El cine se agarra a los mandos

En tiempos de cambio, multipl¨ªcate y acabar¨¢s acertando. O eso es lo que piensa la tercera industria m¨¢s importante de Estados Unidos, la del cine. Despu¨¦s de un a?o y medio en que las recaudaciones de las salas andan metidas en un desagradable tobog¨¢n, ya son muchos los que piensan en el videojuego como la fuente de ingresos que equilibre las cuentas y restaure, de paso, alguna que otra carrera a punto de aterrizar en una piscina sin agua. Entre ellos est¨¢ John Woo, el director chino que puso mirando Cara a cara a John Travolta y a Nicolas Cage en 1997 y, tres a?os despu¨¦s, met¨ªa a Tom Cruise en una Misi¨®n: Imposible 2 para acabar con el mortal virus chimera que amenazaba, en aquellos a?os, y en pantalla, con destruir el mundo.

Woo: hace un tiempo director de referencia y ni?o mimado por todos los grandes estudios; hoy, y despu¨¦s de dos naufragios consecutivos (Windtalkers y Paycheck), incapaz de poner en pie ninguno de esos rumores con nombre de superproducci¨®n a los que se le asocia. Entre ellos, las adaptaciones cinematogr¨¢ficas de dos videojuegos, Spy hunter y Metroid prime. Y ya se sabe: si la monta?a no se mueve, mejor ir preparando la mochila para llegar hasta ella.

"Hace unos a?os fui a E3 [una de las m¨¢s importantes ferias de videojuegos, que se celebra en Los ?ngeles, EE UU] y vi c¨®mo mi estilo de filmar las secuencias de acci¨®n era imitado por un mont¨®n de juegos que ni siquiera lo copiaban bien. Entonces pens¨¦ que deb¨ªa proteger mi estilo, y producir mis propios videojuegos". Con esta declaraci¨®n de intenciones, Woo anunciaba en el diario Hollywood Reporter el nacimiento de Tiger Hill, una compa?¨ªa que crea c¨®mics y juegos de cartas pero, sobre todo, videojuegos. Y en este ¨²ltimo E3, Los ?ngeles 2005, va y se presenta con Stranglehold para la consola Xbox 360.

Ambientado en Hong Kong y Chicago, recuperando a un actor fetiche, Chow Yun-Fat (Tigre y drag¨®n), y con ¨¦l al personaje protagonista de su pel¨ªcula m¨¢s emblem¨¢tica, Hard boiled (en la que un inspector de los duros, de apodo Tequila, intenta poner orden en un Hong Kong plagado de mafias chinas), est¨¢ claro que John Woo mira al pasado con tecnolog¨ªa de futuro para rehacer su presente.

Distribuido por Midway y programado por los creadores de Psi ops, un juego de acci¨®n con m¨¢s prestigio que ventas, Stranglehold tiene un camino dif¨ªcil. Su propuesta, festival de vasos rotos y arterias agujereadas, ya ha sido explotada con ¨¦xito por t¨ªtulos como Max Payne, la historia de amor con tintes de cine negro que elev¨® el list¨®n de los juegos de acci¨®n y cuya segunda parte lleva un a?o en la calle.

Falta saber si el fotorrealismo con el que han capturado las muecas de Yun-Fat o la habilidad de Woo para dise?ar tiroteos en lugares imposibles ser¨¢n suficientes para convencer a un p¨²blico algo descre¨ªdo. Si triunfa, Hollywood lo tendr¨¢ a¨²n m¨¢s claro. La hora de empezar a manejar mandos pads ergon¨®micos para consolas de ¨²ltima generaci¨®n habr¨¢ llegado.