Albarrac¨ªn re¨²ne a los amantes del fotoperiodismo

Albarrac¨ªn engancha. Hay sitios que tienen un especial im¨¢n para agradar, para enganchar, y este es uno de ellos. Es dif¨ªcil llegar. No est¨¢ cerca de nada, salvo de su capital Teruel, pero cada a?o hay m¨¢s gente dispuesta a pasar aqu¨ª unos d¨ªas y disfrutar del paisaje, y de unos seminarios que Gervasio S¨¢nchez, (periodista, fot¨®grafo y Premio Nacional de Fotograf¨ªa, entre otros honores) ha organizado para los amantes de la fotograf¨ªa, y del periodismo. Ya va por la d¨¦cima edici¨®n y este a?o son 300 los participantes admitidos.

Antonio Jim¨¦nez, presidente de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa de Albarrac¨ªn, es un amante del pueblo. S¨®lo habla de sus encantos y de c¨®mo conservarlo en las mejores condiciones. Es el promotor de una cincuentena de acciones culturales a trav¨¦s de la Fundaci¨®n. Cuenta Gervasio S¨¢nchez que Jim¨¦nez le invit¨® un fin de semana al pueblo, y le pidi¨® "que le echara una mano por Albarrac¨ªn". Al principio se mostr¨® reacio, pero reconoce que se qued¨® enganchado de Albarrac¨ªn. As¨ª que, de tanto insistir, cedi¨®. Eso s¨ª, con dos condiciones, un presupuesto decente y libertad de acci¨®n. S¨¢nchez y Sandra Balsells, fot¨®grafa y profesora de la Universidad Ram¨®n Llull, son los responsables de esta cita con la fotograf¨ªa.

El primer seminario se hizo en diciembre de 2001 y recuerda que el pueblo qued¨® aislado por la nieve. As¨ª que cambiaron las fechas a octubre, despu¨¦s de la fiestas aragonesas del Pilar. Sigue sorprendi¨¦ndose que "en un lugar tan alejado de todo, venga gente de todas partes y, adem¨¢s que tenga tanto ¨¦xito". Por aqu¨ª desfila la flor y nata de nuestra mejor fotograf¨ªa, se hacen libros, conferencias, seminarios, mesas redondas, proyecciones, talleres pr¨¢cticos. Incluso se otorgan cinco becas a los mejores aficionados seleccionados a partir de las cr¨ªticas de sus fotograf¨ªas. Y tambi¨¦n se beca a un profesional para que durante una a?o, venga libremente por Albarrac¨ªn, y haga un reportaje gr¨¢fico que luego dar¨¢ lugar a un libro.

Hasta la fecha hay tres libros, el primero de Bernard Plossu, el siguiente de Joan Fontcuberta y el ¨²ltimo, presentado hoy, de Juan Manuel Castro Prieto con textos de Antonio Ans¨®n. El pr¨®ximo ser¨¢ el de Mart¨ªn Llorens.

Gervasio S¨¢nchez no para, es un hiperactivo que pone firmes a los 300 asistentes de este a?o, y eso "que las solicitudes eran 450", nos dice. "Este a?o han venido de 31 provincias distintas, 60 de Madrid, 56 de Barcelona, 29 de Valencia, 25 de Castell¨®n, 6 de Alicante, 30 de todo Arag¨®n. Hay dos que no se han perdido ninguna convocatoria. Algunos son profesionales que han sido invitados y luego vuelven por libre. Por aqu¨ª andan Mireia Sent¨ªs, Rafael Navarro, Paco Junquera, y m¨¢s".

En el d¨¦cimo aniversario por primera vez repiten algunos de los invitados de pasadas ediciones, como Cristina Garc¨ªa Rodero, Juan Manuel Castro Prieto, Publio L¨®pez Mond¨¦jar, Enrique Meneses, Ram¨®n Masats, Eugeni Forcano, Ouka Leele y Cristobal Jara. A la vez que se homenajea a aquellos que tambi¨¦n estuvieron en otras ediciones, pero que nos han dejado, como Ricard Terr¨¦, Koldo Chamorro, Francisco Onta?¨®n, Antonio Corvas¨ª y Luis Mompel.

Juan Manuel Castro recuerda que para su libro sobre Albarrac¨ªn realiz¨® todas las fotograf¨ªas con una c¨¢mara de madera de placas de un tama?o de 20 por 25 cent¨ªmetros, "un caj¨®n", como le dec¨ªan en el pueblo. Cuenta que el tiempo es muy importante para ¨¦l y que aqu¨ª ten¨ªa todo lo que necesitaba, tiempo y su pasi¨®n por la vida rural -de la que ¨¦l proviene, aunque naci¨® y vive en Madrid-. El resultado se puede ver en una exposici¨®n de las fotograf¨ªas a gran tama?o, donde se aprecia su sincron¨ªa con los personajes y ese toque de desenfoque muy controlado, a veces a base de descentramientos, que obliga a centrar la mirada en aquello que ¨¦l quiere resaltar. No perdona ni en los retratos, con un campo de foco m¨ªnimo, lo justo para mantener la mirada con el retratado. Dice Castro que "la memoria es lo m¨¢s importante" y que "ha tratado que est¨¦ presente en sus im¨¢genes". Por eso ha recurrido a los retratos de personas mayores, "los que se acuerdan de todo lo que ocurri¨® aqu¨ª".

El mejor historiador de fotograf¨ªa de Espa?a, y fot¨®grafo a su vez, Publio L¨®pez Mond¨¦jar, es el encargado de mantener una conversaci¨®n p¨²blica con el gran Ram¨®n Masats que no tiene desperdicio. La iron¨ªa de Ram¨®n dispara las risas de todas las salas donde se sigue, en vivo y a trav¨¦s de unas pantallas de v¨ªdeo. A Masat, que dej¨® el cine por la fotograf¨ªa, todos los cambios le parecen sencillos. Trabaj¨® en blanco y negro hasta que la editorial Lunwerg le pidi¨® las fotograf¨ªas en color, "cambi¨¦ el chip y ya est¨¢", dice. Recuerdan el concurso de fotograf¨ªa Negtor, el m¨¢s importante de la ¨¦poca, y como se llev¨® el primer premio dotado con 15.000 pesetas con una foto horrible de ovejas. Le entrevistaron y no tuvo ning¨²n reparo en decir que el jurado se hab¨ªa equivocado y que la fotograf¨ªa era mal¨ªsima. Dice que "hay dos maneras de maneras de enfrentarse al trabajo de un libro, leyendo el texto antes -como hizo con Delibes y su Tierra de campos- y enfrent¨¢ndose despu¨¦s a las fotograf¨ªas. O. justo al contrario, como le pas¨® con Ignacio Aldecoa, que le meti¨® en el ambiente del boxeo madrile?o y le dej¨® trabajar a su antojo. Luego le escribi¨® los textos, maravillosos".