Caoba conecta a las parejas con im¨¢genes en lugar de palabras
Se busca la empat¨ªa de las personas seg¨²n el tipo de fotograf¨ªas que se adjuntan
Caoba, ¡°se pronuncia con facilidad en casi cualquier lengua y hace referencia a una madera de calidad¡±. La aplicaci¨®n de Javier Ca?ada Cresp¨ª (Barcelona, 1975) pone en contacto a parejas, pero con im¨¢genes que que con palabras. La seducci¨®n por la imagen.
Caoba naci¨® hace un a?o como un experimento. ¡°Estaba buscando chica, probaba todo tipo de aplicaciones para tener citas, pero ninguna me convenc¨ªa, as¨ª que hicimos la que cre¨ªamos que encajaba con nuestra forma de ser¡±, expone Ca?ada. A diferencia de lo habitual en este tipo de servicios de citas, la localizaci¨®n no importa. ¡°Al fin y al cabo, Espa?a es un pa¨ªs peque?o. No se trata de encontrar un ligue de una noche, sino de ir m¨¢s all¨¢, conocerse¡±, aclara.
Resuelto el dilema inicial, tocaba solventar el siguiente, c¨®mo presentarse. ¡°El primer contacto es siempre una puerta fr¨ªa, un correo. Nos parece muy duro. A la vez, nos cuesta competir, contar qui¨¦nes somos; casi siempre se escriben generalidades; todo el mundo dice casi lo mismo¡±. En Caoba la comunicaci¨®n es trav¨¦s de fotos con retoques, al estilo de Instagram. La conversaci¨®n se entabla a partir de una imagen. ¡°Es m¨¢s suave, m¨¢s fluido. No se trata de poner una foto en la playa sino de qu¨¦ playa y c¨®mo se presenta¡±, explica Ca?ada.
Al principio solo funcionaba para iPhone y acaban de estrenarse en Android. "No tratamos de aceptar a todo el mundo, sino de mantener el esp¨ªritu de la comunidad. Para entrar habr¨¢ que enviar tres fotos con las que, una vez revisadas, se entre a formar parte sin distorsionar una comunidad de m¨¢s de 2.000 miembros activos".
Seg¨²n las cifras que manejan, lo normal en estos sitios de contactos es que haya m¨¢s de 20 hombres por mujer; pero en Caoba el ratio es de cinco a uno. Por ahora solo se dirigen a un p¨²blico heterosexual. La edad media es entre 25 y 32 a?os en el caso de las mujeres y cinco a?os m¨¢s en el caso masculino. No se paga por contactar con alguien, tampoco por usarlo. ¡°El pago a trav¨¦s de aplicaciones no nos parec¨ªa la mejor opci¨®n, as¨ª que pensamos en algo m¨¢s rom¨¢ntico¡±. Si el usuario lo acepta en su perfil, puede recibir regalos. ¡°Primero nos caemos bien, despu¨¦s nos gustamos y, quiz¨¢, me decida a mandarle un detalle. La direcci¨®n no se desvela nunca; la sabe Caoba y gestiona el env¨ªo¡±, indica Ca?ada. Todos los detalles, que van cambiando, est¨¢n cuidados, desde un ramo de flores a chocolates daneses, libros de edici¨®n especial, aceites macerados...
Caoba ha sido desarrollada en el estudio Vostok, el mismo que dise?¨® Minube, Filmin,?algunas webs de?Globalia o Kubi,?o FloresFrescas. Seis personas se encargan de todo. ¡°Nuestro activo es la calidad, porque no podemos competir ni en precio ni en tama?o. Tiene que ser algo que merezca la pena ense?ar y, como tampoco nos dedicamos a los n¨²meros, tenemos que tener en el banco dinero para seis meses de supervivencia, por si nos confundimos al elegir¡±, explica Ca?ada. Dos proyectos al a?o, as¨ª desde hace siete.
De vez en cuando dan un paso m¨¢s y apuestan por proyectos propios, como temas para blogs en Wordpress o la creaci¨®n de web del fot¨®grafo japon¨¦s Toru Morimoto, que document¨® la tragedia de Fukushima. Ofrec¨ªan l¨¢minas y postales cuyos fondos van para ayudar a los afectados.
¡°Lo importante es que no ofrecemos nada al peso, sino con mimo, con cuidado. Queremos alejarnos de servicios que suele dar verg¨¹enza decir que se usan, eso no pasa en Caoba. No es conocerse en 10 minutos, sino con paciencia¡±. A Ca?ada no le inquieta demasiado el ¨¦xito econ¨®mico, porque conf¨ªa en Caoba: ¡°Yo encontr¨¦ ah¨ª a mi chica".
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