¡°Las redes sociales deben lucrarse con la publicidad en lugar de explotar al usuario¡±
Los profesores Michael Rustad y Richard Buckingham analizan estos medios desde un punto de vista legal
Los profesores Michael L. Rustad y Richard L. Buckingham, de la Facultad de Derecho de Suffolk (Boston) analizan los medios sociales desde el punto de vista legal y con rigor acad¨¦mico. Juntos acaban de publicar un estudio sobre los t¨¦rminos de uso legales de 157 redes sociales. Abarcan desde la veterana y demod¨¦ MySpace, hasta la exclusiva SmallWorld pasando por el servicio de blogs Skyrock o la peculiar Don¡¯tStayIn, punto de encuentro de los amantes del rock. Como no pod¨ªa ser de otra forma Facebook, Twitter e Instagram, los servicios m¨¢s de moda, centran gran parte de su atenci¨®n.
De su publicaci¨®n se desprenden algunos datos relevantes. Como que Twitter ofrece sus servicios ¡°como son¡±, sin garant¨ªa alguna y sin concretar alg¨²n tipo de medidas de seguridad. Revelan que en las propias normas de uso de Facebook se advierte que no se hacen responsables en caso de una ca¨ªda en el servicio. As¨ª mismo exponen que si se quiere litigar contra la web de Mark Zuckerberg solo se podr¨¢ en la corte federal del condado de Santa Clara.
Ambos han accedido a responder un cuestionario de este diario.
Pregunta: En las ¨²ltimas semanas los cambios en los cambios en los t¨¦rminos de uso de Instagram, que ser¨¢n efectivos el 16 de enero, han creado gran revuelo. ?En qu¨¦ se diferencian de los de Facebook, empresa a la que pertenecen? su
Respuesta: Los usuarios de Facebook mantienen el derecho a litigar, mientras que a los de Instagram se les pone mucho m¨¢s dif¨ªcil. Salvo que se unan y hagan una demanda colectiva, es muy dif¨ªcil reunir el dinero suficiente como para ir a los tribunales. Se les deriva a la corte de apelaci¨®n, que es algo menor, para cuestiones algo m¨¢s informales. De hecho, llama la atenci¨®n que Instagram no da una m¨ªnima informaci¨®n sobre c¨®mo funcionan los arbitrajes en este caso, ni una estimaci¨®n de lo que costar¨ªa.
P. ?Por qu¨¦ este caso es tan especial?
R. Desde nuestro punto de vista, los t¨¦rminos de uso de Instagram, funcionalmente son equivalentes a muchos de los que hemos estudiado. Limitan los derechos de los usuarios y se reservan sus derechos. Lo interesante de este caso es que reflejan una tendencia que requiere una aceptaci¨®n plena de las normas que solo se pueden derrotar a trav¨¦s de una acci¨®n colectiva. En otras palabras, este medio se reserva el derecho de dejar a los usuarios de lado y lucrarse con su informaci¨®n personal. El dinero va directo al servicio, sin compartirlo con qui¨¦nes lo crearon. Este es un plan completo y pensado para comerciar con la privacidad de los usuarios para su propio beneficio, pero esta provisi¨®n del negocio la ponen dentro de las normas y as¨ª no lo parece.
P. Hace escasas semanas fuimos testigos de un intento de democracia interna para cambiar los t¨¦rminos de uso de Facebook. El n¨²mero de usuarios que particip¨® fue irrisorio. ?A los usuarios no les importa su privacidad?
R. Scott McNealy, un ejecutivo de Sun Microsystems lo dej¨® muy claro: ¡°Tienes ¡®cero¡¯ privacidad, as¨²melo¡±. Un gran n¨²mero de usuarios de Facebook son de Estados Unidos. Las leyes de privacidad en nuestro pa¨ªs se est¨¢n desarrollando con gran lentitud, a diferencia de Europa, donde s¨ª que se evidencia verdadera preocupaci¨®n y se reconoce como un derecho fundamental. Otra hip¨®tesis que tenemos para justificar la baja participaci¨®n es lo abstracto de las preguntas planteadas.
P. Cada d¨ªa vemos m¨¢s y m¨¢s restricciones para los usuarios de redes sociales. ?D¨®nde creen que puede estar el l¨ªmite?
R. Nuestro estudio confirma que los t¨¦rminos propuesto suelen ser solo en una direcci¨®n, asim¨¦tricos. En otras palabras, las compa?¨ªas se reservan derechos frente a sus clientes.
P. ?C¨®mo ha sido la evoluci¨®n de estas reglas?
R. La tendencia entre los medios sociales es imponer un tribunal de arbitraje que solo acepte demandas colectivas, de modo que los consumidores de hoy tienen menos derechos que los que hace unos a?os estaban en MySpace, por ejemplo. Se sigue sin dar informaci¨®n adecuada a los consumidores.
P. ?Tienen futuro estos servicios sin explotar los contenidos generados por los usuarios?
R. Las redes sociales pueden lucrarse con publicidad en lugar de explotar a los usuarios. Pueden obtener ingresos a partir de los anuncios, con productos adaptados al gusto de sus suscriptores o vendiendo servicios premium.
P. En Europa la legislaci¨®n es mucho m¨¢s restrictiva que en EEUU pero, ?qu¨¦ sucede en los pa¨ªses emergentes?
R. Por ahora parece que no se est¨¢n cuidando demasiado los derechos del consumidor. Ojal¨¢ se mire m¨¢s hacia Europa que hacia EEUU para no caer en estas normas tan decepcionantes. A medida que cobran importancia, las redes sociales tardan en adaptarse a las reglas legales. Y cada vez es m¨¢s dif¨ªcil entender un marco legal global.
P. ?Y los usuarios qu¨¦ pueden hacer para estar alerta?
R. Nos tememos que es dif¨ªcil que los consumidores asuman que tienen que aprender cu¨¢les son sus derechos. Y esto se complica a medida que cada vez con m¨¢s frecuencia vemos c¨®mo las normas cambian, son largas, farragosas y esconden los puntos m¨¢s importantes en una mara?a de datos. Lo que ha sucedido con Instagram es solo una muestra. Como dijo el juez Louis Brandeis ¡°la luz del sol es el mejor de los desinfectantes¡±. La evidencia emp¨ªrica demuestra que muy pocos leen las reglas antes de aceptarlas. Deber¨ªan leer antes de hacer clic.
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