SMS: estoy en celo; firmado: vaca suiza
Sometidas a un estr¨¦s cada vez mayor para producir m¨¢s leche, los animales muestran menos indicios del celo, con el consiguiente coste econ¨®mico
Christian Oesch cuida de un reba?o de vacas lecheras y lleva encima un tel¨¦fono inteligente adondequiera que va. Y a veces, recibe mensajes de texto de sus vacas.
Esto se debe a que Oesch, de 60 a?os, que atiende un reba?o de 44 vacas lecheras de las razas Holstein roja y Jersey est¨¢ ayudando a probar un aparato que implanta unos sensores en las vacas para que los granjeros sepan cu¨¢ndo est¨¢n en celo. Cuando esto sucede, el dispositivo env¨ªa un SMS al tel¨¦fono del ganadero.
El mensaje puede estar en cualquiera de los tres idiomas principales de Suiza ¡ªalem¨¢n, franc¨¦s e italiano¡ª o en ingl¨¦s o espa?ol.
El detector de celo electr¨®nico sale al mercado a principios del a?o que viene. Es la creaci¨®n de varios catedr¨¢ticos de un colegio t¨¦cnico de la capital suiza, Berna.
Llena un vac¨ªo del mercado, aseguran, porque las vacas lecheras, sometidas a un estr¨¦s cada vez mayor para que produzcan cantidades m¨¢s grandes de leche, muestran cada vez menos indicios de estar en celo. Eso hace que a los granjeros suizos les resulte muy dif¨ªcil con las inspecciones visuales tradicionales saber cu¨¢ndo traer el toro o, en un 80% de los casos, el inseminador artificial.
El sensor implantado en los genitales de Fiona o Bella (los nombres predilectos para las vacas suizas) mide el calor corporal y luego transmite el resultado a un sensor fijado en el cuello de la vaca que mide el movimiento del cuerpo (las vacas en celo suelen estar inquietas). ¡°Los resultados se combinan usando algoritmos y, si la vaca est¨¢ en celo, se env¨ªa un SMS al ganadero¡±, dice Claude Brielmann, especialista en inform¨¢tica que ayud¨® a dise?ar el sistema. El detector del cuello de la vaca est¨¢ equipado con una tarjeta SIM para que el granjero pueda pagar las llamadas. ¡°Conseguimos un porcentaje de detecci¨®n que ronda el 90%¡±, se?ala Brielmann.
El detector de celo despierta la inquietud de los defensores de los derechos animales, no tanto por el hecho de introducirse en las partes ¨ªntimas de la vaca ¡ªun term¨®metro con un transmisor y una antena diminutos se colocan en sus genitales¡ª como por lo que dice sobre las estresantes vidas de las rumiantes suizas.
Tambi¨¦n suscita escepticismo entre los vaqueros, a quienes asusta su precio, que est¨¢ previsto que sea de al menos 1.400 d¨®lares por unidad.
¡°?Reportar¨¢ algo econ¨®micamente?¡±, pregunta Ulrich Tschanz, de 76 a?os, que criaba Holstein rojas hasta que traspas¨® el reba?o de 40 animales a su hijo. ¡°Mant¨¦n siempre vigiladas tus vacas, eso es lo mejor¡±, a?ade.
Pero los expertos dicen que las medidas tomadas para aumentar la producci¨®n de leche ¡ªla adici¨®n de prote¨ªnas, minerales y vitaminas a su alimento ¡ª alteran el metabolismo de las vacas y hacen que el dispositivo sea cada vez m¨¢s necesario. ¡°Al aumentar la productividad, disminuye la actividad reproductiva¡±, explica Samuel Kohler, un veterinario que se encuentra entre los desarrolladores del dispositivo y ahora forma parte de la junta directiva de la empresa, llamada Anemon, que espera venderlo.
Oesch est¨¢ muy contento con los resultados obtenidos hasta ahora, a pesar de algunos problemas iniciales. Los errores tienen un impacto negativo en el bolsillo del ganadero. Equivocarse al elegir el momento adecuado puede costarle a Oesch, que emplea la inseminaci¨®n artificial, nada menos que 300 francos suizos (unos 250 euros), en semen malgastado.
Los suizos tienen unas de las leyes sobre derechos animales m¨¢s estrictas del mundo. Hansuli Huber, director gerente del organismo nacional de defensa de los animales Tierschutz, cree que ¡°hay cierta justificaci¨®n¡± para estos aparatos. ¡°El verdadero problema es que las vacas no dan muestras de estar en celo, y esto tiene que ver con las exigencias que se les imponen de producir cantidades de leche cada vez mayores¡±, afirma.
En un momento en el que los precios mundiales de la leche se est¨¢n desplomando, la productividad es crucial para las vacas suizas, cuyos propietarios est¨¢n notando el pellizco econ¨®mico. Seg¨²n la Oficina de Agricultura del Gobierno en Berna, cada a?o cierra alrededor de un 2% de granjas, incapaces de competir con productores m¨¢s grandes y eficientes del extranjero.
A pesar de todo, Kohler dice que no espera una oposici¨®n considerable al nuevo dispositivo. ¡°No es crueldad hacia los animales¡±, opina. ¡°Las vacas se comportan con toda normalidadl. Sinceramente, no veo d¨®nde puede estar el problema¡±.
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