Playence hace comprensible Internet
La empresa ayuda a que m¨¢quinas y personas se entiendan con lenguaje natural
Comprar algo, asistir a un anciano o buscar informaci¨®n para un trabajo de la escuela son algunas de las tareas que se pueden hacer en Internet. Si todo va dentro de los cauces habituales funciona, si hay dudas, restricciones o toca explicar algo de manera concreta, llega el temido momento de pelearse con los formularios. Sinuh¨¦ Arroyo (Segovia, 1975) busca la soluci¨®n para que Internet y los humanos se entiendan de una manera m¨¢s sencilla.
Tras estudiar ingenier¨ªa inform¨¢tica, Arroyo curs¨® el doctorado en Inteligencia Artificial en Austria. Despu¨¦s form¨® parte de Isoco, su primera empresa. Consigui¨® 12 millones de euros en inversi¨®n (2.000 millones de pesetas entonces) crearon dos webs rompedoras entonces: Lavinia, dedicada a la venta de vino, y la de los grandes almacenes FNAC. En ambas sorprendieron por su gesti¨®n de atenci¨®n al cliente, con un chat, que comprend¨ªa y respond¨ªa a los clientes con una cercan¨ªa desconocida hasta entonces. Fue el germen de Playence, cuyo nombre proviene de Play (jugar, interactuar) e Intelligence, un buscador que es capaz de ofrecer informaci¨®n relacionada seg¨²n el contexto y su sentido en lugar de una retah¨ªla de resultados basados en una palabra concreta.
Se usa, sobre todo para atenci¨®n al cliente. ¡°Un ejemplo puede ser al pedir una pizza, nuestro sistema entiende si escribes, ¡®quiero una pizza con pepperoni, champi?¨®n y doble de queso. Con la masa fina. La entrega, mejor, a las diez de la noche, en el descanso del partido¡¯, sin tener que ir saltando de un campo del formulario a otro¡±, explica. Lo mismo sirve para una transferencia bancaria o tener un soporte m¨¢s humano al hacer una compra.
El proyecto que m¨¢s le ilusiona tiene que ver con las personas mayores. ¡°Comienzan a usar m¨®viles y tabletas, saben que lo pueden usar para recibir ayuda, pero no tienen la habilidad para usar las herramientas habituales. Con nuestro software pueden explicarse de manera natural y desde el centro de atenci¨®n se decide qu¨¦ necesitan¡±, explica para contar que el Imserso le ha encargado una adaptaci¨®n de su p¨¢gina.
Por ahora no se han planteado entrar en uno de los segmentos m¨¢s futuristas del reconocimiento sem¨¢ntico, la interacci¨®n por voz. ¡°S¨ª tenemos reconocimiento de lenguaje oral, pero lo pasamos a texto, despu¨¦s busca dentro de ese contenido y puede servirnos para transcribir una petici¨®n de ayuda, subtitular un v¨ªdeo de YouTube o buscar una frase concreta dentro de un v¨ªdeo¡±, matiza. Esto se usa en otro de sus proyectos, Saber y M¨¢s, de Santillana. Se trata de su aplicaci¨®n para aprender en el navegador, m¨®viles, tabletas y tel¨¦fonos. A las unidades did¨¢cticas propuestas por la editorial se suman los contenidos que busquen profesores y estudiantes. ¡°Si buscan Napole¨®n, ofrecemos v¨ªdeos, fotos, infograf¨ªas¡ pero siempre adaptadas a su nivel, conociendo la edad y curso de cada perfil. Es muy importante hacerlo bien, con control parental y recursos de corte educativo¡±, aclara.
Esta es su entrada a Am¨¦rica Latina. Arroyo espera termina 2014 con m¨¢s de 30 personas y abrir oficina en Asia en 2015, l¨®gico si se tiene en cuenta que ofrecen sus servicios en 20 idiomas.
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