MashMe, de la facultad a Silicon

¡°Cuando acaba la videollamada, adi¨®s. No queda un videoarchivo en Skype o en las Hangout de Google. Con nosotros, s¨ª¡±, afirma V¨ªctor S¨¢nchez (Palma de Mallorca, 1986), fundador y consejero delegado de MashMe TV, una empresa que acaba de cumplir su primer a?o. A diferencia de lo que sucede con los gigantes de Microsoft o Google, en MashMe TV lo que se comparte sigue ah¨ª, ya sea un v¨ªdeo, textos dibujos en la pizarra virtual interactiva. La propuesta es amplia y ambiciosa, sobre todo si se tiene en cuenta que son seis personas en un cuarto en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, que los cobija. El dinero proviene de familia, amigos e inversores iniciales.

Aunque solo sean seis, su aplicaci¨®n no es broma. MashMe TV permite hacer videoconferencias de hasta 12 personas en activo y con un m¨¢ximo de 3.000 conectados. Todo desde el navegador, sin necesidad de instalar ninguna aplicaci¨®n. ¡°Es una demostraci¨®n del potencial del HTML5¡±, subraya este ingeniero inform¨¢tico. Entre las muchas utilidades que permiten est¨¢n las clases, por ejemplo. Pero tambi¨¦n la creaci¨®n de espacios para que las empresas mantengan reuniones de trabajo. ¡°Las salas de encuentro se pueden adaptar en cada caso, con sus iconos, est¨¦tica¡­¡±.

Funciona en el navegador, pero si se desea, MashMe acaba de estrenar aplicaci¨®n para iPhone e iPad y en pocas semanas tambi¨¦n estar¨¢n listos para Android. En ambos casos guarda similitudes con WhatsApp: notificaciones de mensajes, env¨ªo de archivos adjuntos, situaci¨®n geogr¨¢fica, llamadas de voz y, de nuevo, el v¨ªdeo. ¡°Con la ventaja de almacenar todo en la nube y no en el tel¨¦fono¡±, aclara, ¡°de modo que se puede seguir donde se dej¨® o volver a ver lo que se ha comentado con alguien¡±.

Las videoconferencias son gratis para los particulares, la mayor¨ªa. El modelo de negocio pasa por cobrar a las empresas por adaptaciones concretas, como incluir sus logos, colores corporativos o calendarios de tareas, e integraci¨®n de servicios, tambi¨¦n por tramos de consumo.

Entre los aspectos con m¨¢s ¨¦xito est¨¢ el visionado de YouTube con amigos. ¡°Basta con colgar el enlace para poder compartir un v¨ªdeo. Sirve para hacer risas, claro, pero tambi¨¦n para vivir momentos en familia¡±, expone. Como los grandes inventos, MashMe TV naci¨® por necesidad. ?l estaba en Chicago, su novia en Madrid, el hermano en Alemania y los padres en Mallorca. ¡°Se me quedaba corto Skype, el correo y WhatsApp. ?Por qu¨¦ tres herramientas para comunicarme con los m¨ªos?¡±.

Un m¨¢ster en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Illinios cambi¨® su visi¨®n para siempre. Desde entonces S¨¢nchez solo piensa en proyectos propios, le cuesta verse como un empleado de otra empresa.

M¨¢s del 80% de todo su tr¨¢fico procede de Estados Unidos, sin haber realizado publicidad alguna

Se ruboriza al recordar c¨®mo fue su primer salto importante: ¡°David Bustamante, tras much¨ªsimas conversaciones con su manager, hizo un encuentro con las fans a trav¨¦s de MashMe. Fue un concierto en el que faltaron entradas y quiso contentarlas as¨ª. Parece que les gust¨®, porque siguieron us¨¢ndolo y se lo dijeron a m¨¢s gente¡±.

Otra l¨ªnea de ingresos, enmarcada dentro del campo de la educaci¨®n, son las conferencias de expertos: ¡°Se puede aprender a cocinar, programar, arreglar motores¡­ Todo lo que se vaya ocurriendo¡±. El pago ser¨¢ similar a una taquilla virtual pero con la posibilidad de contactar a posteriori con el ponente, seguir su m¨¦todo o volver a ver las clases.

Durante el Congreso Mundial de M¨®viles, en febrero, ganaron el marat¨®n de programaci¨®n propuesto por Ericsson. Esto les abri¨® las puertas para encontrar nuevos clientes. ¡°A medida que nos prueban, nos recomiendan y dan de alta a amigos¡±, expone. Ya superan los 415.000 usuarios registrados de 77 pa¨ªses. Llegaron poco a poco, sobre todo a trav¨¦s de las redes sociales, sin publicidad. M¨¢s del 80% proviene de Estados Unidos, de ah¨ª que hayan decidido que el 33% del equipo, es decir ¨¦l y Alicia D¨ªez (Madrid, 1988) se muden a Estados Unidos para inspeccionar el mercado, buscar inversores y, si todo va bien, establecerse all¨ª.

La ¨²ltima vez que estuvieron all¨ª fue en San Francisco, para asistir a la conferencia anual de desarrolladores de Google, de all¨ª, previo pago de casi 1.500 euros (1.650 d¨®lares) volvi¨® con las Google Glass. ¡°Parece un elemento del futuro, pero pronto ser¨¢n algo cotidiano. Yo las uso para aprender chino mientras conduzco¡±.