El cuentapasos Fitbit
Sencillo, c¨®modo y pr¨¢ctico este peque?o aparato mide casi todo, incluso la calidad del sue?o, pero no los ronquidos
El Fitbit original tiene cuatro a?os de vida en Estados Unidos. A Espa?a llega su segunda generaci¨®n (100 euros), m¨¢s sencillo de utilizaci¨®n y m¨¢s preciso, gracias a un sensor 3D. Tambi¨¦n a?ade la funci¨®n reloj y cron¨®metro, y un alt¨ªmetro que mide el esfuerzo de los pasos en altitud, por ejemplo los escalones (cada uno equivale a diez pasos). Basta apretar el ¨²nico botoncito de la pinza para que aparezca la hora, el n¨²mero de calor¨ªas, pasos dados, pelda?os subidos y distancia recorrida. Fitbit, tambi¨¦n te da los buenos d¨ªas: ?Hola Javier? cuando lo enciendes. Y si andas mucho: ?Mola, Javier!
El registrador de actividad f¨ªsica no es ninguna novedad tecnol¨®gica, preg¨²nteselo a los corredores de fondo y a los ciclistas, tampoco poner estos aparatitos al alcance de la persona corriente, la que no hace ejercicio m¨¢s all¨¢ del paseo de casa a la panader¨ªa y vuelta. La pulsera Jawbone¡¯s Up incluso deja colocar tus fotos con lo que est¨¢s comiendo, o el reloj Basis¡¯s health monitor, o las zapatilla Nike tienen algo similar, pero no registra el sue?o, afortunadamente pues ni San DevorOlor dormir¨ªa con unas zapatillas deportivas en la habitaci¨®n.
Fitbit ha conseguido 12 millones de euros m¨¢s de financiaci¨®n, encaminado a salir a bolsa. En Estados Unidos ha vendido unos 300.000 aparatos, aparte de b¨¢sculas y servicios personalizados de entrenador. Parte fundamental de su ¨¦xito son precisamente los no deportistas. Las personas mayores y las mutuas m¨¦dicas que ven en este aparato b¨¢sico y sencillo a un animador de la actividad f¨ªsica en gente sedentaria. As¨ª lo ha visto tambi¨¦n la norteamericana United Health Group que ha llegado a un acuerdo con Fitbit para utilizar el aparato entre sus 75 millones de clientes. En conjunci¨®n con el programa OptumizeMe, cada persona, aconsejado por su m¨¦dico, se pone sus metas de ejercicio diario, y con Fitbit se monitoriza su realizaci¨®n. Para personas mayores es de lo m¨¢s ¨²til y sencillo. Seg¨²n un estudio de ThreeDefined, los norteamericanos con un Fitbit en la cintura (o en el escote, las mujeres) aumentan un 43% el n¨²mero de pasos diarios y pierden 6 kilos solo adoptando h¨¢bitos de vida saludable como evitar el ascensor o no comprar el pan en la panader¨ªa m¨¢s pr¨®xima. La peque?a experiencia espa?ola (cinco d¨ªas de pruebas) confirma el dato: hay un pique personal y tambi¨¦n con otras personas con el aparato para andar m¨¢s.
Aunque parezca infantil, est¨¢ demostrado que el simple hecho de registrar la actividad diaria consigue aumentarla en un 26%. Las medallas que se otorgan y los mensajes de ¨¢nimo que se env¨ªan a la p¨¢gina y a la misma la pinza -?Mola, Javier?- tambi¨¦n suponen un acicate para que su due?o no se estire en el sof¨¢ antes de cumplir con el compromiso de 10.000 pasos al d¨ªa. Dos periodistas de EL PA?S lo han probado durante cinco d¨ªas y se han enganchado.
Lo primero es registrarse en la p¨¢gina Fitbit.com. Una cuenta de correo y una clave bastan para darse de alta y sincronizar la base de la pinza con el ordenador, aunque la pinza se conectar¨¢ autom¨¢ticamente a una distancia de cuatro metros sin necesidad de cables y de la estaci¨®n fija. Siempre que se tenga esta base, la sincronizaci¨®n se podr¨¢ realizar en cualquier ordenador v¨ªa Internet. Es tan elemental que el aparato carece de folleto de instrucciones. Se actualizan r¨¢pidamente los datos diarios, con lo que comienza a aparecer gr¨¢ficos e hist¨®ricos de la actividad, as¨ª de c¨®mo va tu plan de reducci¨®n de peso.
Tambi¨¦n con la actividad van llegando mensajes de ¨¢nimo, algunos quiz¨¢s redactados por Urdaci: ¡°?G-U-A-U! ?Has dado 15.000 pasos en un solo d¨ªa! Esto es casi tres veces m¨¢s que la media de un estadounidense¡±.
Cada vez que se aprieta la pinza aparecen la hora, los pasos dados, los kil¨®metros recorridos, los pisos subidos y las calor¨ªas quemadas. De entrada, el sistema pone de objetivo los 10.000 pasos diarios, aunque cada cual puede fijarse los suyos. Esto se debe a que seg¨²n estudios m¨¦dicos norteamericanos 8 horas de sue?o y 10.000 pasos diarios previenen muchas enfermedades cardiovasculares.
La web, complemento imprescindible
El aparato sin la p¨¢gina web de poco vale, pues no registra las estad¨ªsticas diarias, semanales, mensuales y anuales, de todo, tanto del ejercicio como del peso y de los alimentos ingeridos. A la misma p¨¢gina llegan mensajes de ¨¢nimo, y enlaces a Twitter o FourSquare para contar al mundo, y especialmente a otra gente en la misma movida, los progresos de cada d¨ªa. El sistema es adictivo, pues va informando de los objetivos cumplidos.
La simplicidad de Fitbit tiene sus desventajas. Ya hab¨ªamos dicho anteriormente que es un aparato m¨¢s para gente sedentaria que para deportistas. Para los adictos a correr, sin duda les va mejor unas zapatillas Nike con su conexi¨®n a Internet y Apple. Ocurre algo similar con los gimnasios. El Fitbit reconoce los pasos dados (andando o corriendo) en la cinta, pero no los ejercicios realizados con otros aparatos, como las bicicletas est¨¢ticas o los de steps (pelda?os), tampoco discrimina si se realizan paseos con peso. Otra cosa es que en la web se escriba la actividad realizada, como tenis, ping pong o padel, pero el pinza no los cuenta. Fitbit tampoco sirve para los largos en la piscina, porque no se puede mojar, as¨ª que mejor lo coloque en una zona seca de su cuerpo si suda mucho cuando mueve el esqueleto.?
Gracias a la incorporaci¨®n de alt¨ªmetro, al Fitbit calcula los paseos de monta?a o los pisos subidos. Es generoso con el dato: subo los siete pisos de mi edificio y el resultado son 18 piso, lo que me otorga una medalla y el aviso de que equivale a habar escalado la torre de Pisa, si se pincha en el dato, se enlaza con el art¨ªculo del monumento italiano en Wikipedia. Por cada 15 escalones le da el valor de un piso. Aviso para listillos: bajar pisos no punt¨²a como tales, aunque s¨ª como pasos.
Gran parte del ¨¦xito depende de la fuerza de voluntad de cada cual. El Fitbit no puede adivinar lo que se come ni el peso que se va perdiendo (o ganando) si diariamente no se apuntan los datos en la p¨¢gina web. De momento, aunque se quiera, es imposible, a no ser que se sepa que lentejas son lentils. Los alimentos est¨¢n en ingl¨¦s. La empresa avisa que pronto se adaptar¨¢n al espa?ol, pero la realidad es que han empezado a vender el aparato sin adaptar completamente la p¨¢gina al espa?ol y lo que hay tiene sus peculiaridades, como medir en tazas la cantidad de agua consumida.
Los directivos de Fitbit en Espa?a prometen adaptarse a la dieta mediterr¨¢nea, pero esperamos que no solo en la traducci¨®n de sus productos sino tambi¨¦n en sus raciones. No es lo mismo una ensalada de frutas en Estados Unidos que en Espa?a y, por tanto, tampoco las calor¨ªas que aportan los alimentos ingeridos.
En cuanto al peso, estamos en las mismas. Al igual que no hay dos relojes que den la misma hora, tampoco las b¨¢sculas. El problema se soluciona pes¨¢ndose siempre en el mismo lugar y a la misma hora. Fitbit anuncia la b¨¢scula inteligente Aria (120 euros) que adem¨¢s del peso calcula la masa corporal, lo conecta por wifi a la p¨¢gina personal para volcar los datos de cada d¨ªa a?adiendo gr¨¢ficas y un seguimiento serio del progreso (o regreso) de nuestros programas de salud.
Actividad nocturna
Una de las ventajas de Fitbit sobre otros medidores de ejercicio es que tambi¨¦n mide la calidad del sue?o. En el momento de echarse a dormir hay que colocarse la pinza en una mu?equera (incluida en el lote) y apretar el reloj unos segundos hasta que empiece a correr el cron¨®metro. En el momento de despertarse se vuelve a apretar la pinza hasta que se detiene el crono. Luego, cuando se desee, se acerca el Fitbit a la base conectada al ordenador por usb y se actualiza autom¨¢ticamente. As¨ª como se tienen m¨¢s o menos idea del ejercicio diario, no ocurre lo mismo con el sue?o. Y hay sorpresas.
Tras probarlo durante una semana, en el caso de esta periodista se comprob¨® d¨ªa tras d¨ªa que dorm¨ªa como una marmota (en torno al 97% del tiempo), sin embargo daba una media de 400 pasos en la cama para su incredulidad, pero no para la de su pareja, que ya le hab¨ªa advertido en numerosas ocasiones del traj¨ªn que se tra¨ªa por las noches. Ya puestos, esta periodista le reclama a Fitbit que registre sonidos y, concretamente, los ronquidos. Mujeres de este mundo tendr¨ªan pruebas fehacientes de la verborrea nocturna de sus hombres.
Tampoco este aparato americano contempla la posibilidad de echarse una siestecita, como si los norteamericanos no se echaran un break de vez en cuando. El sistema solo registra un periodo de sue?o al d¨ªa.
Nombre: Fitbit
Funci¨®n: medidor del ejercicio f¨ªsico
Fabricante: Fitbit.com
Precio: 100 euros
Lo mejor: su simplicidad
Lo peor: No ha adaptado la p¨¢gina a los h¨¢bitos espa?oles
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