Videojuegos para hacer el bien
Games for Change promueve t¨ªtulos que buscan el cambio social
Este a?o, un programa de Naciones Unidas dedicado a la planificaci¨®n urban¨ªstica en pa¨ªses afectados por la pobreza o por los desastres naturales, plane¨® la habilitaci¨®n de terrenos deportivos en Kibera, un surburbio de Kenia. Para ello, dise?aron un juego propio en el popular videojuego de construcci¨®n Minecraft. Esta idea ayud¨® a los organizadores del proyecto a crear una representaci¨®n visual del campo f¨¢cilmente comprensible para los habitantes del suburbio m¨¢s grande de ?frica.
¡°El juego hace que todo sea transparente¡±, explica Pontus Westerberg, director de proyectos digitales del programa. ¡°Da m¨¢s medios a las comunidades con las que trabajamos y ayuda a que todo el mundo vea lo qu¨¦ est¨¢ sucediendo¡±. El proyecto, conocido como Block to Block (en espa?ol, Bloque a bloque), particip¨® en el Games for Change Festival (Festival de Juegos para el Cambio) de Nueva York, un acontecimiento anual que promueve los videojuegos que buscan el cambio social.
Games for Change es una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro creada en 2004 que se aleja de las batallas militares, los ataques de zombis y las revueltas alien¨ªgenas que dominan el multimillonario sector de los videojuegos. Por el contrario, se centra a t¨ªtulos menos conocidos que entienden el medio como algo m¨¢s que entretenimiento.
Uno de sus portavoces, Zoran Popovic, director del Centro de Ciencia de Videojuegos de la Universidad de Washington (Seattle), present¨® un juego de Biolog¨ªa sint¨¦tica llamado NanoCrafter, cuyo fin es descubrir estructuras moleculares que beneficiar¨ªan la investigaci¨®n sobre vacunas y c¨¢ncer.
Dos proyectos han consolidado a Games for Change como un firme defensor de este tipo de juegos. El primero fue PeaceMaker, un simulador dise?ado en 2005 por un equipo de la universidad Carnegie Mellon del Estado de Pensilvania, especializada en Ciencias de la Computaci¨®n y Rob¨®tica. El juego sit¨²a a los usuarios en el conflicto palestino-israel¨ª y les pide que tomen decisiones sociales, pol¨ªticas y militares basadas en hechos reales. El proyecto fue iniciado por Asi Burak, presidente de Games for Change que en su d¨ªa fue capit¨¢n del Ej¨¦rcito de Israel.
El segundo, fruto de una colaboraci¨®n entre esta organizaci¨®n y Half the Sky Movement, era un videojuego basado en el libro La mitad del cielo, de Nicholas D. Kristof (columnista de The New York Times) y Sheryl WuDunn (exredactora del mismo rotativo). El proyecto utiliza los medios y las redes sociales para concienciar sobre los problemas de las mujeres. Se incorpor¨® a Facebook en 2013 y encarga a sus seguidores tareas virtuales como hacer una colecta de libros para ni?as de Kenia, que puede traducirse en resultados tangibles. Por ejemplo, si se consigue vender 250.000 ejemplares, se har¨ªa una donaci¨®n de libros reales por parte de Room to Read, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que se dedica a mejorar la alfabetizaci¨®n y la igualdad entre los sexos en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
El juego, que solo existe en versi¨®n online, cuenta con 1,25 millones de usuarios. ¡°Son influyentes y tienen impacto social, y para nosotros tiene sentido aprovecharlo al m¨¢ximo¡±, asegura Asi Burak.
? 2014 The New York Times International Weekly
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