Los caminos de los investigadores para vencer a la diabetes
Las c¨¦lulas madre en investigaci¨®n han conseguido restaurar la secreci¨®n natural de insulina en modelos animales y los nuevos f¨¢rmacos, adem¨¢s de controlar el nivel de glucosa en sangre, ayudan a bajar de peso y protegen el coraz¨®n y el ri?¨®n
Dos investigadores canadienses, Frederick Banting y Charles Best, descubrieron en 1921 la mol¨¦cula de la insulina, un hito cient¨ªfico que marc¨® el inicio de un siglo de innovaciones en el cuidado de la diabetes que han salvado la vida de millones de personas. Leonard Thompson, un ni?o de 14 a?os con diabetes tipo 1, fue la primera persona que sorte¨® una muerte inmediata gracias a la insulina. Un siglo despu¨¦s, la perspectiva de los pacientes ha cambiado radicalmente: los investigadores dan por supuesto que en el futuro hay muchas posibilidades de curar la enfermedad, lo que no pueden precisar es cu¨¢ndo.
Como en otras enfermedades, la esperanza de curaci¨®n reside en las c¨¦lulas madre. De momento, el objetivo se centra en la diabetes tipo 1. Las investigaciones en modelos animales desarrolladas hasta ahora confirman que se puede lograr la secreci¨®n natural de insulina en ratones a los que se ha inducido previamente la enfermedad. Las personas con diabetes tipo 1, y en ocasiones tambi¨¦n las que sufren la tipo 2, carecen de las suficientes c¨¦lulas beta cuya funci¨®n es producir insulina para regular el nivel az¨²car en la sangre. Hasta ahora no se ha conseguido que el organismo las regenere, pero s¨ª incorporarlas desde otras fuentes.
Los investigadores han cultivado c¨¦lulas madre en laboratorio con ¨¦xito. El alcance de la investigaci¨®n lo avanza Klaus Langhoff-Roos, vicepresidente de la Unidad de C¨¦lulas Madre de Novo Nordisk, una de las compa?¨ªas farmac¨¦uticas que investiga en esta l¨ªnea: ¡°Las c¨¦lulas beta implantadas reaccionar¨ªan a los niveles de az¨²car en sangre de forma similar a las c¨¦lulas beta que hay en el p¨¢ncreas de una persona sin la enfermedad. Cuando hay niveles altos de az¨²car en la sangre al comer, las c¨¦lulas producen insulina, y viceversa¡±.
Disponer de un tratamiento que libera a los pacientes de la obligaci¨®n de administrarse varias veces al d¨ªa insulina, como ocurre en la diabetes tipo 1, supone un salto impresionante, seg¨²n Francisco Merino, jefe del Servicio de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n del Hospital La Fe de Valencia. ¡°Esta modalidad de diabetes se manifiesta en personas j¨®venes que conviven con la enfermedad toda la vida y en su evoluci¨®n pueden aparecer complicaciones como insuficiencia renal, ceguera o cardiopat¨ªa que merman su calidad y esperanza de vida¡±.
En la diabetes tipo 1 el cuerpo es incapaz de producir insulina porque el sistema inmune destruye accidentalmente las c¨¦lulas beta. La diabetes tipo 2 se da en edades m¨¢s avanzadas, a partir de los 45 a?os, y su origen est¨¢ vinculado al sedentarismo y la obesidad. Estos factores de riesgo hacen que las c¨¦lulas beta funcionen parcialmente y el organismo no produzca suficiente insulina para regular el nivel de glucosa en sangre o se vuelva resistente a ella. La segunda modalidad se controla en la mayor¨ªa de los casos con terapia oral, ejercicio f¨ªsico y dieta, mientras que la diabetes tipo 1 requiere que el paciente se inyecte insulina desde el momento del diagn¨®stico. Por este motivo y por el hecho de que la diabetes tipo 1 se presenta en edades muy tempranas y la persona que la padece es susceptible de sufrir m¨¢s secuelas justifican que la investigaci¨®n se haya iniciado en esta variante de la enfermedad.
?La investigaci¨®n en diabetes tipo 1 podr¨ªa trasladarse a la diabetes tipo 2 que afecta a la mayor parte de las personas con la enfermedad? En opini¨®n de Langhoff-Roos, ¡°es algo que se planea emprender a partir de los aprendizajes con diabetes tipo 1¡å. No obstante, la investigaci¨®n en curso en humanos ha de superar antes un importante escollo: evitar que el sistema inmune ataque las c¨¦lulas beta al interpretar que son algo ajeno al organismo, igual que hace cuando un virus o una bacteria intenta penetrar en ¨¦l. Los investigadores han pensado encapsular las c¨¦lulas beta antes de introducirlas en el cuerpo, una defensa que puede ser muy eficaz, sostiene el doctor Merino. ¡°La membrana permite la salida de insulina y la entrada de glucosa y nutrientes, pero no de anticuerpos ni gl¨®bulos blancos que puedan atacar las c¨¦lulas beta¡±.
El resultado obtenido en modelos animales demuestra el valor de apostar por la investigaci¨®n. M¨¢s que un gasto, es una inversi¨®n a futuro porque, entre otras cosas, mejora la calidad de vida de los pacientes y supone un ahorro econ¨®mico para el sistema sanitario porque reduce las complicaciones, algo especialmente importante en enfermedades muy frecuentes, como la diabetes. ¡°La investigaci¨®n permite ir avanzando en cualquier patolog¨ªa. Sin ella no tendr¨ªamos nuevas insulinas o nuevos dispositivos de sensor gluc¨¦mico, y no estar¨ªamos hablando de c¨¦lulas madre como potencial tratamiento¡±, apunta Francisco Merino.
Uno de los avances m¨¢s esperados por los pacientes con diabetes tipo 1 son las insulinas inteligentes que solo har¨¢n efecto cuando la glucosa est¨¦ alta y se prev¨¦ que est¨¦n pronto disponibles. Entre las investigaciones farmacol¨®gicas desarrolladas en los ¨²ltimos a?os que han supuesto un mayor adelanto terap¨¦utico para las personas con diabetes tipo 2 figuran los agonistas del p¨¦ptido similar al glucag¨®n tipo 1, m¨¢s conocidos como GLP 1. Sus beneficios alcanzan a todo el cuerpo.
Otro tipo de medicamentos con similares efectos a los GLP 1 son los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT-2). Ambos han supuesto un salto cualitativo, en palabras de Francisco Merino: ¡°Protegen el coraz¨®n y el ri?¨®n, que son los dos ¨®rganos m¨¢s afectados en la diabetes tipo 2. Es algo capital. Am¨¦n del control de la glucemia, contribuyen al control del peso y a una disminuci¨®n muy importante del riesgo cardiovascular¡±.
Desde hace un siglo, cuando se descubri¨® la insulina cada innovaci¨®n m¨¦dica y tecnol¨®gica ha facilitado la vida a los pacientes y ha mejorado su salud. Cada avance en el conocimiento de la diabetes ha aportado nuevas esperanzas de una vida plena y saludable. Y ahora, con la investigaci¨®n en c¨¦lulas madre, se da un salto adelante y la ilusi¨®n de una curaci¨®n posible a medio plazo aparece como una certidumbre en el horizonte.