EE UU eval¨²a el modelo espa?ol de protecci¨®n al internauta
El director de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos se reune con miembros de la Administraci¨®n de Obama
El director de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD) visit¨® esta semana Estados Unidos justo cuando Espa?a se encuentra en el centro de un debate internacional que afecta tanto a la industria privada como a la administraci¨®n p¨²blica norteamericana: ?Tiene derecho un Gobierno a eliminar contenido de un buscador porque vulnera el derecho a la intimidad o al honor de un ciudadano? Legisladores y empresarios de EE UU, el pa¨ªs en el que tienen su sede los gigantes de la Red, dicen que si pudiera hacerlo incurrir¨ªa en censura. En Espa?a, sin embargo, se defiende en¨¦rgicamente el derecho del ciudadano a decidir cuando quiere que su nombre quede libre de insultos y usos ileg¨ªtimos en la Red.
Desde que ocup¨® su cargo en 2007, Artemi Rallo se ha convertido en embajador no oficial de un efectivo modelo de protecci¨®n al internauta, largamente experimentado en Espa?a y totalmente desconocido para EE UU. Esta semana convers¨® con representantes de las comisiones federales de Comercio y de Telecomunicaciones y del Departamento de Comercio, unas instancias que, bajo el mandato del presidente Barack Obama, buscan un equilibrio entre la protecci¨®n a las empresas de Internet para publicar contenido de forma libre y el amparo a los internautas para que puedan preservar su derecho al olvido y a la privacidad online.
"En EE UU hay una libertad de expresi¨®n fuertemente protegida en la constituci¨®n", explica Rallo. "Y existen diferencias culturales y jur¨ªdicas respecto al modelo espa?ol. Por ejemplo, cuando Google implant¨® el servicio se Street View [mapas de las calles de las ciudades confeccionados con fotograf¨ªas] no hubo m¨¢s que algunos problemas puntuales en EE UU. En Espa?a, como en otros pa¨ªses europeos, Google acudi¨® a todas las autoridades posibles para avisar del producto y prever posibles problemas de privacidad. Puede decirse que esas empresas norteamericanas van adapt¨¢ndose poco a poco a la cultura que prima en Espa?a y en Europa, de protecci¨®n y mayores garant¨ªas al ciudadano".
No existe aqu¨ª en EE UU ninguna agencia dependiente del Ejecutivo que vele por el derecho a la privacidad de los internautas, como la AEPD. Y mucho menos, cuando la agencia que lidera Rallo es una de las pocas del mundo que tiene capacidad punitiva. El problema surge cuando las empresas que lideran Internet, radicadas en EE UU, se tienen que enfrentar a legislaciones que protegen m¨¢s al internauta que la norteamericana. "M¨¢s all¨¢ del discurso de la cultura empresarial norteamericana, esas empresas deben darse cuenta de que hay una realidad jur¨ªdica en Espa?a, y en el resto de Europa, que deben respetar. No se trata de decisiones aleatorias, es un marco legislativo distinto", explica.
Esos casos desorientan a empresas como Google. El lunes, el peri¨®dico The Wall Street llevaba a una de sus portadas la inquietud del mayor buscador de la Red en Espa?a por 80 casos que la AEPD ha llevado a los tribunales. Quiere esa agencia que Google borre de sus p¨¢ginas diversos resultados que considera que vulneran el derecho al olvido de otros tantos ciudadanos. Los cinco primeros llegaron a la Audiencia Nacional, que dio a Google y la AEPD un plazo de 15 d¨ªas, que venci¨® esta semana, para que presenten alegaciones a favor o en contra de llevar el caso al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea. Precisamente una disputa entre el Gobierno espa?ol y Google puede llevar a una decisi¨®n definitiva por parte de las instancias europeas de qu¨¦ es el derecho al olvido y c¨®mo se aplica.
Ya acus¨® Google a Espa?a de censura hace un a?o, ante las m¨¢ximas instancias legislativas de EE UU, el Senado y la C¨¢mara de Representantes. Criticaron en concreto la decisi¨®n de un juzgado de suprimir una serie de p¨¢ginas que llamaban al boicot de productos catalanes dentro de la red de blogs Blogger, propiedad de Google. Aquello provoc¨® que la empresas equiparara a Espa?a con pa¨ªses que censuran por motivos pol¨ªticos como Siria, Ir¨¢n o China. Entonces los portavoces de la empresa en Espa?a tildaron esa lista de error, pero nadie se desdijo en la sede de Google aqu¨ª en Washington.
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