Terapia zen contra el frenes¨ª de Google

?Al entrar en la sede de Google ¡ªcon su casa construida en un ¨¢rbol en el interior y sus asientos de inodoro con calefacci¨®n¡ª se podr¨ªa pensar que hemos viajado hasta el arco¨ªris. Pero todos los juguetes y las ventajas adicionales ocultan un ritmo fren¨¦tico, y muchos empleados reconocen que la vida en este lugar puede ser dura para los egos fr¨¢giles.

Los empleados que provienen de campos donde el ritmo es r¨¢pido aseguran que Google les presiona para producir incluso a m¨¢s velocidad de la que pod¨ªan haber imaginado.

Larry Page, cofundador y consejero delegado de Google, prometi¨® recientemente en el sitio de la empresa que mantendr¨ªa ¡°una indiferencia saludable hacia lo imposible¡±. Por tanto, no es de extra?ar que entre los centenares de clases gratuitas que Google ofrece a los empleados, una de las m¨¢s populares se llame BDT, que significa Busca Dentro de Ti. Es una idea de Chade-Meng Tan, un ingeniero de 41 a?os que lleg¨® a Google en 2000 y que ahora trabaja en recursos humanos.

Se puede decir que BDT es el zen de Google. Tan ide¨® el curso y lo perfeccion¨® con la ayuda de nueve expertos en el uso de la concentraci¨®n en el trabajo. Y en una ¨¦poca en la que Google est¨¢ sometido al escrutinio de los reguladores europeos y estadounidenses por el tema de la privacidad y por otros temas, una clase sobre concentraci¨®n podr¨ªa ser algo bueno. La clase tiene tres fases: el entrenamiento de la atenci¨®n, el conocimiento y el dominio de uno mismo, y la creaci¨®n de h¨¢bitos mentales ¨²tiles. M¨¢s de mil empleados de Google han asistido a la clase, y hay una lista de espera de 30 personas cuando se ofrece, cuatro veces al a?o. Se admiten 60 alumnos en la clase y se desarrolla durante siete semanas.

Richard Fern¨¢ndez, director de desarrollo ejecutivo, psic¨®logo de formaci¨®n, admite que aprecia una diferencia significativa en su comportamiento en el trabajo desde que asisti¨® a la clase. ¡°Sin duda, soy un l¨ªder mucho m¨¢s flexible¡±, se?ala. ¡°Escucho con m¨¢s atenci¨®n y menos rechazo en las reuniones de gran importancia¡±.

El primer libro de Tan, Busca dentro de ti: el inesperado camino para alcanzar el ¨¦xito, la felicidad (y la paz mundial), se va a publicar en 17 mercados de todo el mundo, desde Corea del Sur hasta Brasil y Eslovenia.

Tan, budista y nacido y criado en Singapur, aprendi¨® por su cuenta a escribir c¨®digos de programas inform¨¢ticos a los 12 a?os. Y a los 15 ya hab¨ªa ganado su primer premio acad¨¦mico nacional. ¡°En Singapur, la manera de distinguirte es ganando concursos¡±, explica. ¡°Pero no me contentaba con eso. Me sent¨ªa obligado a ser el mejor¡±.

Tan asegura que quiere crear la paz en el mundo. Estudi¨® ingenier¨ªa inform¨¢tica en Singapur e hizo los estudios de posgrado en la Universidad de California, en Santa B¨¢rbara. Cuenta que le ofrecieron un trabajo en Google a los cinco minutos de enviar su curr¨ªculo por correo electr¨®nico despu¨¦s de licenciarse.

Tenemos que ver el fracaso de una forma buena, suave y generosa. Veamos si podemos explorar estas emociones sin avaricia

Recientemente, unas 50 personas llenaban un anfiteatro en Google. Tan se encontraba en el estrado con un compa?ero profesor, Marc Lesser, antiguo monje budista. Durante dos horas, los empleados trabajaron con compa?eros para realizar ejercicios en los que identificaban y compart¨ªan emociones. La clase ofrec¨ªa a los estudiantes un lugar para cuestionar de qu¨¦ manera se comportan y por qu¨¦ lo hacen.

Al igual que Tan, muchos estudiantes de BDT son inmigrantes de Asia con alta formaci¨®n. Este curso les reta a examinar de qu¨¦ manera sus decisiones afectan a su trabajo y a sus relaciones. ¡°Necesitamos un experto¡±, se?ala Tan al empezar la clase. ¡°El experto eres t¨². Esta clase es para ayudarte a descubrir lo que ya sabes¡±.

En un ejercicio se pide a todo el mundo que nombre y comparta con un compa?ero tres valores fundamentales. ¡°Te centra¡±, comentaba m¨¢s tarde un participante. ¡°Puedes ir por la vida olvidando cu¨¢les son¡±.

En un ejercicio de siete minutos, se pide a los asistentes que escriban sin detenerse c¨®mo se imaginan sus vidas dentro de cinco a?os. Tan pone fin al examen golpeando suavemente un cuenco tibetano y hablan de lo que significa tener ¨¦xito y fracasar.

A continuaci¨®n, Lesser pide a toda la sala que grite: ¡°?Yo fracas¨¦!¡±. ¡°Tenemos que ver el fracaso de una forma buena, suave y generosa¡±, explica. ¡°Veamos si podemos explorar estas emociones sin avaricia¡±.

Blaise Pabon, ingeniero de ventas empresariales, asisti¨® a esta clase en 2009. ¡°La idea del BDT es mucho m¨¢s radical o contracultural en Google que en ning¨²n otro sitio¡±, asegura. ¡°Aqu¨ª la presi¨®n es realmente muy intensa. Es un lugar repleto de personas que llegan muy alto y que est¨¢n formadas para encontrar el reconocimiento a trav¨¦s de factores externos¡±.

?Se puede trasladar el BDT a otras empresas y a otras culturas empresariales?

Pabon se?ala: ¡°La raz¨®n por la que pienso que puede aplicarse en general es que todo el mundo tiene problemas. ¡®?Soy la persona m¨¢s inteligente de la sala?, ?qu¨¦ pasa si no lo soy?¡¯. A todo el mundo le preocupa perder su trabajo y tiene cierto temor a no ser capaz de sobrevivir¡±.