La est¨¦tica de la m¨²sica port¨¢til cumple 30 a?os
La historia del entra?able 'walkman' remite a la lucha de su creador por lograr el reconocimiento de Sony
"Dec¨ªan que hab¨ªa que estar loco para ir por ah¨ª con cascos, que el walkman era s¨®lo un aparatito in¨²til inventado por un lun¨¢tico". Ninguno de los grandes fabricantes de aquel momento crey¨® a Andreas Pavel (Alemania, 1945), fil¨®sofo e inventor, pionero en la reproducci¨®n de m¨²sica por medio de aparatos port¨¢tiles. El creador del "cintur¨®n est¨¦reo" estaba convencido de que la criatura ten¨ªa por delante un m¨¢s que brillante porvenir. Por ello, el 30 aniversario de la primera producci¨®n en serie de un dispositivo de este tipo, el walkman de Sony, se cruza con la historia de la obstinaci¨®n de Pavel, que dedic¨® 25 a?os a defender la patente -o propiedad- del invento.
El patriarca de una familia luego integrada por el discman, el reproductor de minidisc, el mp3 y mp4, y el iPod naci¨® en Brasil, a finales de la d¨¦cada de 1960. Pavel y sus amigos se reun¨ªan con regularidad para escuchar discos (de Bach a Janis Joplin), y debatir sobre pol¨ªtica y filosof¨ªa, seg¨²n recoge un reportaje de The New York Times . En esos encuentros fantaseaban con la posibilidad de llevar sus canciones adonde quiera que fuesen. Inspirado en ese sue?o, Pavel concibi¨® el "cintur¨®n est¨¦reo", que patent¨® en Europa, Estados Unidos y Jap¨®n, en 1977.
En 2003, Pavel reivindic¨® moral y econ¨®micamente su propiedad intelectual sobre el reproductor port¨¢til
La extinci¨®n del prejuicio
Dos a?os despu¨¦s, a finales de junio, el walkman de Sony llegaba al mercado. El aparato era caro, voluminoso y pesado, pero ninguna de estas desventajas impidi¨® que su empleo se expandiese hasta transformarse en un s¨ªmbolo de los 80. El prejuicio inicial pronto fue dejado de lado y las calles se llenaron de peatones "aislados" de la muchedumbre. El reproductor port¨¢til cambi¨® para siempre los tediosos y solitarios desplazamientos en las grandes ciudades. A su lado, el casete se impuso como soporte en detrimento del disco de vinilo. El tocadiscos comenzaba a quedar inc¨®modo y anticuado: para ¨¦l hab¨ªa empezado la irreversible transformaci¨®n en producto vintage.
Sony vendi¨® millones de walkman y fabric¨® decenas de modelos -el nuevo siempre mejoraba un aspecto del anterior- hasta que el casete entr¨® en crisis como consecuencia de la irrupci¨®n del disco compacto. Pero el cambio de plataforma vino acompa?ado de una versi¨®n espec¨ªfica de reproducci¨®n port¨¢til. En 1985, la l¨ªnea walkman incorpor¨® un aparato para CD, que coexisti¨® durante varios a?os con el dispositivo original. En 2003, cuando la multinacional japonesa empleaba todos sus esfuerzos en la creaci¨®n de admin¨ªculos compatibles con los revolucionarios archivos digitales, Pavel gan¨® la pulseada legal, y obtuvo el reconocimiento moral y econ¨®mico de su propiedad intelectual sobre el reproductor port¨¢til.
"Sucedi¨® por la pura experiencia est¨¦tica", confiesa el padre del walkman a The New York Times frente al interrogante sobre las motivaciones que determinaron la creaci¨®n del invento. Los a?os han modificado el dispositivo para potenciar el concepto. La supervivencia de la esencia no necesitaba ser demostrada, pero, la semana pasada, la BBC hizo el experimento con uno de los primeros reproductores port¨¢tiles y un adolescente de 13 a?os. El usuario -acostumbrado al iPod- concluy¨® con nostalgia: "Uno puede imaginarse la emoci¨®n del primer equipo. Es posible que ese tipo de sensaci¨®n se haya perdido por la avalancha constante de nuevos productos".
Consulte el especial que elabor¨® Sony a prop¨®sito de los 30 a?os del 'walkman'.
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