Francia aplicar¨¢ el canon digital a las tabletas, excepto a las equipadas con Windows

El Gobierno franc¨¦s planea aplicar a las tabletas el canon digital por copia privada. Lo sorprendente de la medida es que estar¨ªan exclu¨ªdas las equipadas con el sistema operativo de Microsoft Windows. Seg¨²n la normativa, la tasa se aplicar¨ªa a tabletas "equipadas con sistemas operativos para m¨®viles o espec¨ªfico para ellas". Este criterio incluye las de Apple o la de los fabricantes que han optado por el sistema operativo para m¨®viles de Google, Android, pero salvar¨ªa a aquellos que han recurrido a Windows 7 por considerarse un sistema operativo para ordenadores.

Seg¨²n Numerama, la tasa se aplicar¨ªa a todas las tabletas a partir de un m¨ªnimo de memoria. La tasa m¨¢s baja supondr¨ªa el pago de 12 euros.

"?C¨®mo se puede afirmar seriamente que una tableta con Windows no realiza copias privadas como puede hacerlo una con Android?", se pregunta el fundador de Archos, uno de los fabricantes afectados. La patronal francesa de fabricantes est¨¢ dispuesta a recurrir la orden que deber¨¢ publicarse el 12 de enero. Estas empresas sostienen que las tareas de las tabletas, bajo cualquier sistema operativo, son asimilables a las de un ordenador.

Contra la negligencia

Por otra parte, el Gobierno franc¨¦s ha publicado un decreto por el que pretende crear una lista de los programas que sirven para blindar una conexi¨®n a Internet. El plan del Gobierno consiste en publicar una lista de estos programas, una vez reconocidos por la autoridad administrativa. La iniciativa est¨¢ directamente relacionada con la ley Hadopi que castiga las descargas de contenidos protegidos por derechos y que puede conducir, tras tres avisos, al corte de la conexi¨®pn a Internet. Para evitar que el internauta alegue que su m¨¢quina ha sido utilizada para las descargas sin su conocimiento deber¨¢ probar que no ha sido negligente en impedir el acceso de terceros a su m¨¢quina. Una manera de objetivar la prueba es haber instalado uno de esos programas, aunque su instalaci¨®n no es obligatoria.

La industria de seguridad recela de la iniciativa del Gobierno porque la lista puede excluir el mercado productos igualmente ¨²tiles a este objetivo.

La ampliaci¨®n del concepto de negligencia ha sido motivo de debate en Francia. El rastreo de direcciones IP de Internet para detectar descargas puede llevar hasta un determinado ordenador conectado, pero no a la persona que estuvo detr¨¢s de la m¨¢quina. Las autoridades quieren taponar una previsible v¨ªa de escape del internauta que podr¨ªa argumentar que la descarga se hizo con su conexi¨®n pero que ¨¦l no hab¨ªa sido.

El titular de la conexi¨®n ser¨¢ culpable de negligencia si no ha puesto las barreras necesarias para controlar los accesos y usos de su conexi¨®n y no lo ha hecho tras recibir un primer aviso por correo electr¨®nico, una segunda alerta mediante carta certificada y la comunicaci¨®n final de que su caso se env¨ªa al juez. Durante este proceso, que puede durar un a?o, el titular de la conexi¨®n debe reaccionar de acuerdo con lo que le exigen las autoridades.

La conducta negligente tiene su propio castigo: multa de 1.500 euros y, m¨¢ximo, un mes sin Internet. Esta pena se aplicar¨¢ tanto si el titular de la conexi¨®n es una persona particular como una empresa, lo que dibuja un horizonte de incertidumbre en hoteles o cibercaf¨¦s que ofrecen conexi¨®n a sus clientes. Un hotel puede ver c¨®mo el juez deja al establecimiento sin conexi¨®n a Internet por culpa de un hu¨¦sped que probablemente no ser¨¢ perseguido por su conducta.

En Espa?a se contempla en el C¨®digo Civil la conducta negligente, pero en determinados casos que no incluyen esta situaci¨®n. La m¨¢s cercana a ella es el caso del propietario de un coche que recibe una multa por una infracci¨®n que ha cometido otro conductor de su veh¨ªculo. El afectado puede recurrir informando que ¨¦l no era el conductor.