"No se requiere ninguna investigaci¨®n"
Los informes demuestran el horror de los abusos que EE UU no quiso investigar en Irak
"No se requiere ninguna investigaci¨®n". Este sello reposa sobre la mayor parte de las denuncias de abusos referidos en los documentos filtrados por Wikileaks.
Soldados estadounidenses recopilaban casos de iraqu¨ªes azotazos, torturados con mangueras, sodomizados o domesticados a base de descargas el¨¦ctricas por las propias fuerzas de seguridad iraqu¨ªes que la invasi¨®n estadounidense hab¨ªa aupado al poder.
Cientos de agresiones injustificadas y torturas recorren las p¨¢ginas de los casi 400.000 documentos sacados a la luz.
Un sargento de los marines estadounidenses observa a un prisionero iraqu¨ª. Est¨¢ atado y con los ojos vendados. The Guardian explica que eso no impide que el soldado iraqu¨ª que lo custodia lo pisotee y le d¨¦ una patada en el cuello. El marine describe el episodio en un informe. Se clasifica con el sello "No investigation required", no se requiere ninguna investigaci¨®n.
Una agresi¨®n menor comparada con otras muchas. La polic¨ªa detiene a un hombre sospechoso de preparar un ataque suicida con explosivos. En la comisar¨ªa un agente le dispara en la pierna. A continuaci¨®n se encadenan una serie de malos tratos que le dejan unas secuelas "que ascienden a costillas rotas", laceraciones por hebillas de cintur¨®n, barras y dem¨¢s objetos contundentes. El veredicto que preside el informe completo es "sospechas razonables de abusos". La ¨²ltima palabra: "No se requiere m¨¢s investigaci¨®n".
Como detallan los informes, muchas de las v¨ªctimas de estas agresiones, que en ocasiones no son epis¨®dicas, sino aut¨¦nticos casos de tortura sistem¨¢tica, fueron revisadas por m¨¦dicos estadounidenses. Los expedientes que detallan las lesiones pasan por todos los tr¨¢mites necesarios y, finalmente son siempre desechados.
Las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes, acostumbradas a moverse con impunidad y a la violencia aprendida durante el r¨¦gimen de Saddam Hussein, no escatiman en imaginaci¨®n a la hora de idear sus torturas: agresiones con antenas de televisi¨®n, cadenas de acero... Prisioneros atados al techo, heridos a los que sus torturadores les abren las heridas... La muerte de al menos seis de estos hombres est¨¢ contemplada en los informes que estaban en posesi¨®n del Ej¨¦rcito estadounidense. La respuesta fue invariablemente una: "No se requiere ninguna investigaci¨®n".
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