Internet tambi¨¦n contamina
La mayor¨ªa de los centros de datos consumen deliberadamente grandes cantidades de energ¨ªa de un modo incongruentemente despilfarrador
Cada d¨ªa se ponen en marcha cantidades formidables de datos cuando, con un inocente clic, descargamos pel¨ªculas en iTunes, consultamos extractos en la p¨¢gina de Visa, enviamos correos con archivos en Yahoo, compramos en Amazon, publicamos en Twitter o leemos peri¨®dicos en Internet.
Para sostener esta explosi¨®n de informaci¨®n digital, existen actualmente decenas de miles de centros de datos, con hileras y m¨¢s hileras de servidores repartidos en cientos de miles de metros cuadrados, todos ellos con sistemas de refrigeraci¨®n industriales.
Un estudio llevado a cabo durante un a?o por The New York Times revela que estos cimientos del sector desentonan con su imagen de pulcra eficiencia y respeto medioambiental. La mayor¨ªa de los centros de datos consumen deliberadamente grandes cantidades de energ¨ªa de un modo incongruentemente despilfarrador.
Las empresas de Internet mantienen sus instalaciones a pleno rendimiento 24 horas al d¨ªa, sea cual sea la demanda, y derrochan el 90% o m¨¢s de la electricidad que extraen de la red, seg¨²n descubri¨® The New York Times.
Expertos del sector afirman que los almacenes digitales consumen en todo el mundo alrededor de 30.000 millones de vatios de electricidad, m¨¢s o menos el equivalente a la producci¨®n de 30 centrales nucleares.
Adem¨¢s de generadores, la mayor¨ªa de los centros de datos de envergadura contienen hileras de enormes volantes de inercia o miles de bater¨ªas de plomo y ¨¢cido
Para protegerse de un corte de suministro, dependen adem¨¢s de hileras de generadores que emiten gases producidos por el gas¨®leo. La contaminaci¨®n de los centros de datos ha sido citada cada vez con m¨¢s frecuencia por las autoridades por violar las regulaciones de pureza del aire. En Silicon Valley, numerosos centros de datos aparecen en el Inventario de Contaminantes T¨®xicos del Aire del Gobierno estatal, un listado de los principales contaminantes por gas¨®leo de la regi¨®n.
¡°A la mayor¨ªa de la gente, incluso a los miembros del sector, les cuesta asimilar las cifras y la envergadura de esos sistemas¡±, se?ala Peter Gross, que ha colaborado en el dise?o de centros de datos. ¡°Un solo centro puede consumir m¨¢s energ¨ªa que una ciudad de tama?o medio¡±, advierte.
A petici¨®n de The New York Times, la asesor¨ªa McKinsey&Company analiz¨® el consumo energ¨¦tico de los centros de datos y descubri¨® que, por t¨¦rmino medio, solo utilizan entre un 6% y un 12% de la electricidad que alimenta sus servidores para realizar c¨¢lculos. El resto se destina a mantener los servidores parados en caso de un incremento de la actividad. ¡°Este es un secreto turbio del sector, y nadie quiere ser el primero en entonar el mea culpa¡±, se?ala un directivo. ¡°Si perteneci¨¦semos a la industria manufacturera, tendr¨ªamos que cerrar al instante¡±, a?ade.
El consumo ineficaz de energ¨ªa obedece en gran medida a una relaci¨®n simbi¨®tica entre los usuarios que exigen una respuesta inmediata al clic de un rat¨®n y las empresas que ponen en peligro su negocio si no satisfacen esas expectativas.
Adem¨¢s de generadores, la mayor¨ªa de los centros de datos de envergadura contienen hileras de enormes volantes de inercia o miles de bater¨ªas de plomo y ¨¢cido para alimentar los ordenadores en caso de un fallo de solo unas cent¨¦simas de segundo. ¡°Es un despilfarro¡±, asegura Dennis P. Symanski, investigador de la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro Electric Power Research Institute.
Contra la calidad del aire
Durante los ¨²ltimos cinco a?os, Savvis y Equinix, centros neur¨¢lgicos de Internet, han recibido advertencias por infracciones medioambientales en Chicago.De acuerdo con los registros estatales, al menos una docena de importantes centros de datos han sido citados por incumplimiento de las regulaciones de calidad del aire en Virginia e Illinois. En el norte de Virginia, a Amazon se le atribuyeron m¨¢s de 24 infracciones en tres a?os.
Algunas empresas sostienen que usan programas inform¨¢ticos y sistemas de refrigeraci¨®n renovados para reducir el malgasto de energ¨ªa. Entre ellas se encuentran Facebook y Google, que tambi¨¦n han redise?ado sus equipos. Aun as¨ª, los centros de Google consumen casi 300 millones de vatios, y los de Facebook, unos 60 millones.
Mejorar o incluso evaluar este campo resulta complejo, debido al secretismo de un sector erigido en torno al acceso a datos personales de otros. Por motivos de seguridad, las empresas normalmente no revelan siquiera la ubicaci¨®n de sus bases. Asimismo, custodian su tecnolog¨ªa para protegerla de la competencia.
Ning¨²n organismo gubernamental tiene autoridad para controlar el sector. De hecho, el Gobierno de EE UU no puede determinar cu¨¢nta energ¨ªa consumen sus propios centros de datos, que pasaron de 432 en 1998 a 2.094 en 2010.
¡®Bytes¡¯ elevados al infinito
Jeremy Burton, experto en almacenamiento de datos, comenta que, hace 10 a?os, cuando trabajaba en una empresa de tecnolog¨ªa inform¨¢tica, el cliente que m¨¢s consum¨ªa contaba con unos 50.000 gigabytes en toda su base de datos (la letra N, por ejemplo, ocupa un byte; un gigabyte son 1.000 millones de bytes de informaci¨®n).
Hoy en d¨ªa se procesa y almacena alrededor de un mill¨®n de gigabytes en un centro de datos durante la creaci¨®n de una pel¨ªcula animada en 3-D, se?ala Burton, que actualmente trabaja en EMC, una empresa dedicada a la gesti¨®n y el almacenamiento de datos. Solo uno de sus clientes, la Bolsa de Nueva York, produce hasta 2.000 gigabytes de datos diarios que deben almacenarse durante a?os, a?ade. EMC e International Data Corporation calculan que el a?o pasado se generaron en todo el mundo m¨¢s de 1,8 billones de gigabytes de informaci¨®n.
Fomentar el despilfarro
El a?o pasado entr¨® en funcionamiento una l¨ªnea de alimentaci¨®n de 1.000 millones de d¨®lares para la red el¨¦ctrica estadounidense que recorre unos 350 kil¨®metros entre Pensilvania y Virginia. Aunque la obra estuvo financiada por millones de contribuyentes, Steven R. Herling, directivo de PJM Interconnection, autoridad regional de la red el¨¦ctrica, afirma que la necesidad de abastecer los centros de datos fue la ¡°motivaci¨®n crucial¡± del proyecto.
Los centros de datos figuran entre los clientes m¨¢s preciados del sector de los servicios p¨²blicos. Su consumo abundante y continuado permite a las empresas comprar energ¨ªa por adelantado y vender sus servicios por la noche, cuando la demanda de otros clientes se desploma. Bramfitt teme que esto aliente al sector a aferrarse a sus h¨¢bitos derrochadores.
Algunos expertos creen que una de las soluciones radica en la nube: centralizar las operaciones inform¨¢ticas entre centros de datos grandes y bien gestionados. Pero, seg¨²n Koomey, muchas empresas desconocen todav¨ªa la nueva tecnolog¨ªa de la nube o desconf¨ªan de ella. Y son esas firmas las que representan el mayor consumo energ¨¦tico.
Otros manifiestan su escepticismo hacia la nube aduciendo que la creencia en sus posibilidades, que en ocasiones suena m¨ªstica, se contradice con la cualidad f¨ªsica de la infraestructura que requiere.
Entre los consumidores, lo que fomenta en gran medida la necesidad de una infraestructura tan formidable son unas expectativas ya afianzadas. ¡°Eso es lo que est¨¢ impulsando ese crecimiento masivo: la expectativa del usuario de conseguir cualquier cosa, en cualquier momento y en cualquier lugar¡±, dice David Cappuccio, vicepresidente en funciones e investigador jefe de Gartner, la empresa de estudios tecnol¨®gicos. ¡°Somos nosotros quienes estamos causando el problema¡±.
Los consumidores suelen enviar enormes archivos de datos de un lado a otro, como v¨ªdeos y correos electr¨®nicos masivos con fotograf¨ªas adjuntas. Para sustentar toda esta actividad digital, existen actualmente m¨¢s de tres millones de centros de datos en todo el mundo, seg¨²n cifras de International Data Corporation.
En EE UU, los centros de datos consumieron unos 76.000 millones de vatios-hora en 2010, aproximadamente un 2% de toda la electricidad del pa¨ªs, seg¨²n un an¨¢lisis de Jonathan G. Koomey-, investigador de la Universidad de Stanford. En comparaci¨®n, el sector del papel consumi¨® 67.000 millones de vatios-hora de la red ese mismo a?o, de acuerdo a las cifras de xCensus Bureau.
Chris Crosby, consejero delegado de Compass Datacenters, una empresa con sede en Dallas, dice que no se avista el fin de la proliferaci¨®n de la infraestructura digital. ¡°Existen nuevas tecnolog¨ªas y mejoras¡±, se?ala Crosby, ¡°pero todo sigue funcionando con un cable¡±. Sin embargo, esto ¡°no es sostenible¡±, advierte Mark Bramfitt, exdirectivo de servicios que actualmente asesora a los sectores de la energ¨ªa y las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.
Sin incentivos
Con todo, es posible mejorar la eficiencia. Una empresa de Santa Clara, California, llamada Power Assure, comercializa una tecnolog¨ªa que permite a los centros de datos empresariales reducir de manera segura el consumo energ¨¦tico de los servidores cuando no son necesarios, por ejemplo, de noche.
Pero incluso con programas para animar a sus principales clientes a ahorrar energ¨ªa, Silicon Valley Power no ha sido incapaz de convencer a un solo centro de datos para que utilice esta t¨¦cnica en Santa Clara.
Symanski asegura que la baja eficiencia del sector solo tiene sentido para la l¨®gica oscura de la infraestructura digital. ¡°Uno lo ve y se pregunta: ¡®?C¨®mo es posible que lleven un negocio de esa manera?¡±, dice. La respuesta suele ser siempre la misma: ¡°No reciben una bonificaci¨®n por ahorrar en la factura de la electricidad, sino por mantener el centro de datos en funcionamiento un 99,999% del tiempo¡±.
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