Red.es alerta sobre un virus que roba las claves de las v¨ªctimas de 'phishing'

Red.es ha advertido de la aparici¨®n de un virus que roba las claves de las v¨ªctimas de 'phishing' o suplantaci¨®n de web para robar informaci¨®n confidencial y que han sufrido varios bancos. Seg¨²n informa el organismo p¨²blico en su p¨¢gina web, la incidencia del virus, bautizado como 'Sevalcabor' ('Robaclaves' al rev¨¦s), es a¨²n baja aunque es peligroso porque es capaz de neutralizar la actividad de los sistemas de protecci¨®n del ordenador infectado.

El virus, que se implanta en los ordenadores de los internautas que caen en la trampa del 'phishing', es de tipo troyano. Al presentarse "disfrazado" en forma de alguna utilidad, un juego o fotos comprimidas, el usuario puede caer en la trampa e instalarlo en su ordenador, lo que permite a su creador tomar el control del ordenador y utilizar dicho programa para copiar sus ficheros, manipular su sistema operativo, instalar otros programas o conseguir todos sus contrase?as, entre otras actividades fraudulentas.

'Sevalcabor' es capaz, adem¨¢s, de detener la actividad del ordenador cuando se navega por determinados sitios web, as¨ª como de detener los procesos de protecci¨®n activos en la m¨¢quina infectada, como los programas antivirus o Firewall, impidiendo que el usuario sea informado cuando se detecte tr¨¢fico sospechoso.

Ante esta "avalancha" de ataques de 'phishing', Red.es recuerda las cinco normas de "f¨¢cil aplicaci¨®n" para no caer en "la trampa". La primera es no atender a correos electr¨®nicos escritos en idiomas distintos del propio ya que la entidad financiera no se dirige al usuario en otra lengua que la determinada previamente.

Tampoco deben tenerse en cuenta correos enviados por entidades de las que no es cliente en los que le pidan datos ¨ªntimos o que afecten a su seguridad, sorteos u ofertas econ¨®micas ni mensajes que avisen del cese de actividades financieras recibidos por primera vez y de forma sorpresiva. Y finalmente, recuerda el CATA, deben despreciarse los correos de los que se sospeche, sobre todo, sin haber confirmado su autenticidad con la entidad firmante.