Comunidades vecinales crean redes al margen de Internet
T¨²nez, Detroit o Brooklyn las han extendido para suplir la falta de Internet o su vigilancia
Cuesta pensar que la localidad pesquera de Sayada pueda ser el lugar perfecto para llevar a cabo un experimento que cambie Internet en todo el mundo. Pero los habitantes de este enclave tunecino tienen un sorprendente nivel de conocimientos digitales y saben a la perfecci¨®n c¨®mo puede hacerse un mal uso de la Red.
Un grupo de acad¨¦micos y entusiastas de la inform¨¢tica que particip¨® en el levantamiento que acab¨® en 2011 con el Gobierno de Ben Ali (un presidente que invirti¨® en la vigilancia digital), ayuda ahora a su ciudad a convertirse en una alternativa contra el poder de los gobernantes. Para ello, han instalado una red local f¨ªsicamente separada de la salida usual de Internet.
El Departamento de Estado de Estados Unidos proporcion¨® 2,8 millones de d¨®lares a un equipo de piratas inform¨¢ticos estadounidenses, una comunidad de activistas y unos genios del software para desarrollar este sistema, denominado red en malla, para que los disidentes en el extranjero puedan comunicarse de una forma m¨¢s libre y segura de lo que permite la Red.
Un pa¨ªs que sin duda dar¨¢ que hablar es Cuba, ya que la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional destinar¨¢ 4,3 millones de d¨®lares para crear all¨ª redes en malla. Otros proyectos financiados en parte por Washington demostraron que esta red puede ser ¨²til para los habitantes de algunos suburbios de la ciudad de Detroit. Su instalaci¨®n tambi¨¦n fue vital en una zona del barrio neoyorquino de Brooklyn durante el hurac¨¢n Sandy. Pero al igual que muchos extranjeros, los estadounidenses expresan su temor a la vigilancia del Gobierno cuando explican el atractivo de las redes en malla.
Al comienzo del proyecto, el objetivo original ¡ªdesbaratar los planes de los esp¨ªas gubernamentales¡ª se ha convertido en un tema inc¨®modo para los dirigentes que apoyaron el proyecto. Se ha demostrado que la Agencia de Seguridad Nacional, como se describe en los documentos filtrados por Edward J. Snowden, es un esp¨ªa cibern¨¦tico mundial.
Sascha Meinrath, de la Fundaci¨®n New America, un grupo de investigaci¨®n independiente de Washington que ha desarrollado el sistema de redes en malla, afirma que desde las famosas filtraciones su grupo ha recibido ¡°cientos de consultas¡± de todo EE UU. ¡°La gente nos pregunta c¨®mo puede proteger su privacidad¡±, se?ala Meinrath. Los ciudadanos de Sayada ¡ªuna poblaci¨®n de 14.000 habitantes¡ª las utilizan m¨¢s para la gesti¨®n local que para burlar la vigilancia, seg¨²n indica Nizar Kerkeni, un profesor de la Universidad de Monastir (T¨²nez). La red en malla cubre zonas de la ciudad como la calle principal, el mercado y el Ayuntamiento. Los usuarios tienen acceso a un servidor local que ofrece la Wikipedia en franc¨¦s y en ¨¢rabe, mapas de las calles, 2.500 libros gratuitos y una aplicaci¨®n para chatear de forma segura.
El software de la red en malla, llamado Conmoci¨®n, es un redise?o de los sistemas que los expertos han usado durante a?os en Europa. Meinrath explica que el objetivo era hacer que la tecnolog¨ªa fuese accesible a los ciudadanos. Es dif¨ªcil que Internet en abierto funcione de forma segura, en parte porque es tanto un sistema de enrutamiento de datos como una especie de gu¨ªa telef¨®nica electr¨®nica gigante. La acci¨®n m¨¢s sencilla, como por ejemplo, enviar un correo electr¨®nico, implica la comunicaci¨®n con m¨²ltiples servidores y routers.
En cambio, la red en malla permite que los habitantes de una zona creen una red que es f¨ªsicamente distinta a Internet. Los routers inal¨¢mbricos est¨¢n situados en los tejados y balcones. Los routers forman una red en malla siempre y cuando cada uno de ellos tenga una visi¨®n perfecta de los otros y se haya instalado el programa Conmoci¨®n, seg¨²n explica Ryan Gerety, tambi¨¦n de la fundaci¨®n New America.
Estos dispositivos pueden proporcionar acceso online a cualquiera que disponga de un aparato inal¨¢mbrico con cobertura. En T¨²nez, Gerety trabaj¨® con Kerkeni para crear talleres junto a unos 50 vecinos. En apenas dos fines de semana, se colocaron 13 routers y se puso en marcha una red en malla. Existen algunos inconvenientes y las comunicaciones pueden ralentizarse cuando las se?ales dan m¨²ltiples ¡°saltos¡± de un router a otro. Esto lleva a algunos expertos a preguntarse lo grande que puede llegar a ser una sola red en malla. Otros inform¨¢ticos responden que aunque este tipo de redes dan servicio a grandes barrios de Berl¨ªn, Viena y Barcelona, exigen conocimientos muy t¨¦cnicos.
Muchas de esas redes se construyeron para compensar una cobertura irregular o inexistente. En Detroit, por ejemplo, el Gobierno las financi¨® como un medio de bajo coste para acceder a Internet. Seg¨²n Jonathan Zittrain, cofundador del Centro Berkman para la Sociedad e Internet, la supervivencia digital podr¨ªa convertirse junto a la privacidad en el principal argumento para crear este tipo de redes en malla. Sus or¨ªgenes se asemejan a los de la Red original antes de que ¡°fuese controlada¡± por las empresas y vigilada por los esp¨ªas del Gobierno, se?ala Jonathan Zittrain. ¡°Hace que la red en malla se parezca m¨¢s a Internet que el propio Internet¡±, asegura el experto.
? 2014 The New York Times International Weekly
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