Una aplicaci¨®n de denuncias canaliza el miedo de los uruguayos
Citycop arrasa en pleno a?o electoral, dominado por el debate sobre la inseguridad y los delitos cometidos por menores de edad
Tiene menos de dos semanas, pero arrasa entre los uruguayos, la aplicaci¨®n Citycop, creada por un grupo de amigos, permite hacer denuncias an¨®nimas por internet o dispositivo m¨®vil. Los delitos o sospechas aparecen en tiempo real en un mapa que se va llenado con diferentes iconos: un hombre enmascarado si se trata de un sospechoso, una se?al roja en caso de robo, azul si desaparece un coche. Disponible con los sistemas Android y los tel¨¦fonos iPhone, la aplicaci¨®n gratuita registra ya m¨¢s de 25.000 descargas y ha transmitido 20.000 denuncias, seg¨²n sus creadores, cifras importantes en un pa¨ªs de poco m¨¢s de 3,2 millones de habitantes.
¡°Robo a persona hace diez minutos¡±, aparece escrito en la parte de abajo de la pantalla, ¡°sospechoso hace quince minutos¡±, viene justo despu¨¦s, ¡°robo de auto hace 15 minutos¡±: la serie de alertas desfila las 24 horas mientras un mapa de Montevideo y el resto de los departamentos del pa¨ªs se llena de se?ales de colores.
Los usuarios del programa a?aden mensajes con detalles como la descripci¨®n pormenorizada de dos posibles ladrones en una parada de autob¨²s o alertas de abuso sexual tipo: ¡°taxi 6686 (creo era el n¨²mero), no s¨¦ c¨®mo sal¨ª viva¡±.
Uruguay es uno de los pa¨ªses con menores tasas de inseguridad de Am¨¦rica Latina pero es tambi¨¦n el segundo de la zona, despu¨¦s de la convulsa Venezuela, en percepci¨®n de inseguridad por parte de los habitantes. Los uruguayos tienen miedo y en esa ¡°inseguridad¡± no se compara con los vecinos sino con ellos mismos hace menos de dos d¨¦cadas, cuando muchos habitantes de la capital, Montevideo, dejaban las puertas de sus casas abiertas y un asesinato era algo totalmente excepcional.
En el Ministerio del Interior, el ¨¦xito de Cyticop provoca preocupaci¨®n. ¡°La aplicaci¨®n genera confusi¨®n, no es confiable y los usuarios deben saber que ese tipo se se?ales no sustituyen la denuncia legal en ning¨²n caso¡±, dice el portavoz del Ministerio, Fernando Gil. ¡°Las denuncias an¨®nimas son un arma de doble filo, pueden manipularse para hacer bajar o subir los precios inmobiliarios en un barrio, adem¨¢s los delincuentes siempre van un paso adelante, la aplicaci¨®n puede provocar desplazamientos de patrulleros¡±, insiste.
En el Ministerio del Interior, el ¨¦xito de Cyticop provoca preocupaci¨®n
La polic¨ªa uruguaya est¨¢ aprendiendo a convivir con las nuevas tecnolog¨ªas en un pa¨ªs que tiene una de las mejores conectividades de Am¨¦rica Latina, con casi un tel¨¦fono m¨®vil por persona. Adem¨¢s de Cyticop existen las direcciones de Twitter @chorros_uy para denunciar la presencia de ladrones o @chanchosUY para localizar polic¨ªas de tr¨¢fico o radares.
Pero los dispositivos m¨®viles m¨¢s sofisticados no est¨¢n al alcance de cualquiera y el mapa de Citycop es tambi¨¦n una cartograf¨ªa de la paranoia de la clase media uruguaya, con una concentraci¨®n de las denuncias en barrios acomodados como Pocitos. En este a?o de elecciones presidenciales, la inseguridad es uno de los temas m¨¢s candentes de la pol¨ªtica uruguaya, ya que con la elecci¨®n de un nuevo gobierno, el pr¨®ximo mes de octubre, se votar¨¢ un refer¨¦ndum con una propuesta de sectores de la derecha para bajar la edad penal de los 18 a los 16 a?os.
¡°La aplicaci¨®n se cre¨® por vivencias propias, por impotencia porque quiz¨¢ nos han roto el vidrio del coche, nos han robado y nunca se llega a encontrar qui¨¦n fue. En Uruguay lo que est¨¢ pasando, pienso personalmente, es el tema de los menores, que los agarra la polic¨ªa, los encuentra robando pero a los dos d¨ªas ya est¨¢n afuera¡±, dice Nicol¨¢s Pereira, uno de los creadores de Cyticop.
La idea surgi¨® en un grupo de seis amigos que decidieron implicarse en la b¨²squeda de soluciones a la criminalidad. Actualmente reciben mensajes de todo el mundo y varios inversores de otros pa¨ªses latinoamericanos, cuyos nombres no fueron revelados, est¨¢n interesados en utilizar la aplicaci¨®n.
Para Pereira se trata de una ¡°herramienta colaborativa¡± capaz de devolverle a los ciudadanos en control sobre su territorio.
¡°Las denuncias se tienen que hacer en la polic¨ªa, pero muchas no se hacen, as¨ª que lo que buscamos es que lo hagan con la aplicaci¨®n para mostrar un mapa real de lo que est¨¢ sucediendo en tiempo real en la ciudad, en el pa¨ªs, en el barrio¡±.
Cyticop, m¨¢s real que las estad¨ªsticas oficiales, una aplicaci¨®n con la que los uruguayos pueden llevar siempre el miedo a cuestas, pero tambi¨¦n un remedio contra la impotencia.
La inseguridad es seg¨²n las encuestas la principal preocupaci¨®n de los ciudadanos en un pa¨ªs en periodo de crecimiento econ¨®mico, con cifras de desempleo en m¨ªnimos hist¨®ricos. La mayor¨ªa de la oposici¨®n conservadora propone como soluci¨®n el aumento de las penas a los delincuentes juveniles, y el mensaje ha calado hondo: seg¨²n los ultimos sondeos el 57% de los electores votar¨ªan a favor. La propuesta ha conquistado a parte del electorado del izquierdista Frente Amplio en el poder.
La idea surgi¨® en un grupo de seis amigos que decidieron implicarse en la b¨²squeda de soluciones a la criminalidad
Toda una derrota cultural para el ¡°progresismo¡±, dice Luis Pedernera, encargado de los asuntos de infancia de IELSUR, una ONG financiada por la cooperaci¨®n internacional, esencialmente Suecia y la Uni¨®n Europea.
En caso de aprobaci¨®n del refer¨¦ndum, el organismo recurrir¨¢ a los tribunales internacionales para forzar su anulaci¨®n. Pero hace tiempo que IELSUR denuncia la pol¨ªtica de los sucesivos Gobiernos del pa¨ªs, tanto conservadores como de izquierdas.
¡°Uruguay siempre tuvo un n¨²mero peque?o de adolescentes en conflicto con la ley penal. Hoy detenidos, encerrados en centros especiales, hay unos 650¡±, dice Pedernera. Costa Rica, similar a Uruguay en poblaci¨®n y territorio, tiene actualmente 40.
Para Pedernera esta es la consecuencia de un continuo endurecimiento del c¨®digo penal, iniciado en 1995 por la derecha gobernante y que seg¨²n IELSUR llev¨® a la poblaci¨®n carcelaria adulta del pa¨ªs a pasar de los 2.300 reclusos a los 11.000 actuales.
¡°Ahora no hay margen para endurecer m¨¢s las leyes para adultos y solo quedan los menores¡±, dice Pedernera: ¡°El a?o pasado el parlamento vot¨® una ley, la 19.055, que plantea un m¨ªnimo de un a?o inexcarcelable para los adolescentes que cometen delitos grav¨ªsimos. La rapi?a (robo con intimidaci¨®n) y el robo son considerados delitos grav¨ªsimos¡±.
IELSUR public¨® este a?o un duro informe contra el Gobierno que denuncia los malos tratos y las p¨¦simas condiciones de hacinamiento de los menores infractores. Actualmente hay m¨¢s de 650 menores en centros previstos para 320 personas.
¡°Lo parad¨®jico es que el progresismo act¨²a en la misma l¨ªnea, pero con los menores de 18 a?os¡±, asegura, convencido que la crisis de inseguridad que atraviesa el pa¨ªs es consecuencia de las leyes represivas.
Guillermo Maciel, experto en seguridad del Partido Colorado, principal promotor de la baja de la edad penal, responsabiliza tambi¨¦n al Gobierno. ¡°Hay temor en la poblaci¨®n y el miedo es el reflejo de los propios n¨²meros del Ministerio del Interior. Si uno mira las cifras oficiales a?o a a?o vienen en aumento constante los delitos que causan m¨¢s temor como el homicidio. Los hurtos han venido creciendo con un salto muy importante desde que la izquierda accede al poder, porque la izquierda ha tenido un problema de manejo, por un lado por falta de experiencia y en segundo lugar por tener una visi¨®n idelogizada del problema, mezclando delito con pobreza, lo cual est¨¢ demostrado que es un mito porque estamos en bozanza econ¨®mica desde hace 10 a?os.¡±
Para Maciel la soluci¨®n pasa por imponer penas de prisi¨®n m¨¢s largas a partir de los 16 a?os de edad: ¡°Hablamos de n¨²meros oficiales, la mitad de las rapi?as (robos con intimidaci¨®n) las cometen adolescentes menores de 18 a?os. El a?o pasado se abrieron 41 causas judiciales por homicidios en que participaron menores. En los centros de reclusi¨®n hay actualmente 671 menores, 90 de ellos condenados por homicidio¡±.
Para algunos la soluci¨®n pasa por imponer penas de prisi¨®n m¨¢s largas a partir de los 16 a?os de edad
Seg¨²n cifras oficiales, el 70% de los menores encerrados actualmente cometieron robos con intimidaci¨®n. El 90% de esos j¨®venes no super¨® el primer a?o de ense?anza secundaria.
El polit¨®logo e historiador Gerardo Caetano, una de las voces m¨¢s respetadas de Uruguay, dice que la ¡°sociedad uruguaya est¨¢ en estado de p¨¢nico¡±. Una paradoja, afirma, cuando el pa¨ªs tendr¨ªa razones para el optimismo: en 1986, a la salida de la dictadura, la tasa de pobreza era del 46% de la poblaci¨®n; luego lleg¨® la terrible crisis del 2002, donde se lleg¨® al 40% de pobres. ¡°En diez a?os los uruguayos bajaron esas cifras al 11% de pobreza actual, un logro hist¨®rico, pero en vez de estar orgullosos estamos muertos de miedo¡±.
Seg¨²n Caetano, los uruguayos tienen un conflicto con la modernidad y no acaban de hacer el duelo de aquella sociedad de principios del siglo XX, tan avanzanda y plagada de ¡°seguridades¡±.
Entre tanto, el pa¨ªs ha envejecido y ahora ¡°la v¨ªctima de la sociedad uruguaya son los ni?os¡±. ¡°Los mayores de 65 a?os representan el 2% o el 3% de los pobres del pa¨ªs, los menores de 4 a?os est¨¢n en el 25% o 30% m¨¢s pobre¡±, cita de memoria Caetano. Se ha ¡°infantilizado la pobreza¡± y los adolescentes han perdido referencias: ¡°En los barrios marginales un adolescente es alguien cuando comete su primer delito, una adolescente es alguien cuando queda embarazada¡±.
Tanto en la izquierda como en el Partido Colorado, se coincide en que el cambio de fondo vendr¨¢ con la mejora de la deteriorada educaci¨®n uruguaya.
En este a?o electoral, la eventual aprobaci¨®n de la baja de la edad penal en Uruguay se observa atentamente en los pa¨ªses de la regi¨®n, especialmente en Brasil, donde algunos legisladores defienden proyectos en ese sentido. La aplicaci¨®n Citycop tambi¨¦n genera expectaci¨®n y sus creadores trabajan ya para extenderla a otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Varios inversiones (an¨®nimos por el momento) est¨¢n financiando los servidores para que a partir de junio las denuncias salgan del territorio uruguayo. Citycop no necesita autorizaciones de los gobiernos ni puede ser sometida a controles fronterizos para llevar a donde quiera su sistema de denuncia privada.
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