La Fiscal¨ªa: ¡°Los lobos cazan para sobrevivir; los humanos, por diversi¨®n. La muerte de Samuel fue una cacer¨ªa¡±
El ministerio p¨²blico mantiene la petici¨®n de entre 22 y 27 a?os de c¨¢rcel para tres de los acusados e introduce una alternativa para los dos procesados que siguen en libertad por la que podr¨ªan ser condenados solo como c¨®mplices
He aqu¨ª ¡°una jaur¨ªa humana¡±, ¡°orgullosos de ser las estrellas de la fiesta¡±, ha descrito este jueves en la Audiencia de A Coru?a la fiscal del caso Samuel Luiz, Olga Serrano, a los cinco miembros de una pandilla acusados de asesinar al enfermero de 24 a?os. ¡°Consideraron a Samuel su presa, porque quer¨ªan ver su sangre y disfrutar de ella¡± y ¡°lo echaron de la vida¡±, ha defendido la representante del ministerio p¨²blico ante el jurado popular en su alegato final. ¡°Una manada de lobos sale a cazar y tiene como objetivo una presa. La selecciona... unos van atacando... otros evitan la defensa, pero el objetivo es com¨²n. Yo no estoy llamando lobos a los acusados, porque los lobos cazan para sobrevivir y los humanos lo hacen por diversi¨®n. Lo que pas¨® con Samuel fue una cacer¨ªa a trav¨¦s de un ataque brutal. Aqu¨ª no hubo lucha ni batalla¡±.
Las declaraciones entre l¨¢grimas y palabras de arrepentimiento de los principales acusados del asesinato de Samuel Luiz Mu?iz en la madrugada del 3 de julio de 2021 en A Coru?a no lograron ayer ablandar ni un ¨¢pice las conclusiones de la Fiscal¨ªa. Tampoco las de las acusaciones particular (la familia de la v¨ªctima) y popular (el colectivo LGTBIQ+ Alas Coru?a), que desde el principio se han adherido a cada paso dado por la fiscal. Despu¨¦s de un mes escuchando a testigos, polic¨ªas y peritos, Serrano ha redoblado la tenacidad de su relato de los hechos para disipar las dudas que puedan albergar los jurados, uno de ellos sustituido hoy mismo por un suplente por su ¡°incapacidad¡± para seguir integrando el tribunal. ¡°El mal existe y se disfraza de diversi¨®n, se contagia y parece intrascendente, pero no lo es¡±, ha recalcado la fiscal mirando frente a frente al jurado popular. ¡°Luchen contra la banalidad del mal y honren a Samuel como un inocente que es¡±.
Para los tres procesados que llevan en prisi¨®n preventiva desde el principio de las investigaciones, los tres que eligieron esperar al final del juicio para declarar ante el tribunal ciudadano que va a deliberar sobre su grado de implicaci¨®n en el crimen, la fiscal ha mantenido, en la sesi¨®n de este jueves, la primera de las conclusiones, las mismas penas que reclamaba al principio. Son 25 a?os para Diego Monta?a, el hombre que empez¨® la agresi¨®n en medio de un malentendido absurdo y despu¨¦s de llamar ¡°maric¨®n¡± a su v¨ªctima. Y son 22 para Alejandro Freire, Yumba, al que muchos testigos sit¨²an atenazando por el cuello a la v¨ªctima, adem¨¢s de 27 a?os de c¨¢rcel para Kaio Amaral, otro compa?ero de pandilla al que se le atribuye un papel de coautor del linchamiento, adem¨¢s del robo con violencia del tel¨¦fono m¨®vil de Samuel Luiz. Los 25 a?os que afronta Monta?a son, como los de los dem¨¢s acusados, los 22 por el asesinato con ensa?amiento y tres por la agravante de discriminaci¨®n debido a la condici¨®n sexual de la v¨ªctima. En el caso de Amaral, a los 22 se suma un lustro por el robo.
Respecto a los dos acusados que han seguido en libertad estos tres a?os, Katy Silva y Alejandro M¨ªguez, la fiscal ha introducido como alternativa la posibilidad de que no sean considerados coautores, sino c¨®mplices de asesinato, por facilitar la tarea a su pandilla y ser conscientes de la crueldad. Si finalmente son condenados por perpetrar la muerte de Samuel, se enfrentar¨ªan a penas de 25, en el caso de Silva (al a?adirse en ella tambi¨¦n el componente de discriminaci¨®n) y 22 en el caso de M¨ªguez. Si acaban como c¨®mplices, los castigos se reducir¨ªan, respectivamente, hasta los 14 y medio y los 13 a?os.
Samuel pesaba 68 kilos y med¨ªa 1,72 metros de estatura. Era menudo y, como le inculcaba su padre, no se met¨ªa ¡°en fregados¡± y ante una actitud violenta, pon¨ªa tierra de por medio. Aquella noche, una jaur¨ªa humana se abalanz¨® sobre ¨¦l y no hubo defensa posible. ¡°Eran tantos que hab¨ªa momentos en los que no hab¨ªa sitio para golpear¡±, ha descrito hoy la abogada de los padres de la v¨ªctima, Esther Mart¨ªnez, ¡°intent¨® hacer lo que sus padres le dijeron que ten¨ªa que hacer en caso de pelea: irse¡±. Pero Samuel no lo consigui¨®, pese a la ayuda que le brindaron dos ¨²nicas personas: los dos migrantes senegaleses que vieron la pelea y corrieron a ampararlo, a pesar de que no ten¨ªan permiso de residencia y pod¨ªan acabar jug¨¢ndose su futuro en Espa?a. Ese intento por escapar, con una lluvia de pu?etazos y patadas alrededor, se prolong¨® 150 metros por el paseo litoral y dur¨®, hasta que Samuel se desplom¨® definitivamente, tres minutos. ¡°El tiempo que puede durar su canci¨®n favorita¡±, ha ejemplificado la fiscal al jurado.
¡°Samuel fue asesinado por una manada que lo moli¨® a golpes. Esto es como el patio de un colegio que ten¨ªa un jefe, que se llama Diego Monta?a. Encontr¨® una v¨ªctima con la que descargar su ira, y lo hizo sin medida. Pero fue acompa?ado del resto del grupo, de la jefa, que marca el objetivo, y de los dem¨¢s. Hay un lugarteniente, que intenta hacer un matale¨®n, y dos listos de la clase que intentaron controlar el relato de las redes¡±, ha descrito en el ¨²ltimo turno de las acusaciones Mario Pozzo-Citro, el letrado de Alas Coru?a. ¡°Diego crey¨® ver la pluma que ten¨ªa una persona, que no era normativizada, e hizo que su manada lo atacase¡±, ha zanjado en referencia al tinte hom¨®fobo de la agresi¨®n inicial de Monta?a: ¡°Cuando nos matan, lo que nos gritan tiene mucha importancia¡±.
La fiscal ha estructurado su relato del crimen atribuyendo estereotipos concretos a los integrantes de la pandilla. Por ejemplo, Monta?a era el ¡°macho alfa¡± al que todos segu¨ªan; ¡°el listo de la clase¡± era Amaral, que aprovech¨® el acto violento para llevarse el m¨®vil de Samuel con idea de sacarle lucro; y Katy Silva es ¡°la dulce ni?a con gusto por la violencia¡± que manten¨ªa con Monta?a ¡°una relaci¨®n t¨®xica¡±. El grupo era todav¨ªa m¨¢s grande y en ¨¦l hab¨ªa menores que fueron juzgados con anterioridad. Serrano reconoce que el ataque lo inici¨® Diego, seguido de inmediato por Freire, mientras los dem¨¢s llevaron a cabo acciones ¡°esenciales¡± para el crimen y Silva y M¨ªguez, impidieron el auxilio. ¡°Da igual que alguien no golpee, hab¨ªa unidad de acci¨®n¡± e ¡°intenci¨®n de matar¡±, ha dicho.
Mancharse con la ¡°sangre de un maric¨®n¡±
Para la fiscal, Katy no solo no intent¨® separar a su novio para que no siguiese pegando, sino que empuj¨® a Lina, la amiga de Samuel, para que no le ayudase. En contra de lo que declar¨® la acusada, que dijo que se qued¨® asustada y llorando en el punto inicial de la agresi¨®n (algo que no se ve en la c¨¢mara porque es un espacio tapado por un ¨¢rbol), para Serrano la expareja de Monta?a acompa?¨® aquel tumulto en el que todos se mezclaban. Y a su novio ¡°le sostuvo las prendas [la ropa de abrigo] para que no se manchasen de la sangre de un maric¨®n¡±. Sobre M¨ªguez, uno de los acusados sobre los que planean m¨¢s dudas, la representante de la Fiscal¨ªa sostiene que ¡°entra a pegar a Samuel¡± y que ¨¦l mismo, seg¨²n un testigo, comenta luego que ¡°un negro¡± le estaba ¡°parando¡±. En su declaraci¨®n al principio del juicio ¨¦l asegur¨® que se fue enseguida a ayudar a una amiga con intoxicaci¨®n et¨ªlica, pero la fiscal est¨¢ convencida de que sigui¨® a Monta?a hasta el punto final. Tambi¨¦n acudi¨® a la reuni¨®n posterior que convoc¨® la pandilla en un parque para ¡°cuadrar versiones¡± sobre los graves hechos que hab¨ªan protagonizado.
¡°Tienen las im¨¢genes, los testigos y las causas de la muerte que les explic¨® el forense¡±, ha concluido sus explicaciones ante el jurado Olga Serrano. ¡°?nanlo todo y no hay otra explicaci¨®n l¨®gica: todos siguieron el mismo recorrido. El arrepentimiento no se demuestra con las l¨¢grimas en un juicio¡±.
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