Kindle Paperwhite, en blanco y negro, pero con luz

El Kindle de Amazon, el lector de libros electr¨®nicos m¨¢s vendido, era perfecto para leer siempre que hubiese luz. Por ejemplo, para leer en la cama era necesaria una iluminaci¨®n accesoria. Algo que con las tabletas, retroiluminadas, no sucede.

Ese era el dilema. Si solo quiero un aparato para leer y no quiero molestar al pr¨®jimo encendiendo una l¨¢mpara, pongamos por caso, en un avi¨®n, ?qu¨¦ hago? ?para qu¨¦ gastar tanto dinero si no me sirve de lector nocturno? El nuevo modelo de Kindle acaba con el dilema. La generaci¨®n Paperwhite gana en contraste y lleva iluminaci¨®n. Ya no se lee en tonalidad de grises, sino negro sobre blanco. La pantalla gana en definici¨®n sin perder su formato de seis pulgadas.

Ya no podr¨¢ ser un regalo de Reyes o un detalle de ¨²ltima hora. Amazon vende dos modelos, con demora en el env¨ªo de varias semanas, con conexi¨®n wifi y con 3G. El primero cuesta 129 euros, el segundo 189. La diferencia estriba en la conexi¨®n. El modelo con 3G permite usar un navegador, modesto, casi primitivo, en cualquier momento y lugar. Tambi¨¦n comprar libros, claro. Son 60 euros de diferencia, pero merecen la pena. Prometen conexi¨®n para siempre en gran parte del planeta, sin pago adicional o factura por descarga de datos.

?Hay gran diferencia con respecto al primer Kindle que se vendi¨® en Espa?a? El almacenamiento y la duraci¨®n de la bater¨ªa se han duplicado. A cambio, tambi¨¦n ha aumentado su peso. Despu¨¦s de m¨¢s de una hora de lectura las mu?ecas se resienten.

El hecho de ser t¨¢ctil hace que sea mucho m¨¢s sencillo navegar por el men¨², comprar libros, consultar las notas o el diccionario. Para ser un aparato de tinta electr¨®nica, sin ninguna concesi¨®n al mundo multimedia, pasa r¨¢pido de pantalla en pantalla. Sin embargo, los que est¨¦n acostumbrados a lectores que no son t¨¢ctiles se les saltar¨¢n las p¨¢ginas. Prescindir de los botones en el lateral, que serv¨ªan para pasar de p¨¢gina, es una ventaja relativa, pues a veces la sensibilidad de lo t¨¢ctil provoca el descontrol. Esta sensaci¨®n resulta molesta inicialmente, pero toca acostumbrarse. Los tres modelos del cat¨¢logo de Amazon son ya as¨ª.

?Es necesaria la iluminaci¨®n? Es una buena excusa para renovar el lector de libros electr¨®nicos si se tiene uno viejo, pero no es motivo suficiente para comprar otro si se tiene ya un Kindle. Cumple su funci¨®n en el momento en que se necesita y molesta menos a quienes nos rodean. Ahora bien, tampoco es la soluci¨®n perfecta. En la parte inferior, despu¨¦s de un uso prolongado no termina de iluminar de manera uniforme.

Tampoco parece que la iluminaci¨®n sea un gancho fundamental para renovar un producto que, con la llegada de las tabletas baratas, parece haber vivido ya sus mejores ¨¦pocas.