Hacia una nueva Internet
Hace dos d¨¦cadas, un brillante estudiante reci¨¦n licenciado puso a Internet contra las cuerdas con un simple programa inform¨¢tico que saltaba de ordenador en ordenador a la velocidad del rayo, bloqueando completamente la por aquel entonces diminuta red en el transcurso de unas pocas horas. El programa pretend¨ªa ser una broma digital. Pero desde entonces las cosas han empeorado considerablemente.
Lo suficiente para que los ingenieros y los expertos en seguridad tengan cada vez m¨¢s claro que la seguridad y la privacidad en Internet se han vuelto tan exasperantemente esquivas que la ¨²nica manera de solucionar el problema es volver a empezar.
Las caracter¨ªsticas que deber¨ªa tener la nueva Internet todav¨ªa es algo muy debatido, aunque una de las alternativas ser¨ªa, de hecho, crear una "comunidad cerrada" en la que los usuarios podr¨ªan ceder su anonimato y ciertas libertades a cambio de seguridad. Hoy en d¨ªa eso es lo que hacen muchos usuarios de Internet pertenecientes a empresas o al Gobierno.
Si se generalizara el uso de una nueva red m¨¢s segura, la actual Internet podr¨ªa terminar siendo el barrio conflictivo del ciberespacio. Entrar¨ªas en ¨¦l por tu cuenta y riesgo y no podr¨ªas bajar la guardia.
"A menos que nos replanteemos la actual Internet, nos enfrentaremos a una serie de cat¨¢strofes p¨²blicas", comenta Nick McKeown, un ingeniero de la Universidad de Stanford en California que est¨¢ involucrado en la construcci¨®n de una nueva Internet.
Eso se puso de manifiesto a finales del a?o pasado, cuando un malintencionado programa que se cree que fue lanzado por una banda criminal del Este de Europa de repente apareci¨® despu¨¦s de haber esquivado con facilidad las mejores ciberdefensas del mundo. Conocido como Conficker, r¨¢pidamente infect¨® m¨¢s de 12 millones de ordenadores devastando todo a su paso, desde el sistema inform¨¢tico de un quir¨®fano de Inglaterra hasta las redes inform¨¢ticas del ej¨¦rcito franc¨¦s.
Una nueva versi¨®n del programa conocida como Conficker B++ fue puesta en circulaci¨®n en febrero despu¨¦s de que los equipos de seguridad inutilizaran la capacidad destructiva del original. Conficker sigue siendo una bomba de relojer¨ªa. Pero pase lo que pase, Conficker ha demostrado que Internet contin¨²a siendo muy vulnerable a un ataque coordinado.
"Si busc¨¢ramos un Pearl Harbor digital, ahora mismo tenemos a los barcos japoneses dirigi¨¦ndose en tropel hacia nosotros en el horizonte!", afirma Rick Wesson, director ejecutivo de Support Intelligence, una empresa de asesor¨ªa inform¨¢tica.
Los dise?adores originales de Internet nunca previeron que llegar¨ªa un d¨ªa en que la red que hab¨ªan creado soportar¨ªa todas las comunicaciones y el comercio del mundo. Se le prest¨® poca atenci¨®n a la seguridad.
"En muchos aspectos probablemente estemos peor que hace 20 a?os, porque se ha dedicado todo el dinero a poner parches al actual problema en lugar de invertir en redise?ar nuestra infraestructura" opina Eugene Spafford, director ejecutivo del Centro para la Educaci¨®n e Investigaci¨®n sobre Garant¨ªas y Seguridad de la Informaci¨®n de la Universidad de Purdue, en Indiana, y pionero en la investigaci¨®n sobre seguridad en Internet.
A pesar de existir una pr¨®spera industria de seguridad inform¨¢tica mundial que se espera que alcance los 62.000 millones de euros en ingresos el pr¨®ximo a?o, y de que en 2002 el propio Microsoft empezase a intentar mejorar la seguridad de sus programas, la seguridad en Internet sigue deterior¨¢ndose.
Hasta las redes militares mejor pertrechadas han demostrado ser vulnerables. En noviembre, el mando militar de EE UU a cargo de las guerras de Irak y Afganist¨¢n descubri¨® que sus redes inform¨¢ticas hab¨ªan sido infectadas a prop¨®sito con programas que podr¨ªan haber permitido un espionaje devastador.
?sa es la raz¨®n por la cual cient¨ªficos armados con d¨®lares federales para investigaci¨®n y que trabajan en colaboraci¨®n con el sector est¨¢n intentando descifrar cu¨¢l es la mejor manera de volver a empezar. En Stanford, donde se dise?aron los protocolos de software para la Internet original, los investigadores est¨¢n creando un sistema que haga posible deslizar desapercibidamente una red m¨¢s avanzada bajo la Internet actual. A finales de verano empezar¨¢ a funcionar en ocho universidades.
La idea es construir una nueva Internet mucho m¨¢s segura y capaz de soportar una nueva generaci¨®n de aplicaciones de Internet todav¨ªa no inventadas.
El proyecto Clean Slate [Borr¨®n y cuenta nueva] de Stanford proporcionar¨¢ a los dise?adores de equipos y programas inform¨¢ticos una serie de herramientas para hacer de las caracter¨ªsticas de seguridad una parte m¨¢s integral de la red.
Una red m¨¢s segura implicar¨¢, casi con total seguridad, menos anonimato y privacidad. Es probable que ¨¦se sea el gran sacrificio que tengan que hacer los dise?adores de la pr¨®xima Internet. Pero demostrar la identidad probablemente seguir¨¢ siendo extraordinariamente dif¨ªcil en un mundo en el que resulta tan sencillo entrar en el ordenador de alguien desde el otro lado del mundo.
Mientras eso siga siendo as¨ª, construir un sistema completamente fiable continuar¨¢ siendo pr¨¢cticamente imposible.
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