Adictos a las palabras
Apalabrados seduce a 2,5 millones de personas de todas las edades en seis meses Cada d¨ªa 450.000 juegan al juego en m¨®viles y tabletas y en Facebook
Un juego sin complicados niveles. Ni l¨ªmite de competidores. En Apalabrados derrotar¨¢s al contrincante con la fuerza de la palabra. Con siete letras para empezar, el mundo es el tablero de juego: puedes elegir el idioma en cada partida, entre los diez disponibles, como espa?ol y catal¨¢n. El reto, al estilo del juego de mesa Scrabble, consiste en colocar palabras en posici¨®n horizontal o vertical, pero sobre todo en correcta ortograf¨ªa.
Apalabrados (Angry words, en ingl¨¦s) es tan adictivo como los p¨¢jaros cabreados (Angry Birds) de Rovio, aunque es obra de la argentina Etermax. La empresa, con otras 18 aplicaciones en cartera, ofrece el pasatiempo en m¨®viles y tabletas Apple y Android desde noviembre de 2011. M¨¢s recientemente, a trav¨¦s de la red social Facebook.
En seis meses Apalabrados ha superado los 2,5 millones de personas registradas. A finales de enero, cuando fue nombrado juego de la semana en varias tiendas de aplicaciones de Apple, las descargas aumentaron un 60%. Ahora la media semanal es de 280.000 nuevos jugadores.
El juego seduce a cualquier p¨²blico, de ni?os a ancianos, que se acercan a este pasatiempo como anta?o se juntaban alrededor de la mesa para jugar al parch¨ªs. Los m¨¢s enganchados, los espa?oles. En casa Feu participa toda la familia. Carla juega con su padre Lucas, que a su vez tambi¨¦n compite con la abuela Esperanza. Cada uno en un aparato distinto a su ritmo y nivel. Todos contra todos, siempre en partidas entre dos contrincantes.
¡°En Espa?a el ¨¦xito es descomunal y es muy popular en M¨¦xico, Portugal, Italia, Francia y Alemania. En el resto de Latinoam¨¦rica tambi¨¦n tiene muchos seguidores, especialmente en Colombia, Chile, Urugay y Argentina, aunque son mercados m¨¢s chicos¡±, explica por correo electr¨®nico Maximo Cavazzani, fundador y consejero delegado de Etermax, que ha dado una charla en Madrid en el App Fest.
El juego seduce a cualquier p¨²blico, de ni?os a ancianos, que se acercan a este pasatiempo como anta?o se juntaban alrededor de la mesa para jugar al parch¨ªs.
Apalabrados no es la primera aplicaci¨®n desarrollada por Cavazzani. En 2008, cuando terminaba ingenier¨ªa inform¨¢tica, cre¨® iStockManager (actualmente TD Ameritrade Mobile). Fue la ¡°primera en iPhone para vender y comprar acciones en Bolsa. Me permiti¨® forjar una relaci¨®n muy estrecha con TD Ameritrade, el broker con m¨¢s clientes del mundo¡±. Un a?o despu¨¦s fundaba Etermax con ¡°compa?eros de la universidad¡±, compa?¨ªa donde han seguido desarrollando aplicaciones para tel¨¦fonos inteligentes y redes sociales.
Hay dos versiones del juego. Una de ellas es gratuita, pero con publicidad. La otra cuesta 2,39 euros. Las reglas son esencialmente las mismas del Scrabble, aunque cambia la disposici¨®n de la puntuaci¨®n en el tablero. A diferencia del cl¨¢sico, donde son los jugadores los que deciden si un t¨¦rmino es v¨¢lido o no, en Apalabrados es el propio sistema el que eval¨²a. ¡°Cada idioma tiene su criterio. Por norma general buscamos un est¨¢ndar en cada uno. En el espa?ol utilizamos el diccionario de la Real Academia Espa?ola, eliminando prefijos, sufijos y pronombres encl¨ªticos y agregando plurales y conjugaciones de verbo¡±, precisa Cavazzani. Adem¨¢s de espa?ol y catal¨¢n, el juego est¨¢ disponible en ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n, italiano, holand¨¦s, sueco, portugu¨¦s y brasile?o. Y actualmente trabajan en las traducciones al fines, dan¨¦s y polaco.
Hay dos versiones del juego. Una de ellas gratuita, pero con publicidad. La otra, cuesta 2,39 euros.
Apalabrados ha desembarcado este abril en Facebook. Adem¨¢s, en las versiones para aparatos m¨®viles, se puede activar el juego directamente desde la cuenta de esta red social y del servicio de microblogs Twitter, publicar la jugada en ambos sitios, buscar directamente por contrincante o seleccionar un oponente aleatorio que el sistema suministra en el idioma seleccionado para jugar.
A finales del a?o pasado, con 30 empleados a su cargo y ¡°habiendo delegado mucha de las tareas diarias¡±, Cavazzani se empez¨® a aburrir. ¡°Ten¨ªa ganas de crear algo nuevo, algo masivo. No quer¨ªa que fuese para un cliente ni para un nicho en especial, como son las acciones. Quer¨ªa algo que pudiese disfrutar mi mam¨¢ o mi hermana. Un juego me pareci¨® la mejor opci¨®n¡±, pero ten¨ªa que parecerse mucho a una apli. ¡°Sin pantallas, escenarios 3D ni niveles. Social y adictivo, tanto que no deber¨ªas cansarte nunca de ¨¦l¡±.
Las reglas son esencialmente las mismas del Scrabble, aunque cambia la disposici¨®n de la puntuaci¨®n en el tablero
Tras jugar a uno en ingl¨¦s, not¨® que el universo de desarrolladores dejaba ¡°muy de lado¡± a la gente que no habla el idioma de Shakespeare. Algo que en un juego normal no tiene importancia, en uno de palabras lo convierte en in¨²til. ¡°Es m¨¢s, yo que hablo ingl¨¦s perfectamente me molestaba no poder jugar en mi lengua natal¡±. El resultado de esa frustraci¨®n es Apalabrados, ¡°orientado a todo el mundo m¨¢s all¨¢ de su idioma¡±.
En tres meses lo puso en marcha y actualmente un equipo de 10 personas se encargan de gestionar a los miles de jugadores que d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n se estrujan las meninges para encontrar las palabras de mayor puntuaci¨®n. En una jornada normal, 450.000 personas juegan simult¨¢neamente. Cifra que salta por los aires los fines de semana, sobre todo el domingo ¡°cuando asciende a 800.000¡±.
Otro juego social, adictivo y basado en palabras prepara Etermax para los adictos al Apalabrados. Se llama Mezcladitos y, dice Cavazzani, es parecido al Boogle ¡°aunque con algunas diferencias¡±.
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