H¨¢cker hackeado
El congreso del Chaos Computer Club promueve y analiza la creatividad buscando usos alternativos a los aparatos
El segundo d¨ªa del 27 congreso del Chaos Computer Club (27C3) tiene una agenda casi tan apretada como la del d¨ªa anterior. Hackear no significa necesariamente encontrar las cosquillas a un sistema operativo dado o hallar deficiencias a alguno de los artilugios tecnol¨®gicos con los que estamos acostumbrados a convivir, ¨¢reas en las que se centran muchas de las conferencias del congreso, si no encontrar v¨ªas alternativas de hacer las cosas, como por ejemplo crear sistemas l¨®gicos neum¨¢ticos en vez de electr¨®nicos o conseguir que un dispositivo dado haga algo o usarlo para algo para lo que no estaba pensado, como transformar una impresora Epson en un modo asequible para el dise?o de circuitos en la construcci¨®n de placas base.
"Hab¨¦is sido hackeados" dice Corey Cerovsek (violinista y programador) al t¨¦rmino de un concierto que ha dado acompa?ado de Julien Quentin (piano). "Hace unos d¨ªas nos planteamos como conseguir dar un concierto de m¨²sica cl¨¢sica en un congreso de hackers y..." dicen con cierta sorna recibida con risas por el entusiasmado p¨²blico. Los dos m¨²sicos junto a Alex Antener han creado para el 27C3 un espect¨¢culo reinvindicativo alrededor del copyright, los creative commons y la cultura libre, interpretando piezas de m¨²sica cl¨¢sica bien conocidas (composiciones de Debussy y Beethoven) combinandas con proyecciones llenas de humor e iron¨ªa y trozos de v¨ªdeo o m¨²sica de artistas conocidos. Despu¨¦s de recibir tremendos aplausos, a la pregunta de que tipo de "hardware" han utilizado, responden con gracia que un Steinway y un Stradivarius.
El congreso es tamb¨ªen un foro para proyectos que usan de forma creativa las tecnolog¨ªas actuales. Poner un robot explorador en la luna sin formar parte de una agencia espacial es tarea ardua. Y sin embargo exactamente eso es lo que intentan conseguir los "Cient¨ªficos a tiempo parcial" (Part Time Scientists) un equipo internacional de ingenieros, cient¨ªficos e inform¨¢ticos. Entusiastas a t¨ªtulo personal, grupos de universidades e incluso un veterano del programa Apollo, Jack W. Crenschaw, apoyados por empresas e instituciones, son las 17 personas repartidas en equipos de trabajo coordinadas por Robert Boehme, ingeniero de sistemas y el fundador del proyecto. Se presentan al concurso Google Lunar X Prize, una competici¨®n para mandar a la luna la primera misi¨®n robotizada privada de la historia aeroespacial. Para finales de 2013 alguno de los 23 equipos participantes en la competici¨®n de Gogle debe conseguir realmente llevar su robot a la luna, si no lo hace nadie, habr¨¢ una pr¨®rroga hasta 2015. "Un familiar me cont¨® sobre el premio y me dije: bueno, esto es algo que yo puedo hacer" declara el joven de 24 a?os (el m¨¢s joven del equipo). Desde el 2007 trabaja en sus ratos libres con un equipo que ha ido creciendo con el tiempo y las necesidades del proyecto. Usando ideas innovadores combinadas con tecnolog¨ªa punta pretenden adem¨¢s de llegar a la Luna, llegar al coraz¨®n de sus cong¨¦neres y "que encuentren en este proyecto una fuente de inspiraci¨®n".
Transmisi¨®n y gesti¨®n en tiempo real de datos por internet es algo que a m¨¢s de un trabajador en zonas de conflicto podr¨ªa poner nervioso. Bicyclemark (Mark Fonseca Rendeiro) es un periodista y activista con una "saludable falta de respecto por las convenciones period¨ªsticas" como declara en su web Citizen Reporter. Ha estado recientemente en Afganist¨¢n participando en la campa?a de observaci¨®n de las elecciones del pasado septiembre, donde se incorpor¨® al equipo de observadores internacionales para ense?arles a usar Ushahidi, una herramienta de crowdsourcing de c¨®digo abierto y gratis pensada para compartir informaci¨®n sin barreras y para el mapeo de datos interactivamente. Muy ¨²til en la gesti¨®n de crisis (como en Hait¨ª) aunque en este caso se utiliz¨® para hacer seguimiento de las elecciones afganas. Una de las grandes ventajas de este sistema es la rapidez de gesti¨®n de la informaci¨®n agilizando la comunicaci¨®n de los informes de los observadores.
El mundo de los hackers, los ordenadores y la tecnolog¨ªa no s¨®lo es fuente de inspiraci¨®n para la literatura, sino que tambi¨¦n ocurre al rev¨¦s. Nombre, t¨¦rminos, conceptos y posturas se toman prestados o se inspiran en la literatura, especialmente la ciencia ficci¨®n, que estaba muy asimilada en los albores de la escena hacker. Con la participaci¨®n de los asistentes se ha hecho un repaso a las obras m¨¢s influyentes entre las que se encuentras texto bien conocidos, como las obras completas de William Gibson (uno de los padres del ciberpunk), su colaboraci¨®n con Bruce Sterling The Difference Engine (1990), algunas de Neal Stepheson como Snow crash (1992), The Diamond Age (1995), Cryptonimcon (1999), In the begining... was the command line (1999) y Anathem (2008). Otras quiz¨¢s menos conocidos para el p¨²blico en general como Neverwhere ( 1996) de Neil Gaiman y llevada a la televisi¨®n por la BBC. Tambi¨¦n hab¨ªa un hueco para cl¨¢sicos como Farenheit 451 (1953) de Rad Bradbury o Solaris (1961) de Stanislaw Lem con dos versiones cinematogr¨¢ficas, la primera en 1972 de Andrei Tarkovsky y la m¨¢s actual de 2002 protagonizada por George Clooney.
Precisamente con un reportaje audiovisual sobre Stanislaw Lem realizado por seis miembros del taller radiof¨®nico de la universidad Humboldt de Berl¨ªn se cierra esta segunda jornada. El relato hace un fant¨¢stico viaje por la vida del genial escritor polaco (1921-2006) mezclando hechos reales con situaciones noveladas, saltos alante y atr¨¢s en el tiempo y conversaciones con su yo del futuro: " Toc, toc, toc. -Adelante, pero... -No preguntes, no dejes que hagan una pel¨ªcula de Solaris. Ni una primera vez y mucho menos una segunda. ?Van arruinar nuestro trabajo!. Deber¨ªas por una vez escucharme a m¨ª, el viejo."
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