", dice Paloma Gallo, orientadora del IES Europa de Ribas, en Madrid, que este curso tiene 1.000 alumnos para ella sola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.