Turqu¨ªa juzga una red que desviaba a beb¨¦s a la Sanidad privada para cargar los gastos a la Seguridad Social
Al menos 10 reci¨¦n nacidos murieron por ser sometidos a tratamientos innecesarios o incorrectos
Un total de 47 imputados se sientan en el banquillo desde el pasado 18 de noviembre en el que es uno de los juicios m¨¢s medi¨¢ticos del a?o en Turqu¨ªa, ya que revela las costuras del concierto p¨²blico-privado sobre el que el gobierno islamista ha levantado el sistema de salud en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Se trata del proceso contra la llamada ¡°banda de los reci¨¦n nacidos¡±, una red de empresas, m¨¦dicos y empleados sa...
Un total de 47 imputados se sientan en el banquillo desde el pasado 18 de noviembre en el que es uno de los juicios m¨¢s medi¨¢ticos del a?o en Turqu¨ªa, ya que revela las costuras del concierto p¨²blico-privado sobre el que el gobierno islamista ha levantado el sistema de salud en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Se trata del proceso contra la llamada ¡°banda de los reci¨¦n nacidos¡±, una red de empresas, m¨¦dicos y empleados sanitarios que, seg¨²n la acusaci¨®n, enga?aban a las familias de neonatos para desviarlos a hospitales privados, someterlos a tratamientos innecesarios o incorrectos y cargar los gastos a la sanidad p¨²blica. Por su actividad negligente, se les imputa la muerte de al menos 10 reci¨¦n nacidos.
La investigaci¨®n del caso comenz¨® el a?o pasado tras recibirse varias quejas sobre hospitales privados que manten¨ªan a reci¨¦n nacidos en incubadoras por periodos demasiados largos y sin razones aparentes, pero no lleg¨® al p¨²blico hasta que se presentaron las acusaciones y se detuvo a los principales sospechosos el mes pasado. El sumario, de casi 1.400 p¨¢ginas, identifica al m¨¦dico y empresario Firat Sari como ¡°l¨ªder de la organizaci¨®n criminal¡± y que era quien manten¨ªa acuerdos con los hospitales privados para garantizarles un flujo constante de clientes.
La idea era aprovechar los protocolos firmados entre el Ministerio de Salud y la Seguridad Social con la sanidad privada para usar sus unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), unos protocolos en principio destinados a la reducci¨®n de la mortalidad de beb¨¦s prematuros. En Turqu¨ªa, solamente un tercio de las UCIN est¨¢n en hospitales p¨²blicos, una d¨¦cima parte en hospitales universitarios y m¨¢s de la mitad en hospitales privados.
Seg¨²n la Fiscal¨ªa, la red dirigida por Sari falseaba an¨¢lisis e informes m¨¦dicos para mostrar que los beb¨¦s estaban muy enfermos y convencer as¨ª a sus familias de la necesidad de trasladarlos desde hospitales ¨Dtanto p¨²blicos como privados¨D a las UCIN de los hospitales de la trama. Para ello, contaban con la cooperaci¨®n de miembros del servicio de emergencias 112 y, de hecho, uno de los principales involucrados es un conductor de ambulancias encargado de organizar estos traslados.
¡°El se?or Firat nos encargaba que hici¨¦ramos cambios en los informes. ¡®Muestra que el enfermo est¨¢ intubado¡¯, dec¨ªa. Por los beneficios¡±, confes¨® ante el tribunal la enfermera ?agla Durmus. Partes del sumario publicados por medios locales alegan que los hospitales cobraban de la Seguridad Social unos 215 euros por paciente y d¨ªa de ingreso, que se repart¨ªan a un 40%-60% entre el hospital y Medisense, la empresa de Sari subcontratada para gestionar estas UCIN. ¡°Cada mes, el se?or Firat me enviaba dinero para que lo repartiese entre las enfermeras a modo de motivaci¨®n¡±, explic¨® otra enfermera, Cansu Aky?ld?r?m. Motivaci¨®n para, por ejemplo, prolongar innecesariamente las estancias de los beb¨¦s en las UCIN, tal y como han denunciado varios familiares, que optaron por llevarse a sus reci¨¦n nacidos tras sospechar que ocurr¨ªa algo raro.
Y es que las instalaciones ni siquiera eran apropiadas, el personal no era suficiente para hacerse cargo del constante flujo de beb¨¦s y no ten¨ªa la preparaci¨®n adecuada. Para m¨¢s inri, la Fiscal¨ªa sostiene que, en algunos casos, a los ni?os que s¨ª necesitaban tratamiento ni siquiera les suministraban las medicinas necesarias ¨Dfinanciadas por la Seguridad Social¨D y, en su lugar, las revend¨ªan en el mercado negro.
Un enfermero implicado, Dogukan Tas?i, explic¨® que en el hospital en el que trabajaba, el 70% de las noches no hab¨ªa m¨¦dicos de guardia y que se obligaba a hacer las intubaciones de los beb¨¦s a los enfermeros sin supervisi¨®n de especialistas: ¡°Vi que uno de los beb¨¦s se estaba asfixiando con el aparato de intubaci¨®n. El doctor Firat Sari me dijo qu¨¦ medicinas darle y se las dej¨¦ a mi compa?ero de guardia. Por la ma?ana hab¨ªa muerto¡±. Por esta y otras negligencias se acusa a la trama de haber provocado la muerte de al menos 10 beb¨¦s y sus l¨ªderes se enfrentan a penas de hasta casi 600 a?os de c¨¢rcel por ¡°homicidio doloso por negligencia¡±, ¡°fraude¡±, ¡°formaci¨®n de organizaci¨®n criminal¡± y otros cargos.
El modelo concertado
Por el momento, una decena de hospitales han sido clausurados y sus licencias revocadas; otros nueve est¨¢n bajo investigaci¨®n como beneficiarios de la trama a t¨ªtulo lucrativo y una docena de empresas del sector sanitario han sido intervenidas temporalmente. ¡°Todo propietario de hospital quiere ganar m¨¢s dinero. As¨ª que presionaban a Firat Sari para que hubiera m¨¢s pacientes y ellos ganasen m¨¢s dinero¡±, afirm¨® el enfermero Tas?i ante el tribunal.
Y es que las organizaciones y sindicatos del sector m¨¦dico denuncian que este no es un caso aislado. ¡°Est¨¢ relacionado con la mercantilizaci¨®n de la sanidad. Estos conciertos entre la sanidad p¨²blica y privada favorecen este tipo de comportamientos¡±, critica Pinar Saip, dirigente de la Uni¨®n de M¨¦dicos de Turcos (TTB). En los ¨²ltimos veinte a?os, el Gobierno del islamista Recep Tayyip Erdogan ha mejorado el acceso de la poblaci¨®n a la Sanidad con la construcci¨®n de centros de atenci¨®n primaria y nuevos hospitales, pero parte de esta modernizaci¨®n del sistema ha corrido a cargo de conciertos con la sanidad privada, lo que ha supuesto una gran oportunidad de negocio para grupos empresariales, especialmente aquellos cercanos al Ejecutivo.
Uno de los hospitales privados clausurados, el ?zel Avcilar, es propiedad de Mehmet M¨¹ezzinoglu, que fue ministro de Sanidad entre 2013 y 2016. Uno de sus sucesores, Fahrettin Koca, tambi¨¦n est¨¢ vinculado a un importante grupo m¨¦dico privado, Medipol, y dimiti¨® el pasado julio. Su sustituto es Kemal Memisoglu, quien ha defendido que, gracias a la labor de su Ministerio, se ha desarticulado la ¡°banda de los reci¨¦n nacidos¡±. Sin embargo, Memisoglu fue director provincial de Sanidad en Estambul entre 2016 y 2024, precisamente el momento y el lugar en que la red naci¨® y se hizo fuerte. Tan fuerte e impune se sent¨ªan los miembros de la trama que incluso se permitieron amenazar al fiscal encargado de la investigaci¨®n del caso con hacer da?o a su familia si continuaba con sus pesquisas.
No en vano, el exprimer ministro Ahmet Davutoglu asegura que la trama no es algo reciente, sino que se retrotrae al menos ocho a?os. A inicios de 2016, explic¨® el pol¨ªtico, su esposa recibi¨® la queja de una doctora de los hospitales implicados en el esc¨¢ndalo, lo que motiv¨® la apertura de una investigaci¨®n ministerial. ¡°En el informe de entonces aparecen los nombres de las tres personas m¨¢s importantes en la actual investigaci¨®n¡±, asegur¨® Davutoglu, quien lament¨® que la investigaci¨®n se cerrase en noviembre de 2016 ¨Dcuando a ¨¦l le hab¨ªan forzado a dimitir desde su propio partido¨D con ¨²nicamente peque?as sanciones administrativas.