Sekg lee la mente

La tecnolog¨ªa avanza un paso m¨¢s en su af¨¢n de servir a las personas. Su integraci¨®n en el d¨ªa a d¨ªa de la gente empieza a alcanzar las esferas m¨¢s ¨ªntimas del ser humano y ya es capaz de entrar en el espectro emocional y actuar de una u otra forma seg¨²n las necesidades de las personas. La inform¨¢tica ha dado este paso adelante auspiciada, entre sus investigadores, por Sekg, una empresa barcelonesa que ha dise?ado aplicaciones inform¨¢ticas que leen la actividad cerebral de los humanos y responden a sus emociones. Dos ingenieros inform¨¢ticos son los encargados de ense?ar a las m¨¢quinas a captar la alegr¨ªa, la tristeza, el estr¨¦s y hasta la falta de inter¨¦s de las personas.

¡°Creamos productos que se adapten a ti, entendiendo tus preferencias, necesidades, deseos y estados de ¨¢nimo. Queremos conseguir hacerte la vida m¨¢s f¨¢cil y queremos conseguirlo educando a las m¨¢quinas a entenderte mejor para poder ofrecerte lo que necesitas, cu¨¢ndo y c¨®mo lo necesitas¡±, reza la carta de presentaci¨®n de Sekg, la startup tras la que se esconden Aleix Canals y Karim Ennakhli. Financiados por ¡°amigos, familia y fondos propios¡±, los investigadores han dise?ado toda una retah¨ªla de prototipos y aplicaciones inform¨¢ticas que leen la mente y los sentimientos de sus usuarios.

A trav¨¦s de la t¨¦cnica del biofeedback ¨C que consiste en controlar en tiempo real las funciones fisiol¨®gicas del cuerpo relacionadas con el sistema nervioso-, las aplicaciones que crean los inform¨¢ticos captan la frecuencia card¨ªaca, la tensi¨®n o las ondas cerebrales del usuario y responden a esos est¨ªmulos de forma que ayuden al usuario a mejorar su salud o su rendimiento. ¡°Somos capaces de evaluar c¨®mo se perciben distintas actividades. Somos especialistas en capturar y analizar las reacciones emocionales de las personas¡±, apunta Canals.

Financiados por ¡°amigos y ?familia¡±, han dise?ado varios prototipos

La empresa, que est¨¢ en plena expansi¨®n y cuenta con un millar de usuarios de sus aplicaciones en todo el mundo, act¨²a en tres ¨¢reas de mercado. A trav¨¦s de una diadema o unos cascos que leen la actividad cerebral, los inform¨¢ticos eval¨²an contenidos de pel¨ªculas, programas o spots publicitarios para ¡°captar lo que siente el espectador en cada segundo¡±, explica Canals. ¡°Le ponemos el dispositivo al espectador y encendemos la pel¨ªcula que queremos ver. As¨ª captamos sus niveles de atenci¨®n, de estr¨¦s, sus puntos emocionales¡­ Podemos ver c¨®mo reacciona en todo momento¡±, concluye. La idea es, seg¨²n los fundadores de la empresa, que esta aplicaci¨®n sirva como un servicio de consultor¨ªa a medida para empresas de contenidos, productos o servicios.

Los inform¨¢ticos tambi¨¦n han desarrollado aplicaciones m¨¢s dirigidas al mundo sanitario. Con el asesoramiento de psic¨®logos y pedagogos, Canals y Ennakhli han puesto en marcha unos prototipos que eval¨²an la evoluci¨®n en los tratamientos de personas que padecen d¨¦ficit de atenci¨®n.

¡°Captamos el ritmo card¨ªaco, la respuesta galv¨¢nica de la piel o la actividad cerebral de los pacientes para ver cu¨¢l es su nivel de atenci¨®n y ayudamos a los psic¨®logos y pedagogos para ver c¨®mo funciona el tratamiento¡±, explica el due?o de Sekg. La empresa ha conseguido convenios con una universidad catalana y un colegio de Barcelona para desarrollar el prototipo.

"Captamos el ritmo card¨ªaco o la actividad cerebral de los pacientes", explica el due?o de la empresa

Sekg tambi¨¦n ha creado aplicaciones que ayudan a mejorar la concentraci¨®n de las personas e incluso a cambiar el estado de ¨¢nimo. Los ingenieros han dise?ado un prototipo m¨®vil que ayuda a mejorar el rendimiento en actividades que requieran mucha atenci¨®n a trav¨¦s de sensores que registran su actividad neuronal y ponen sobre aviso al usuario cuando bajan sus niveles de concentraci¨®n.

Canals y Ennakhli han comenzado a comercializar aplicaciones que ayudan a controlar los niveles de atenci¨®n durante el estudio y prototipos que monitorizan los ¨ªndices de relajaci¨®n y ayudan a cambiar el estado de ¨¢nimo. ¡°La idea es que la tecnolog¨ªa haga la vida m¨¢s f¨¢cil. El problema o el peligro no es que la m¨¢quina nos entienda, sino que sepa adaptarse a nuestro estado de ¨¢nimo¡±, advierte Canals, que rechaza la posibilidad de que sea peligroso ¡°ense?ar¡± a los aparatos inform¨¢ticos a entender las emociones humanas.