Kickstarter: ¡°Creamos un universo donde la rentabilidad es irrelevante¡±
Yancey Strickler, consejero delegado del portal de financiaci¨®n colectiva, rechaza salir a bolsa
La sede de Kickstarter en Brooklyn (Nueva York, EE UU) es un espacio enorme relleno de acero oxidado -que soporta los cristales del patio interior-, el hormig¨®n pulido y la madera. ¡°Nos mudados hace unas semanas¡±, comenta Yancey Strickler, consejero delegado del portal de financiaci¨®n colectiva (crowdfunding) m¨¢s potente en Internet. Kickstarter no es solo una empresa de ¨¦xito, es el s¨ªmbolo de una nueva econom¨ªa basada en la colaboraci¨®n popular.
Pregunta. ?Qu¨¦ es Kickstarter?
Respuesta. La idea original de Perry Chen se remonta a 2001. Quer¨ªa que el duo de DJ?s austr¨ªacos Kryder & Dorfmeister actuara en el JazzFest, pero no ten¨ªa los medios. As¨ª que para resolver el problema se le ocurri¨® un sistema por el que pudieras proponer un concierto al p¨²blico y que los interesados pagaran con sus tarjetas, aunque solo se les cobrar¨ªa si todo el mundo estaba de acuerdo con el proyecto.
P. ?Cu¨¢ndo se sum¨® usted a Kickstarter?
Nos interesaba crear un universo donde ser rentable fuera irrelevante, donde lo que importara fuera la calidad de la idea y la pasi¨®n que la respalda
R. En 2005. Durante un par de a?os estuvimos d¨¢ndole vueltas a la idea. Nos choc¨® que el tipo de cosas que daban con financiaci¨®n fueran proyectos que hacen dinero para otra gente; pero si la idea no busca ganar dinero, sino que simplemente quiere existir, no hab¨ªa oportunidad. Nos interesaba crear un universo donde ser rentable fuera irrelevante, donde lo que importara fuera la calidad de la idea y la pasi¨®n que la respalda.
P. ?Qu¨¦ pens¨® cuando Facebook compr¨® las gafas Oculus por 2.000 millones, cuando un a?o antes ped¨ªan dinero en su plataforma?
R. No me lo esperaba. Los conozco personalmente. He usado sus gafas y son incre¨ªbles. Yo mismo puse 25 d¨®lares en Kickstarter para apoyar su proyecto. Ellos son creadores, han hecho algo que pienso honestamente que va a cambiar el mundo.
P. ?Pero d¨®nde ponen los l¨ªmites para difundir un proyecto?
R. En el compromiso de la creatividad. Una de las cosas a la que le damos siempre muchas vueltas es si un proyecto o una idea que va a interesar a millones de personas en lugar de a miles va a cambiar su naturaleza o las motivaciones del creador.
El poder de la colaboraci¨®n
Kickstarter es el s¨ªmbolo del poder de la colaboraci¨®n. Gracias a la plataforma creada por Kickstarter millones de personas han ayudado a que se hicieran realidad proyectos que no encontraban financiaci¨®n por otras v¨ªas o, ya ¨²ltimamente, que han preferido este medio antes que otros m¨¢s convencionales.
En sus cinco a?os de vida, Kickstarter ha difundido m¨¢s de 100.000 proyectos, de los que casi la mitad consiguieron el dinero que necesitaban para salir adelante. En total m¨¢s de mil millones de d¨®lares recaudados, aunque la mitad de ellos se obtuvieron en el ¨²ltimo a?o, lo que indica el crecimiento exponencial de la plataforma. De todo ese dinero, Kickstarter se lleva un 6%. Es su comisi¨®n para los casos de ¨¦xito; si un proyecto no alcanza el respaldo total de su presupuesto, Kickstarter no cobra.
No todos los que pretenden salir en Kickstarter lo consiguen. No se aceptan, por ejemplo, buscar financiaci¨®n de viajes de novios, pero s¨ª que una ni?a pida dinero para su campamento. Al margen de las normas preestablecidas, la originalidad de la propuesta es fundamental para que el equipo de Kickstarter la acepte. De hecho, el 75% de las ideas que se presentan, se aprueban.
El ¨¦xito de Kickstarter ha dado lugar a un nuevo sistema econ¨®mico, pues de respaldar un proyecto para fabricar una impresora 3D, el sistema de la colaboraci¨®n popular se ha ido aplicando a los pr¨¦stamos o a la financiaci¨®n de start ups. De ah¨ª que los Gobiernos hayan empezado a legislar sobre esta actividad en internet.
P. Esa es una l¨ªnea muy difusa.
R. Por eso pusimos unas reglas generales. Una de ellas es que cada proyecto debe crear algo nuevo que compartir con otra gente. Hay 13 categor¨ªas, cada una con sus par¨¢metros. Adem¨¢s, cada proyecto debe ser seguro, honesto y legal. No est¨¢ permitido ofrecer un retorno financiero o recaudar fondos para beneficencia. Hay cosas que tampoco prevemos y que nos plantean constantemente cuestiones incluso filos¨®ficas para aceptar o no un proyecto.
P. No son una tienda, tampoco un fondo de capital riesgo ni una ONG..?pero est¨¢n ah¨ª para crear nuevas empresas?
R. Es confuso, es verdad. La mayor parte del dinero se mueve en el comercio, la inversi¨®n y la filantrop¨ªa. Tenemos similitudes con las tres. Es comercio, porque la gente quiere una copia de lo que se crea. Es inversi¨®n, porque se adelanta el dinero esperando que se cree algo. Y hay algo de altruismo, porque se apoya una idea que espera va a mejorar su vida. Kickstarter es una cuarta categor¨ªa pues la gente que participa es emocional y financieramente parte del proceso de creaci¨®n. Es un enfoque colectivo a la producci¨®n cultural.
P. ?Pero el mecenazgo es un concepto de siglos?
R. Eso es lo que me tranquiliza, el hecho de que es una idea muy antigua. As¨ª es como se produjo la cultura durante cientos de a?os. La diferencia ahora es que no hay que ser un rey o un papa para participar. En el ¨²ltimo siglo la cultura se convirti¨® en un producto y no estamos acostumbrados a los mecenas, por eso debemos educar al p¨²blico sobre la singularidad del sistema.
P. Tambi¨¦n puede ser una herramienta para saber si el mercado acepta un producto.
R. Exacto, porque el p¨²blico dice si le gusta o no. Es informaci¨®n muy poderosa. El ejemplo m¨¢s claro es el de Ver¨®nica Mars. Se cancela la emisi¨®n de su serie en televisi¨®n en 2007 y el creador quiere mantenerla viva, en forma de una pel¨ªcula; pero Hollywood rechaz¨® la idea mientras los fans la reclamaban. Al final, decidieron acudir a nosotros. En 10 horas consiguieron el dinero para la pel¨ªcula que no lograron en siete a?os.
P. ?Cu¨¢ntas veces la gente decide no apoyar un proyecto?
R. El 44% de los proyectos consiguen el m¨ªnimo de financiaci¨®n. Es decir, en el 56% de los casos el p¨²blico decide que no le gusta. Hay promotores que, pese a todo, deciden seguir adelante, porque creen que el p¨²blico no est¨¢ listo o no ha entendido su proyecto. Hacen cambios o piden menos dinero. Pero no tener apoyo es una se?al muy clara.
P. ?Cu¨¢ntos repiten la experiencia?
R. Calculamos que unos seis millones de personas apoyaron un proyecto en los ¨²ltimos cinco a?os. De ellos, casi dos millones apoyaron al menos dos. El 67% del dinero es de gente que apoy¨® m¨¢s de un proyecto. Tambi¨¦n hay creadores que repiten.
P. La financiaci¨®n colaborativa es cada vez m¨¢s popular, le habr¨¢n salido mucho clones ?no?
R. Cuando empezamos hab¨ªa cinco o seis, ahora deben rondar el millar. Nuestro dise?o y modelo lo est¨¢ copiando todo el mundo, por eso debemos innovar siempre y perfeccionar continuamente las reglas de juego y de buenas pr¨¢cticas. Al final se trata de dar el mejor servicio. Estamos creciendo de una manera muy controlada, porque esa no es nuestra prioridad. Nuestra prioridad es servir a nuestra misi¨®n, ser socialmente responsables y actuar con integridad; ganarnos el respeto de la comunidad.
P. Eso se escuch¨® tambi¨¦n de Facebook o Twitter, que ahora cotizan en Bolsa.
R. No es nuestra intenci¨®n. La nuestra es una visi¨®n a largo plazo. No intentamos hacer una oferta p¨²blica de acciones ni vender la compa?¨ªa ni pretendemos hacernos ricos.
P. ?C¨®mo le afecta la regulaci¨®n del Gobierno sobre el crowdfunding?
R. En nada, porque la motivaci¨®n es distinta [la legislaci¨®n afecta al crowfunding financiero y prestamista]`. Kickstarter existe para ayudar a la gente a crear cosas y el dinero es una de las cosas que necesitas y la comunidad otra.
P. ?Cu¨¢l es el plan para llevar el sistema fuera de EE UU?
R. En el quinto aniversario empezamos en Holanda. La expansi¨®n internacional ser¨¢ importante para nosotros este a?o.
P. ?Piensan en Espa?a?
R. Es uno de los pa¨ªses que tenemos en mente.
P. La legislaci¨®n espa?ola es nueva y controvertida.
R. Seguimos muy de cerca c¨¦mo se desarrolla. No conozco el detalle. Lo ¨²nico que tengo claro es que no vamos a cambiar nuestro modelo para estar en un pa¨ªs.
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