"Apple lo tiene m¨¢s f¨¢cil que Android"
John Lagerling, director de alianzas del sistema operativo, prepara la conquista del televisor
John Lagerling es director de alianzas de Android, el sistema operativo de Google que de momento funciona en m¨®viles y tabletas. Pronto estar¨¢ en m¨¢s aparatos, no solo en los televisores. Este ingeniero de origen sueco recuerda c¨®mo en la primera aparici¨®n de Google en el congreso mundial de m¨®viles nadie entend¨ªa su presencia: ¡°ten¨ªamos que explicar c¨®mo ¨ªbamos a colaborar con las operadores y fabricantes. Por suerte ya estamos establecidos, tenemos un ecosistema y miramos al futuro como l¨ªderes en tel¨¦fonos inteligentes¡±.
Cada d¨ªa se activan m¨¢s de 850.000 aparatos que funcionan con este sistema. El r¨¦cord lo batieron el 25 de diciembre. Parece que los m¨®viles con el robot verde fueron el regalo ideal para m¨¢s de un mill¨®n de personas.
Google, cuya zona en la feria estaba llena de m¨¢quinas expendedoras de chucher¨ªas, j¨®venes que preparan batidos o regalan helados con forma de Android ¨Cun gui?o a Ice Cream Sandwich, su ¨²ltima actualizaci¨®n. Los m¨¢s atrevidos se lanzan por el tobog¨¢n de la primera planta.
Lagerling se deja llevar por el ambiente desenfadado pero no pierde de vista su misi¨®n: ¡°Llegar a acuerdos con compa?¨ªas y buscar todav¨ªa m¨¢s aliados. Les cuento nuestros planes secretos para elevar el valor del ecosistema Android¡±. Esto de ¡°planes secretos¡± suena casi a pel¨ªcula de espionaje de Serie B, sobre todo cuando se niega a desvelarlos.
Android trata de marcar diferencias ante la todo poderosa Apple y el reci¨¦n llegado Windows Phone, uno de los grandes triunfadores de la feria de la mano de Microsoft. ¡°Vivimos una batatilla de ecosistemas. El consumidor no est¨¢ comprando un aparato, est¨¢ comprando un mundo de acceso a aplicaciones y contenidos. Hemos sabido ser una opci¨®n atractiva para muchos fabricantes¡±, argumenta.
Samsung, HTC y Sony ya llevan tiempo en este entorno. Panasonic es la ¨²ltima en sumarse. ¡°Todos estos fabricantes hacen tabletas, m¨®viles, televisores por lo que se cierra el c¨ªrculo. No hay que comprar todo al mismo fabricante, sino lo que se quiera a cada uno porque la compatibilidad est¨¢ asegurada¡±.
Lenovo ha sido la primera empresa en poner Android en una televisi¨®n como su interfaz principal. Lo ha hecho con Ice Cream Sandwich, la versi¨®n de Android que se adapta a cualquier tama?o de pantalla, desde un m¨®vil a un monitor de 60 pulgadas. ¡°Cada vez somos m¨¢s flexibles, m¨¢s f¨¢ciles de integrar en cualquier aparato¡±, explica y de nuevo crea una expectaci¨®n sin dar un ejemplo conciso, ¡°pronto veremos ejemplos m¨¢s poderosos¡±. Podr¨ªa referirse a unas supuestas gafas de realidad aumentada que desde hace unas semanas son la comidilla en los blogs. Asegura que no comentan rumores, aunque casi siempre son las propias empresas las que los fomentan para generar expectaci¨®n.
Andy Rubin, m¨¢ximo responsable de Android, durante un encuentro a puerta cerrada con periodistas dej¨® caer que el robot verde planea su llegada los hogares: ¡°la siguiente frontera est¨¢ en el hogar, cuando se llega a casa y se dejan las llaves, el m¨®vil y el trabajo. ¡°Siento que si no metemos Android en los hogares, esto no funcionar¨¢¡±.
Despu¨¦s de acostumbrarnos a tocar ordenadores y tabletas, resulta extra?o que las televisiones no sean t¨¢ctiles. ¡°Mis ni?os opinan lo mismo, tengo la tele llena de huellas¡±, dice entre risas. Y se pone serio: ¡°Tenemos que hacer todav¨ªa m¨¢s sencillo el control de todos los aparatos¡±.
En agosto Google anunci¨® la compra de un fabricante de aparatos, la divisi¨®n de m¨®viles de Motorola. Esta empresa fue la inventora del tel¨¦fono m¨®vil, es norteamericana y, despu¨¦s de casi una d¨¦cada de capa ca¨ªda, ha remontado tras comenzar a fabricar tel¨¦fonos, primero, y tabletas con Android. El movimiento le permite a Google no solo crear prototipos o probar hardware, sino tambi¨¦n, estar mejor armado para la enconada lucha de patentes con Apple en juzgados de medio mundo.
En el sector, como es natural, la adquisici¨®n ha generado cierto recelo entre el resto de competidores. ¡°Los comprendo, pero nuestra intenci¨®n no es defender lo nuestro, sino toda la alianza de Android¡±, subraya.
Vamos a gestionar Motorola como una compa?¨ªa aparte"
John Lagerling
Hace m¨¢s de un a?o, antes de que se unificara el sistema operativo para m¨®viles y tabletas, Motorola tuvo el privilegio de estrenar la versi¨®n oficial para tabletas, entonces denominada HoneyComb. El hecho de estrenar un sistema operativo es una ventaja competitiva. HTC lo hizo en una ocasi¨®n. Samsung, dos. ?Es normal que ahora recelen de Google? ¡°Vamos a gestionar Motorola como una compa?¨ªa aparte. Tendr¨¢n el mismo que cualquier otro fabricante. Si quieren estrenar un Android, debatir¨¢n, discutir¨¢n y demostrar¨¢n su val¨ªa como cualquier otro competidor¡± defiende. Se pone serio y prosigue: ¡°Si se mira el valor de Motorola en bolsa se ve claramente que representa menos del 5% de todo el ecosistema de Android¡±.
Quiz¨¢ la mayor asignatura pendiente de Android sea la respuesta de pantalla, el conseguir que responda de la misma manera en todos los aparatos. ¡°Apple lo tiene m¨¢s f¨¢cil, porque fabrica el tel¨¦fono o la tableta, solo uno, ellos mismos, y el software. Todo encaja. Nosotros abrimos la puerta a todo un mundo de opciones, tama?os, capacidades. Estoy orgulloso del punto al que hemos llegado. Somos abiertos as¨ª que, en parte, est¨¢ fuera de nuestro control. Poco a poco conseguimos una experiencia m¨¢s fluida. Mat¨ªas Duarte est¨¢ al frente del departamento de usabilidad, nadie mejor que ¨¦l para mejorarlo¡±.
Google ya tiene YouTube, Books (para libros) y Music. Llama la atenci¨®n que participe de manera activa en la conferencia de desarrolladores de videojuegos la semana que viene en San Francisco. Podr¨ªa ser una pista sobre el pr¨®ximo campo a conquistar o solo una manera m¨¢s, como el propio stand, de moverse en un ambiente desenfadado. ¡°Hacemos negocios, por supuesto, pero el bueno humor es necesario para estar motivados. Portarnos como humanos¡±, concluye
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