Envases en los que ni sobra ni falta nada
Estos recipientes tienen una funci¨®n fundamental en la cadena de consumo, pero para ser totalmente sostenibles deben cumplir ciertos requisitos: reducir dr¨¢sticamente el material usado para su fabricaci¨®n, olvidarse del pl¨¢stico como primera opci¨®n y mucho, mucho ingenio a la hora de dise?arlos
A la hora de saber la fecha de caducidad de un producto, hay que mirar el envase. Si se quiere encontrar un producto inmediatamente en un lineal, se busca por el envase. Y, si lo que quiero es consumir leche a nivel dom¨¦stico y no industrial, lo normal es que esa leche se guarde en un recipiente de, exactamente, un litro que quepa en el frigor¨ªfico sin esfuerzo. Parecen perogrulladas, pero son ejemplos claros de lo que explica Roberta Barban Franceschi, profesora del ?rea de Dise?o de la Escuela Superior de Ingenier¨ªa y Tecnolog¨ªa (ESIT) de la Universidad Internacional de La Rioja: los envases no van a desaparecer porque son, por un lado, funcionales y, por otro, necesarios para la cadena de consumo.
Otra cuesti¨®n es el desperdicio de envases y embalajes. De sobra es conocido el problema derivado de los residuos pl¨¢sticos que acaban en el oc¨¦ano, por no hablar de que no solo de este material viven los envases: los hay tambi¨¦n de cart¨®n, papel, metal, vidrio o madera. Para ponerlo en perspectiva, cada habitante de la Uni¨®n Europea genera de media 177 kilos al a?o de residuos procedentes de envases de todo tipo. Ante esto, la gran pregunta de industrias, empresas y consumidores es: ?se puede minimizar su uso y convertirlos en objetos circulares que puedan reciclarse y reutilizarse? La respuesta es s¨ª. De hecho, esta es una de las l¨ªneas de acci¨®n del Plan de Econom¨ªa Circular que, dentro de la Uni¨®n Europea, quiere reducir dr¨¢sticamente el desperdicio de estos recipientes y frenar su creciente producci¨®n.
Del est¨ªmulo en el consumidor a la sostenibilidad
El dise?o del envase primario ¨Caquel que est¨¢ en contacto con el producto¨C ha evolucionado con el paso del tiempo: ¡°Primero se pens¨® para proteger el contenido y, despu¨¦s, se fueron a?adiendo diferentes funciones, desde su ergonom¨ªa o el material del que est¨¢ hecho hasta c¨®mo se comunica con el consumidor en el lineal de una tienda¡±, explica Roberta Barban.
De hecho, el dise?o de estos recipientes ¨Cconocido como packaging¨C es tambi¨¦n una potente estrategia de marketing y comunicaci¨®n para las marcas. Seg¨²n Barban, elementos como el color, la forma o las representaciones gr¨¢ficas y referencias visuales son determinantes para captar r¨¢pidamente la atenci¨®n del consumidor. El color, por ejemplo, es un est¨ªmulo para la venta, prosigue Barban, un recurso emocional con el que se consigue generar una relaci¨®n persistente hacia el producto y la marca.
La personalidad que el dise?o otorga al envase, ¡°m¨¢s o menos seria, sofisticada o informal¡±, es otro recurso para conectar con el consumidor. ¡°El lenguaje del packaging es muy importante para transmitir una determinada sensaci¨®n sobre el producto, si es m¨¢s innovador o si es m¨¢s conservador, o relacionarlo con un determinado grupo social¡±, subraya Barban.
En este sentido, el compromiso con la sostenibilidad que tienen las marcas y su manera de transmitirlo a trav¨¦s del packaging juega un papel fundamental. Como revela un estudio reciente del Instituto de Investigaci¨®n Capgemini, el 79% de los consumidores est¨¢ cambiando sus preferencias de compra siguiendo criterios de responsabilidad social y medioambiental; un 52% afirma tener una conexi¨®n emocional con productos o empresas que perciben como sostenibles y el 64% asegura sentirse mejor cuando realiza este tipo de compras.
Envases en los que ni falta ni sobra
Para conectar con los consumidores, tambi¨¦n es necesario repensar el dise?o y la fabricaci¨®n de los envases, definiendo la manera de reducir los residuos de materiales altamente contaminantes o minimizar al m¨¢ximo posible el envasado de productos. Un ejemplo es la gu¨ªa elaborada por Leroy Merlin para la selecci¨®n sostenible de envases, atendiendo a criterios como la tipolog¨ªa de producto, su presentaci¨®n en lineal, y su transporte. Estas son algunas de sus recomendaciones:
Utilizar el envase solo si es necesario. En caso de que s¨ª lo sea debido a las caracter¨ªsticas del producto, siempre se puede ajustar a su tama?o, su peso y su fragilidad.
Reducir la cantidad de materiales del envase. Esto contribuye tambi¨¦n directamente en la reducci¨®n del consumo de materias primas en general.
Presentaci¨®n del producto en el lineal de la tienda. De esta forma, se pueden eliminar partes del envase dise?adas para colgar los productos que normalmente tienen la forma de una percha, y establecer alternativas como su colocaci¨®n directamente en una estanter¨ªa.
Evitar el envase unitario. Un error com¨²n que se puede observar en los expositores de comercios es la utilizaci¨®n de un embalaje por producto. En Leroy Merlin encontraron m¨¢s efectivo sustituir el envase unitario de algunos productos por un tipo de embalaje de cart¨®n que permite presentar las referencias alineadas y organizadas sin utilizar materiales superfluos.
Otros materiales son posibles. La reducci¨®n del uso de pl¨¢stico debe ser la primera opci¨®n siempre que se pueda, apostando por envases de materiales m¨¢s f¨¢cilmente reciclables como los metales, el cart¨®n y el papel. Los siguientes datos sobre el pl¨¢stico dan idea del ahorro que supone la reducci¨®n en su utilizaci¨®n.
Los pl¨¢sticos de un solo uso son uno de los grandes enemigos de la naturaleza. Tardan 500 a?os en degradarse y, seg¨²n el informe El pl¨¢stico y la salud, del Centro de Derecho Ambiental Internacional, las emisiones de gases de efecto invernadero del ciclo de vida de este material amenazan la capacidad de la comunidad global para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5¡ã C; si no se frena su fabricaci¨®n, en 2030 se alcanzar¨¢n los 1,34 gigatones por a?o, el equivalente a las emisiones liberadas por m¨¢s de 295 nuevas centrales el¨¦ctricas de carb¨®n.
El pl¨¢stico circular, la cuadratura del c¨ªrculo es posible
A pesar de todo, el pl¨¢stico puede seguir utiliz¨¢ndose para la elaboraci¨®n de envases siempre que cumpla una circularidad, es decir, que se recicle y se reutilice, como explica Roberta Barban: ¡°La naturaleza del producto determina tambi¨¦n el material que ha de utilizarse para la elaboraci¨®n de su recipiente. Lo vemos en la alimentaci¨®n o en productos qu¨ªmicos en los que hay que garantizar una seguridad para su protecci¨®n frente a la humedad, la temperatura, microorganismos y otros factores¡±. Barban a?ade que lo importante es utilizar tipos de pl¨¢sticos que se puedan reciclar f¨¢cilmente, porque no todos lo son.
Aun as¨ª, siempre que se pueda es mejor optar por materiales reciclados como el cart¨®n para la elaboraci¨®n de envases y aumentar su reciclabilidad evitando, eso s¨ª, la impresi¨®n y uso de tintas sobre los cartones, y la de barnices, adhesivos u otros elementos pl¨¢sticos que lo recubran porque impiden su reciclaje. Ocurre lo mismo con los envases de alimentos, como las cajas de pizza, por ejemplo: si tienen restos de comida, no se pueden depositar en el contenedor azul.
Otras veces, los envases est¨¢n compuestos por materiales distintos. Para su correcto reciclaje hay que separarlos previamente. Las marcas han de informar a los consumidores sobre la composici¨®n de los envases y embalajes y su punto de reciclaje. ¡°Solo as¨ª los consumidores podremos cumplir con nuestra responsabilidad y conseguir que los envases sean circulares¡±, concluye Barban.
?Y qu¨¦ ocurre con el embalaje de transporte?
Como explica la Guía para la selección de envases sostenibles de Leroy Merlin, el embalaje, que agrupa normalmente productos individuales para su traslado de los almacenes a las tiendas o a los hogares de los consumidores, tambié pueden ser sostenibles. Solo hay que tener en cuenta algunos aspectos:
- Priorizar el cartón sobre otros materiales y minimizar el uso de film retráctil siempre que se pueda.
- Evitar pegamentos y laminados, que impactan negativamente en la reciclabilidad del envase.
- Impulsar productos ecodiseñados para optimizar el espacio en el envase.
- Usar envases retornables para que, una vez vaciados los productos, puedan ser devueltos al proveedor y reutilizados para el mismo fin.
- Considerar el transporte de los productos: cuanto más viajan, mayor será su huella de carbono.