Huawei quiere ser m¨¢s famoso que Cisco
Segundo fabricante mundial de equipamientos de telefon¨ªa, el gigante chino pretende vender 'smartphones' con su marca
Para ponerse en situaci¨®n: en 1980 Shenzhen era un pueblecito de 3.000 pescadores. Hoy son 15 millones de habitantes. En esta megal¨®polis de avenidas anchas, vegetaci¨®n tropical y r¨ªos de jovenzuelos que marchan zombies hacia la f¨¢brica de montaje Foxconn, crece Huawei. Tiene su propia salida de autopista y su propia universidad para directivos, y un campus, como ellos le llaman, que ocupan kil¨®metros de ciudad.
Huawei naci¨® en la ciudad de Shenzhen, frente a Hong Kong, y para dar en las narices a la antigua metropoli brit¨¢nica, se convirti¨® en la zona m¨¢s liberada, econ¨®mica y pol¨ªticamente, de China. Ren Zhengfei fund¨® su empresa en 1988. En 24 a?os ha conseguido que las telecomunicaciones de una tercera parte de la poblaci¨®n mundial funcionen gracias a Huawei; pero la gente no lo sabe. Y Huawei quiere que se sepa, quiere ser famosa.
Su pretensi¨®n recuerda a Cisco, que se hizo grande con las infraestructuras de Internet, pero le era suficiente y entr¨® en los routers dom¨¦sticos, cacharros que tampoco es que enamoren al consumidor, as¨ª que finalmente se introdujo en las c¨¢maras de v¨ªdeo baratas, donde fracas¨®, y en los m¨®viles, que tambi¨¦n.
Lo que Cisco fue para Internet es hoy Huawei para las infraestructuras telef¨®nicas de 3G y, sobre todo, 4G. Cisco suena a vieja ante el empuje de Huawei. Las telef¨®nicas de todo el mundo emplean sus soluciones de antenas, cables y armarios de conexiones. El 74% de sus 24.000 millones de euros que ingresaron en 2011 provienen de esa actividad.
Las telecomunicaciones de una tercera parte de la poblaci¨®n mundial funcionen gracias a Huawei; pero la gente no lo sabe
Pero Huawei quiere extenderse m¨¢s en proporcionar servicios a las grandes corporaciones (como bancos) y en el consumidor privado, con m¨®viles con su marca. Desde 2003 Huawei fabrica tel¨¦fonos para las operadoras, pero ahora quieren salir a la luz con su marca de la flor roja.
Por primera vez, la prensa extranjera asisti¨® a la presentaci¨®n de su cuenta de resultados hace un par de semanas, algo l¨®gico si se tiene en cuenta que es la ¨²nica empresa china que vende m¨¢s fuera que dentro (36% en Europa; 32% en China).
Un centenar de periodistas de todo el mundo, entre ellos EL PA?S, escuchan, preguntan y se les responde (m¨¢s o menos). Hay discursos sopor¨ªferos que duran 45 minutos, y otros de 30, no menos sopor¨ªferos pese a los fichajes de directivos norteamericanos, como el controlador de cuentas CT Johnson, La vertiente showman a¨²n no ha cuajado ni para el dise?o de los power point, donde se descubre en letra peque?ita que este a?o crecer¨¢n entorno al 20%.
Hay mucha cifra macroecon¨®mica y mucha filosof¨ªa, pero al final los periodistas preguntan por lo m¨¢s tangible: ¡°?Cu¨¢ntas tabletas han vendido?
En 2011 vendi¨® 20 millones de m¨®viles con marca blanca, en este a?o quiere vender 60 millones con la suya
Bill Zhang, entre la cortes¨ªa para contestar sin decir y cierta ingenuidad en estos menesteres, salta: ¡°No lo s¨¦, son tan pocas¡±, con lo que consigue sacar al auditorio de su modorra.
De todos sus ingresos el 74% procedi¨® de equipamientos, el 4,5% fue de servicios a corporaciones y de la divisi¨®n de consumo el 21%, y no es suficiente. Si el a?o pasado vendieron 20 millones de m¨®viles con marca blanca este a?o quieren vender 60 millones con la suya y convertirse en 2015 en el tercer fabricante mundial de smartphones.
La pretensi¨®n de Huawei no es humo. Ha incorporado a 30.000 empleados en un a?o, siendo su plantilla de 140.000. Pr¨¢cticamente la mitad de toda ella, unas 62.000 personas, se dedica a investigaci¨®n y desarrollo. Su liderazgo m¨®vil se asienta en las nacientes redes 4G de telefon¨ªa, en donde tiene el 18% de todas la patentes.
Con tanto fichaje, los beneficios operativos cayeron a la mitad hasta quedarse en 1.200 millones de euros. ¡°Las fluctuaciones de las divisas, las revueltas pol¨ªticas en algunas regiones, y la espiral de crisis de la econom¨ªa han impactado en nuestros resultados¡±, explica Ken Hu, consejero delegado rotatorio, otra peculiaridad de esta empresa, que ha decidido cambiar de jefatura cada seis meses.
Los due?os de Huawei son sus empleados y su consejero delegado cambia cada seis meses
Pese a la escasez de beneficios, Hu no tiene que dar cuenta a nadie. En el coraz¨®n de la zona m¨¢s capitalista de China, Huawei es una empresa en manos de sus empleados, que se reparten las acciones de la empresa y deciden qu¨¦ parte va a investigaci¨®n.
El objetivo de ser marca se empieza a ver. Desde hace una semanas su nombre cruza la pechera de los futbolistas del Atl¨¦tico de Madrid y hasta los premios de internet Webby, con miop¨ªa sobre Estados Unidos, han hecho un huequecito para premiarles. Eso est¨¢ bien, pero Huawei lo que quiere ahora es que la gente lleve sus m¨®viles "en el coraz¨®n", como dice el dise?ador Hagen Fendler.
No tendr¨¢ f¨¢cil Huawei vender 60 millones de m¨®viles. La competencia afecta a todos, incluso a China, donde se pirrian por los iPhone o Galaxy. Desde hace meses, millones de sus ciudadanos est¨¢n comiendo con palillos Made in USA. La empresa Georgia Chopsticks les env¨ªa dos millones de palillos al d¨ªa. Si se abren las puertas, la globalidad es, para todos, de ida y vuelta.
"Nuestro m¨®viles tienen que enamorar"
Si se menta el ¨¦xito de ZTE, los directivos de Huawei tuercen el gesto. La otra marca de la misma ciudad se ha convertido en la cuarta del mundo por ventas de m¨®viles, principalmente en la gama baja y en pa¨ªses en desarrollo.
Huawei busca otra clientela. Los m¨®viles Huawei no aspiran a ser de usar y tirar, quieren enamorar. ¡°Nuestros tel¨¦fonos son bellos hasta por dentro. Funcionan incluso sin carcasa¡±, explica Hagen Fendler, m¨¢ximo responsable de dise?o de los productos Huawei. ¡°La filosof¨ªa es que los m¨®viles Huawei sean reconocibles, que creen un compromiso emocional¡±, en palabras de este alem¨¢n malencarado (al menos con los periodistas), que la empresa se ha tra¨ªdo para envolver la marca de la flor roja con un halo glamouroso. Fendler abre su m¨®vil, le quita la tapa y acaricia cari?osamente su interior. Palpando su obra, Fendler se pone blandito, los ¨²nicos momentos de una entrevista tensa y cortante.
Se niega a decir cuantas personas trabajan en su departamento, cuantos m¨®viles dise?an, cu¨¢nto tiempo tardan o cu¨¢ntos aspiran a colocar. La cifra de 60 millones, dada oficialmente, le enerva y la rehuye. ¡°Lo interesante es un crecimiento de calidad¡±, afirma en uno de sus agrios momentos. ¡°Tenemos que emocionar al consumidor por el dise?o y no por las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas¡±.
Si se le pregunta por su profesi¨®n, donde ha recibido un mont¨®n de premios, se explaya algo. Fendler apuesta por m¨®viles cada vez m¨¢s sencillos, con mayor duraci¨®n de la bater¨ªa, ¡°aunque la clave para ello es el software¡±.
Su nuevo Ascend D Quad ofrece una autonom¨ªa de 48 horas gracias a un sistema de gesti¨®n energ¨¦tico que ahorra el 30% respecto a la competencia. Lleva procesador propio de cuatro n¨²cleos, el ¨²ltimo sistema operativo Android y una pantalla de 4,5 pulgadas.
Fendler cree que se ha llegado a un punto m¨¢ximo en el tama?o de pantalla. ¡°Hemos pasado a?os de aumento continuado, pero creo que estamos en el l¨ªmite¡±.
En el ¨²ltimo a?o, Huawei coloc¨® 20 millones de m¨®viles, todos con operadoras y marca blanca, de ellos solo 12 millones smartphone; para este a?o la previsi¨®n es de 60 millones de aparatos en total, incluyendo en el cap¨ªtulo a las tabletas. Su ¨²ltimo modelo, el MediaPad 10, lo comercializa Orange en Espa?a. La tableta se anuncia como la m¨¢s veloz del mercado. Reproduce v¨ªdeos en alta definici¨®n y juegos 3D. Acceso inal¨¢mbrico de alta velocidad de hasta 84 Mbps, y llega preparada para 4G. Incorpora una c¨¢mara trasera de 8 megap¨ªxeles y otra frontal. Su grosor es de 8,8 mil¨ªmetros (94 el iPad) y su peso 598 gramos (650 el iPad).
Aunque Fendler tuerza el morro, Huawei pretende estar entre los cinco primeros en 2013 (ahora es sexta), lo que significa vender por lo menos 7 millones de smartphones cada trimestre, unos 28 millones al a?o. Fendler tiene trabajo.
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