Una web para denunciar sobornos

??Coste de reclamar una devoluci¨®n leg¨ªtima del impuesto sobre la renta en Hyderabad, India? 10.000 rupias.

?Tarifa para que un ni?o que ya ha superado los requisitos de entrada pueda estudiar en el instituto en Nairobi, Kenia? 20.000 chelines.

?Desembolso para obtener un permiso de conducir despu¨¦s de haber aprobado el examen en Karachi, Pakist¨¢n? 3.000 rupias.

Esos son los precios de lo que Swati Ramanathan llama ¡°corrupci¨®n al por menor¡±, peque?os sobornos, en comparaci¨®n con otros a gran escala, que contaminan la vida cotidiana en tantas partes del mundo.

¡°Me pidieron que pagara un soborno para obtener un certificado de nacimiento para mi hija¡±, pero para ese certificado no se pagan tasas

Ramanathan y su marido, Ramesh, junto con Sridar Iyengar, se propusieron cambiar todo esto en agosto de 2010, cuando crearon un sitio bajo el nombre I Paid a Bribe [Yo Pagu¨¦ un Soborno], que recoge denuncias an¨®nimas de pagos de sobornos, de exigencias que no se pagaron y de peticiones esperadas pero que no se produjeron.

Cerca del 80% de las m¨¢s de 400.000 denuncias en el sitio cuentan historias como las anteriores, de bur¨®cratas que piden pagos il¨ªcitos para proporcionar servicios rutinarios o tramitar el papeleo y formularios.

¡°Me pidieron que pagara un soborno para obtener un certificado de nacimiento para mi hija¡±, escribi¨® alguien en Bangalore, India, el 29 de febrero, tras pagar 120 rupias. ¡°El tipo encargado lo llamaba ¡®tasas¡¯, salvo que no se cobran tasas por los certificados de nacimiento¡±, explica Ramanathan.

Hoy en d¨ªa, se est¨¢n extendiendo sitios similares por todo el mundo, lo que irrita a los bur¨®cratas de todos los pa¨ªses. Ramanathan asegura que organizaciones no gubernamentales y agencias de Gobiernos de al menos 17 naciones se han puesto en contacto con Janaa-graha, la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro de Bangalore que lleva Yo Pagu¨¦ un Soborno, para pedir que les cree un sitio propio.

El pasado a?o, la Comisi¨®n Anticorrupci¨®n del Reino de But¨¢n cre¨® un formulario en Internet para permitir las denuncias de corrupci¨®n an¨®nimas y se cre¨® un sitio en Pakist¨¢n, ipaidbribe, que calcula que la econom¨ªa del pa¨ªs ha perdido unos 94.000 millones de d¨®lares, a lo largo de los cuatro ¨²ltimos a?os por la corrupci¨®n, la evasi¨®n fiscal y un sistema de Gobierno d¨¦bil.

A ra¨ªz de las denuncias sobre los ex¨¢menes de conducir, Bangalore se convirti¨® en la sede de los primeros recorridos automatizados del mundo controlados por sensores electr¨®nicos

Ben Elers, director de programa de la ONG Transparencia Internacional, afirma que los medios sociales han proporcionado al ciudadano nuevas y poderosas herramientas para luchar contra la corrupci¨®n end¨¦mica. ¡°En el pasado, tend¨ªamos a considerar la corrupci¨®n como un enorme y monol¨ªtico problema ante el que la gente corriente no pod¨ªa hacer nada¡±, se?ala Elers. ¡°Pero hoy en d¨ªa disponemos de nuevas herramientas para identificarla¡±.

Dado que no se facilitan nombres en los sitios, en parte para evitar posibles casos de calumnia y difamaci¨®n, resulta imposible comprobar las denuncias, pero Elers y otras personas experimentadas en destapar la corrupci¨®n dicen que la mayor¨ªa parecen ciertas. Son lo suficientemente amenazadoras para que, cuando apareci¨® una multitud de sitios similares en China el pasado verano, el Gobierno acabara con ellos en un par de semanas, aduciendo que no se hab¨ªan registrado oficialmente.

Sin embargo, solo son un mecanismo de denuncia. ¡°Por s¨ª solos, no cambian nada¡±, dice Elers. ¡°Lo fundamental es que haya mecanismos para convertir esta actividad en Internet en un cambio en el mundo real¡±.

En Bangalore, Bhaskar Rao, comisionado de Transportes del Estado de Karnataka, us¨® los datos recabados en Yo Pagu¨¦ un Soborno para introducir reformas en el departamento de veh¨ªculos de motor. Los permisos se solicitan ahora en Internet. Y el a?o pasado, Bangalore se convirti¨® en la sede de los primeros recorridos automatizados del mundo para realizar ex¨¢menes de conducir, controlados por sensores electr¨®nicos.

¡°Esto elimin¨® totalmente los caprichos y los antojos de los inspectores¡±, explica Rao, que ahora es inspector general de la polic¨ªa para la seguridad interna. ¡°Se graba para que todo el mundo pueda ver los resultados y todo es muy transparente¡±. A?ade que no podr¨ªa haber realizado los cambios sin Yo Pagu¨¦ un Soborno: ¡°Fue mi portavoz no oficial para hacer que se entendiera el mensaje de que la gente est¨¢ realmente molesta con tanta corrupci¨®n¡±.