Ingenio y tecnolog¨ªa al servicio del descanso eterno
"LifeGem" ofrece diamantes hechos, seg¨²n dice, con los restos de un ser humano
Las funerarias de EE UU han encontrado productos innovadores para hacer de la muerte algo a¨²n m¨¢s trascendental. Ofrecen una variedad infinita de productos que incluyen p¨¢ginas donde se puede, desde planear el propio entierro, hasta pedir ata¨²des fabricados con la forma deseada. Adem¨¢s, los m¨¢s novedosos art¨ªculos y tecnolog¨ªa son puestos a disposici¨®n de los internautas para garantizar un descanso eterno satisfactorio.
"LifeGem", una compa?¨ªa creada en 2001, propone literalmente joyas de difuntos, puesto que ofrece diamantes hechos, seg¨²n dice, con los restos de un ser humano. La compa?¨ªa, que est¨¢ domiciliada en el estado de Illinois, asegura que podr¨ªan pasar por "diamantes naturales, ya que poseen el mismo brillo, dureza y claridad".
La ¨²nica diferencia es que en lugar de estar extra¨ªdos de una mina, estas gemas estar¨ªan hechas artificialmente de un ser humano cremado, del que se pueden obtener hasta 50 piedras de 1 quilate. Como la mayor¨ªa de los diamantes naturales, estas particulares joyas en tonos amarillos tienen la capacidad de ser pulidas al gusto del cliente, explican.
La compa?¨ªa incluso ofrece crear gemas a partir de las cenizas de personas que murieron hace a?os, cuando no exist¨ªa esta tecnolog¨ªa, o de mascotas fallecidas. Los precios, que var¨ªan seg¨²n el tama?o y la cantidad, es de aproximadamente 2.500 d¨®lares para los m¨¢s baratos, pero rueden llegar a los 14.000 d¨®lares.
La 'video-l¨¢pida'
Otro funeral original es invenci¨®n de un estadounidense de Burlingame (California), Robert Barrows, quien acaba de patentar un equipo de v¨ªdeo que proyecta en una l¨¢pida v¨ªdeo-mensajes del ocupante de la tumba. Esa l¨¢pida hueca contiene una pantalla y un computador con un disco duro para almacenar los mensajes pregrabados por el difunto, que pueden variar, seg¨²n ¨¦l lo desee, desde frases de consuelo para sus seres queridos hasta historias y an¨¦cdotas de su vida.
La privacidad, sin embargo, no est¨¢ garantizada y todo visitante del cementerio puede amenizar su paso por el lugar sacrosanto activando el proyector. "No hay mejor negocio que el negocio del espect¨¢culo", dice en su p¨¢gina de Internet Barrows, quien en declaraciones a una publicaci¨®n estadounidense destac¨® lo interesante que puede ser ir a un cementerio y ver los v¨ªdeos de una persona desconocida para saber de su vida.
La "l¨¢pida-v¨ªdeo" todav¨ªa no est¨¢ a la venta, pero su inventor espera que en el futuro incluso los cementerios ganen dinero con el alquiler de aud¨ªfonos para que la gente escuche estos mensajes de ultratumba.
"A las estrellas volveremos"
En otra l¨ªnea, empresas como "Space Service Inc." hace posible el sue?o de muchos de viajar al espacio, a condici¨®n de haber pasado a mejor vida y disponer de algunos recursos, especialmente si el cliente es extranjero. "De las estrellas nacemos y a las estrellas volvemos" es el lema de esta compa?¨ªa que ofrece enviar al espacio y poner en ¨®rbita una porci¨®n simb¨®lica del cuerpo cremado del ser querido en sat¨¦lites comerciales.
Las porciones de cenizas, de un m¨¢ximo de siete gramos de peso, son puestas en c¨¢psulas individuales selladas y cargadas en los cohetes que finalmente viajar¨¢n al espacio. Las familias y amigos del difunto pueden asistir al lanzamiento en la base espacial y escuchar la cuenta atr¨¢s mientras ven a sus seres queridos partir encapsulados al espacio.
Seg¨²n los servicios, el coste va desde 995 d¨®lares hasta 5.300 d¨®lares, seg¨²n la cantidad de cenizas, un homenaje virtual al fallecido en la p¨¢gina oficial de la compa?¨ªa, un v¨ªdeo del lanzamiento, una r¨¦plica de la c¨¢psula y garant¨ªas de env¨ªo. El siguiente lanzamiento ser¨¢ el cohete Space X Falcon I que se prev¨¦ despegue este verano desde Vandenberg Air Force Base, en California.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.