?Es posible leer mucho rato en una tableta, con tanta distracci¨®n?
El libro impreso o electr¨®nico, en blanco y negro, invita a sumergirse en la letra, pero dispositivos como el iPad o el Kindle Fire ofrecen muchas otras opciones a un clic
El lector de libros electr¨®nicos en tabletas se est¨¢ dando cuenta de que, mientras un libro impreso o electr¨®nico, en blanco y negro, es directo e invita a sumergirse en la lectura, una tableta ofrece un men¨² de distracciones que pueden fragmentar la experiencia o incluso frenarla en seco.
El correo electr¨®nico est¨¢ al acecho provocadoramente cerca. Averiguar el significado de una palabra dif¨ªcil o un hecho desconocido es f¨¢cil haciendo una b¨²squeda r¨¢pida en Google. Y si un libro empieza a hacerse pesado, renunciar a ¨¦l para descargarse una pel¨ªcula o mirar los mensajes de Twitter est¨¢ a solo unos clics de distancia.
Algunos de los millones de consumidores que han comprado tabletas y probado libros electr¨®nicos en aplicaciones de Amazon, Apple y Barnes and Noble han llegado a esta conclusi¨®n: sentarse y centrarse en la lectura es m¨¢s dif¨ªcil que nunca. ¡°Es como intentar cocinar cuando hay ni?os peque?os a tu alrededor¡±, dice David Myers, de 53 a?os, administrador de sistemas en Atlanta, que en diciembre compr¨® una tableta Kindle Fire. ¡°Si un ni?o hace alguna tonter¨ªa, tienes que dejar de cocinar y arreglar el problema, y luego seguir cocinando¡±.
Para las editoriales, existe un peligro en potencia: que los clientes se pasen a las tabletas y luego comprueben que no invitan mucho a la lectura. ?Dejar¨¢n entonces esos lectores que las pel¨ªculas o Internet ocupen su tiempo libre?
Para las editoriales, existe un peligro en potencia: que los clientes se pasen a las tabletas y luego comprueben que no invitan mucho a la lectura
Maja Thomas, vicepresidenta primera de Hachette Digital, del grupo Hachette Libros, no cree que eso vaya a suceder. ¡°Alguien que no tienen el h¨¢bito de la lectura y se compra una tableta ver¨¢ que se le ofrecen muchas oportunidades para leer¡±, opina, y a?ade que las tabletas tienden a incluir aplicaciones para libros electr¨®nicos. ¡°Nuestra esperanza es que har¨¢n que aumente el n¨²mero de personas que leen¡±.
Las ventas de lectores electr¨®nicos se dispararon durante la temporada navide?a, seg¨²n el Pew Research Center. Pero es posible que las editoriales est¨¦n perdiendo el entusiasmo por las tabletas como aparatos de lectura electr¨®nicos. Un estudio reciente de Forrester Research muestra que el 31% de las editoriales creen que los iPads y otras tabletas parecidas son la plataforma ideal para la lectura electr¨®nica; hace un a?o, pensaba as¨ª el 46%.
¡°La tableta es tentadora¡±, se?ala James McQuivey, el analista de Forrester Research que dirigi¨® el estudio. ¡°No para de decirte que ahora podr¨ªas estar en YouTube. O de enviarte alertas constantes que aparecen en la pantalla y te dicen que acabas de recibir un correo electr¨®nico. El acto de leer se convierte en una competici¨®n¡±.
En efecto, el men¨² b¨¢sico del Kindle Fire ofrece enlaces a v¨ªdeos, aplicaciones, Internet, m¨²sica, peri¨®dicos y libros, convirtiendo el libro en otra opci¨®n del men¨². Lo mismo sucede con el polifac¨¦tico iPad, que Allison Kutz, una estudiante de 21 a?os en su ¨²ltimo curso de la Universidad de Carolina del Norte, compr¨® en 2010. Tiene que controlar constantemente las ganas de echar un vistazo a otros medios. Dice que el ¨²nico momento en que es capaz de centrarse en la lectura de un libro es en un avi¨®n, porque no tiene acceso a Internet.
El problema de cambiar los h¨¢bitos de los lectores ha sido ampliamente debatido por los ejecutivos de Amazon, fabricante del Kindle y del Kindle Fire. Russ Grandinetti, vicepresidente de contenidos de Kindle, explica que una de las razones por las que el Kindle original, que sali¨® a la venta en 2007 por 399 d¨®lares, no fue concebido como un aparato multiuso era que la gente pudiera sumergirse en la lectura sin interrupciones. Ahora, el nuevo Kindle Fire, que cuesta 199 d¨®lares, se ha ideado como complemento del primer Kindle.
Muchas editoriales creen que el mercado de libros impresos y de aparatos exclusivamente para la lectura de libros electr¨®nicos no va a desaparecer. Los lectores voraces fueron los primeros en engancharse a los libros electr¨®nicos, porque valoraban su comodidad, su portabilidad y las aplicaciones que permiten hojear textos. Ahora esos libros electr¨®nicos son m¨¢s ligeros, m¨¢s elegantes, y cuestan menos de 100 d¨®lares, de modo que las personas que recelan de la tecnolog¨ªa y lo ¨²nico que quieren es un aparato exclusivamente para leer tienen pocos incentivos para pasarse a otro mejor.
El 31% de las editoriales cree que los iPads y otras tabletas parecidas son la plataforma ideal para la lectura electr¨®nica; hace un a?o, pensaba as¨ª el 46%
Mientras los lectores electr¨®nicos sigan siendo considerablemente m¨¢s baratos que las tabletas, puede que haya mercado para ellos. Pero McQuivey opina que estas seguramente acabar¨¢n desplazando a los libros electr¨®nicos en blanco y negro.
Para Erin Faulk, asesora legal de 29 a?os y lectora voraz de Los ?ngeles, la era de los lectores electr¨®nicos ha tenido una consecuencia importante: le ha hecho acumular muchos m¨¢s libros de los que ella define como ¡°ST¡± (sin terminar). Pero a?ade que tambi¨¦n est¨¢ comprando m¨¢s t¨ªtulos. ¡°?ltimamente me inclino por los libros que me hacen olvidar que tengo un mundo de ocio al alcance de los dedos¡±, dice. ¡°Si el libro no es lo bastante bueno para conseguirlo, tengo formas de emplear mejor mi tiempo¡±.
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