Toda la gama de las emociones humanas, en lenguaje ¡®online¡¯
Pegatinas, iconos y animaciones para ahorrar palabras y transmitir sensaciones desde el m¨®vil
El emoji es un colorido alfabeto de s¨ªmbolos que contiene casi 1.000 im¨¢genes de animales bonitos, alimentos y expresivas caras sonrientes para transmitir lo que las palabras no pueden.
Utilizar emoji, emoticonos y GIF¡ªbreves clips animados en bucle¡ª en una conversaci¨®n por mensaje de texto puede marcar instant¨¢neamente la diferencia entre una afirmaci¨®n sincera y una broma o sarcasmo. Y conlleva menos esfuerzo. Puede ser m¨¢s sencillo aplacar los sentimientos heridos con una cara de gato p¨ªcaro que teclear atropelladamente una larga y retorcida explicaci¨®n sobre por qu¨¦ llegamos 20 minutos tarde a una cena, o comunicar a una amiga que le mandamos nuestro cari?o con un GIF animado de dos pandas abraz¨¢ndose.
Normalmente, esas funciones de los tel¨¦fonos m¨®viles no han supuesto grandes negocios en Estados Unidos. Pero algunas empresas j¨®venes del pa¨ªs, entre ellas un servicio privado de redes sociales llamado Path, y servicios de mensajer¨ªa como Tango y MessageMe, han lanzado unosemoticonos denominados stickers [pegatinas] que pueden insertarse en los mensajes. En comparaci¨®n con el emoji, los stickers son creaciones elaboradas y art¨ªsticas. En Path, por ejemplo, el que denota malestar muestra una cara con el ce?o fruncido rodeada de una nube de tormenta y rel¨¢mpagos.
Los emprendedores avezados y los capitalistas de riesgo est¨¢n ansiosos por sacar partido de esto. ¡°Como categor¨ªa, la mensajer¨ªa se va a orientar hacia el comercio¡±, pronostica Chi-Hua Chien, socio de Kleiner Perkins Caufield Byers, una de las empresas de capital riesgo m¨¢s pr¨®speras de Silicon Valley, que ha invertido en Path y otras aplicaciones de mensajer¨ªa.
La descarga de aplicaciones de stickers es gratuita. Pero, por unos pocos d¨®lares, los usuarios pueden comprar paquetes adicionales que incluyen elementos m¨¢s alaborados, como caricaturas de comida dibujadas a mano: por ejemplo una porci¨®n de pizza bailando.
Line, una aplicaci¨®n que permite enviar stickers, dibujos y mensajes, ha sido un ¨¦xito en Corea del Sur y Jap¨®n. Est¨¢ desarrollada por la empresa surcoreana Naver, que asegura que cuenta con m¨¢s de 100 millones de usuarios. La compa?¨ªa ha abierto una oficina en San Francisco.
La popularidad de Line fue uno de los motivos por los que Lango y MessageMe llevaron sus versiones de mensajer¨ªa de tipo sticker a EE UU. David Lee, uno de los fundadores de la empresa de capital riesgo SV Angel, ha invertido en MessageMe, pero se pregunta si ¡°el comportamiento de los usuarios y las normas culturales en Asia y otros pa¨ªses son tan distintos que puede que no lleguen a adaptarse a Estados Unidos¡±.
Mimi Ito, antrop¨®loga cultural de la Universidad de California en Irvine, dice que quiz¨¢ sea demasiado tarde para que los stickers visuales calen entre los estadounidenses. ¡°Muchos usuarios de este pa¨ªs¡±, recuerda, ¡°se perdieron las pr¨¢cticas de la telefon¨ªa m¨®vil que caracterizaron la cultura temprana de la mensajer¨ªa¡±.
A diferencia de los emoji, las aplicaciones de stickers no funcionan con el programa de texto por defecto, lo cual dificulta su utilizaci¨®n. Y averiguar c¨®mo satisfacer al consumidor estadounidense de m¨®viles ha frustrado a empresas como Zynga y Facebook, que se han esforzado por reproducir el ¨¦xito de Internet en el m¨®vil.
Con todo, Lee opina que las aplicaciones encajan bien en lo que considera el futuro de las redes sociales, donde se crean grupos de amigos en torno a agendas telef¨®nicas y mensajes, y no de una p¨¢gina web.
En Estados Unidos se est¨¢n poniendo de moda otras formas de comunicaci¨®n visual. Servicios de chat por v¨ªdeo como Skype, adem¨¢s de Instagram, una p¨¢gina para compartir fotos, y Snapchat, una herramienta que permite enviar im¨¢genes y v¨ªdeos que se autodestruyen a los pocos segundos, ya han atra¨ªdo a un p¨²blico numeroso. ¡°Sin duda, EE UU se ha subido al carro de la comunicaci¨®n m¨®vil visual¡±, se?ala Ito. ¡°Pero de una forma que difiere con la orientaci¨®n que dieron a los emoji los primeros que los utilizaron¡±.
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