El G-8 invertir¨¢ 3,9 millones en una tecnolog¨ªa para combatir la pornograf¨ªa infantil

Los porn¨®grafos han encontrado en Internet una herramienta que les permite intercambiar fotograf¨ªas y v¨ªdeos de menores de forma an¨®nima en la mayor¨ªa de los cosas. Pero la tecnolog¨ªa no s¨®lo juega a su favor. Interpol ha anunciado que pondr¨¢ en marcha una base de datos en cuya creaci¨®n se invertir¨¢n 3.2 millones de euros y que ayudar¨¢ a perseguir estos delitos.

Hamish McCulloch, un investigador brit¨¢nico de la organizaci¨®n policial internacional Interpol especializado en delitos de pornograf¨ªa infantil ha anunciado que los ocho pa¨ªses m¨¢s poderosos del mundo invertir¨¢n esa cantidad para crear una base de datos de im¨¢genes que, seg¨²n afirma, contribuir¨¢ a aumentar el n¨²mero de pa¨ªses que remiten las im¨¢genes pornogr¨¢ficas a las polic¨ªas de otros pa¨ªses. Esto es especialmente importante a la hora de identificar a las v¨ªctimas de estos delitos y perseguir a sus responsables. Actualmente, seg¨²n McCulloch, s¨®lo 20 pa¨ªses aportan estas fotograf¨ªas a Interpol.

"En la actualidad las investigaciones tienden a centrarse en incautarse de los ordenadores y examinarlos con m¨¦todos forenses para obtener pruebas (...), pero los pa¨ªses que intentan identificar a las v¨ªctimas son limitados", afirma el investigador brit¨¢nico. "Ah¨ª es donde hay que realizar el esfuerzo, una vez que has identificado a la v¨ªctima, identificas al abusador. La gran mayor¨ªa de ellos han sido identificados a trav¨¦s de las v¨ªctimas".

Desde 2001 la organizaci¨®n policial viene reuniendo todas las im¨¢genes de pornograf¨ªa infantil con que se encuentra, cientos de miles de fotograf¨ªas en las que aparecen unos 20.000 menores diferentes, seg¨²n sus estimaciones. De ellos s¨®lo se ha identificado y rescatado desde entonces a 346 de ellos, la mayor¨ªa en Suecia, Estados Unidos y Alemania, lo que refleja el compromiso de estos pa¨ªses con las investigaciones.

Hasta ahora, los pa¨ªses que quer¨ªan comprobar enviaban solicitudes concretas a la sede de Interpol en Francia, donde eran revisadas por dos agentes encargados de esta tarea, con la consiguiente lentitud que esto supone. Pero con el proyecto del G-8 el sistema ser¨¢ automatizado y abierto de forma que las polic¨ªas de todo el mundo puedan realizar sus propias b¨²squedas. Las im¨¢genes nuevas podr¨¢n entonces cruzarse r¨¢pidamente con las antiguas, y en el caso de que en estas aparezcan menores identificados las investigaciones recibir¨¢n un buen impulso.

El sistema no s¨®lo incluye las im¨¢genes, sino que incluye un software que permite decir si dos sujetos se parecen o son la misma persona, adem¨¢s de proporcionar datos sobre el lugar donde se produce el delito para relacionarlo con otras im¨¢genes encontradas en ordenadores incautados e Internet.