Catarsis en caso de despido: tuitear el descontento
Criticar al jefe en las redes sociales puede servir de desahogo
Cuando Richard M. Nixon perdi¨® las elecciones a gobernador de 1962, celebr¨® una famosa conferencia de prensa en la que anunci¨®: ¡°Ya no ten¨¦is a Nixon para tratarle a patadas¡±. Cincuenta a?os despu¨¦s, probablemente lo habr¨ªa tuiteado.
Las personas que se han quedado recientemente sin empleo han adoptado una nueva t¨¢ctica: las redes sociales est¨¢n resultando ser un medio utilizado por aquellos que deciden que no quieren irse en silencio. Tanto si la marcha es voluntaria como involuntaria, cualquiera que tenga una p¨¢gina en Facebook o una cuenta en Twitter, puede despedirse de su jefe o de su compa?¨ªa de forma muy p¨²blica, haciendo caso omiso del consejo profesional tradicional de no hablar negativamente de la empresa al dejar un empleo.
Despu¨¦s de cuatro a?os en un hotel de Providence, Rhode Island, Joey deFrancesco present¨® su renuncia, acompa?ado por una docena de miembros de la banda en la que toca la trompeta, junto con un c¨¢mara. ¡°Mi gerente me odiaba de verdad, y yo quer¨ªa una gran despedida¡±, recuerda. Colg¨® el v¨ªdeo en Facebook y lo subi¨® en Youtube, donde corri¨® como la p¨®lvora.
Cuando Aaron Brown fue despedido como presentador de la CNN, se le impidi¨® por contrato hablar de ello durante varios a?os. Al desaparecer la prohibici¨®n, expres¨® sus reproches en The Huffington Post (¡°no pensaba que los espectadores me apoyaban cuando hac¨ªamos televisi¨®n para est¨²pidos¡±), y fue realmente indiscreto en MediaBistro, donde se mof¨® diciendo: ¡°Conozco la diferencia entre el periodismo y un eslogan. Y ¡®decir siempre la verdad¡¯ es un eslogan¡±, dec¨ªa refiri¨¦ndose a la coletilla del programa Anderson Cooper 360 en la CNN.
Como era de esperar, algunos habitantes de Sillicon Valley se han dedicado a lanzar bombas digitales. James Whitaker, exdirector de ingenier¨ªa de Google, escribi¨® en un blog que sus ¨²ltimos meses fueron ¡°un torbellino de desesperaci¨®n¡±. ¡°A medida que escrib¨ªa, el proceso se volv¨ªa cat¨¢rtico¡±, escribe Whitaker en un correo electr¨®nico. ¡°No creo que entendiese totalmente por qu¨¦ me marchaba hasta que lo escrib¨ª¡±.
El t¨ªtulo de la entrada en el blog de Max Zachariades en TechCrunch era Frustraci¨®n, decepci¨®n y apat¨ªa: mis a?os en Microsoft, una diatriba sobre el estilo de direcci¨®n del gigante inform¨¢tico despu¨¦s de que le despidieran. ¡°Fue una manera de fortalecerme¡±, explica. ¡°En los ambientes empresariales, muy a menudo no hay libertad de expresi¨®n. Me dijeron que, si les llevaba a juicio, no ganar¨ªa porque eran demasiado importantes. As¨ª que, en vez de hacerlo, lo expuse todo en Internet. Las redes sociales te permiten acelerar el karma¡±.
En lo que a atrevimiento se refiere, la palma se la lleva el mundo financiero, donde parece que los ejecutivos que se marchan con maletines llenos de dinero de sus cuantiosas indemnizaciones solo se dan cuenta de los problemas del sector cuando miran hacia atr¨¢s. Sallie Krawcheck, que fue conocida como la mujer m¨¢s poderosa de Wall Street, escribi¨® un tuit despu¨¦s de que la despidieran de Bank of America, en el que necesit¨® mucho menos de 140 caracteres para morder con satisfacci¨®n la mano que ya no le daba de comer: ¡°M¨¢s sobre el tema de la complejidad de los grandes bancos: no son demasiado grandes para caer, ?pero son demasiado complejos para existir?¡± .
Las despedidas p¨²blicas han dado lugar a su propia forma de respuesta y de castigo. Greg Smith acompa?¨® su salida de Goldman Sachs con un art¨ªculo de opini¨®n en The New York Times sobre lo que ¨¦l calificaba de ¡°bancarrota moral¡± de su exempresa. Ese mismo d¨ªa, un sitio web brit¨¢nico llamado The Daily Mash public¨® una parodia titulada Por qu¨¦ me marcho del Imperio, firmada por Darth Vader. ¡°En el Imperio, hoy en d¨ªa, todo son m¨¦todos r¨¢pidos, y no hay suficiente estrangulaci¨®n remota. Ya no me parece correcto¡±.
Joshua Brown ofrece algunos consejos en su blog El Agente de Bolsa Reformado. Brown fue agente de Bolsa durante cerca de 12 a?os, y sac¨® la siguiente conclusi¨®n: ¡°El negocio es un conflicto enorme. Incluso alguien que quer¨ªa ser honrado con sus clientes no pod¨ªa serlo¡±. Ahora es asesor financiero y su blog est¨¢ dedicado a informar a la gente sobre las trampas de las inversiones.
¡°Para empezar, las redes sociales son egoc¨¦ntricas por naturaleza: todo sobre m¨ª, ad¨®nde voy, etc¨¦tera¡±, afirma Brown. ¡°Pero no todo el mundo tiene que ser Jerry Maguire cuando coge la puerta¡±.
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