Surface Pro 3, la tableta que quiere ser port¨¢til
Tras probar el nuevo aparato, la duda es: ?agrupa las virtudes de ambos dispositivos o solo sus defectos?
Hace cuatro a?os que Apple lanz¨® el iPad. Puso la primera pica en un mercado virgen. Entonces, Jobs profetiz¨® que la tableta matar¨ªa los netbooks (como as¨ª fue) y que herir¨ªa a los lectores electr¨®nicos (como est¨¢ ocurriendo). Un a?o despu¨¦s, estos dispositivos se ve¨ªan ya como una amenaza para el ordenador port¨¢til (notebook). La ola no par¨® de crecer y con ella la confusi¨®n del consumidor sobre el producto que debe comprar. Tim Cook represent¨® recientemente lo que estaban haciendo sus competidores con una se?al de tr¨¢fico que ten¨ªa una flecha en plan garabato. La suya, dijo, es la soluci¨®n m¨¢s simple.
Microsoft pudo hacer como el resto: copiar, con mayor o menor fortuna, todo lo que hac¨ªa Apple. Opt¨® por otra v¨ªa, intentar resolver el conflicto de "tableta o port¨¢til" al que a menudo se enfrenta el consumidor. El Surface Pro 3 es su soluci¨®n. En esencia dice que tiene el producto que acabar¨¢ con el port¨¢til tradicional; pero encajarlo todo en un mismo paquete no es f¨¢cil (y menos a seg¨²n qu¨¦ precios) y est¨¢ por ver a qu¨¦ tipo de p¨²blico (y cu¨¢nto) le interesa tener una tableta tan potente, grande y caro como un ordenador.
Si Microsoft busca que la tableta pueda usarse como port¨¢til, puede que lo est¨¦ consiguiendo. Al menos cuando se traduce laptop del ingl¨¦s. La tableta y su teclado-tapa -que se vende aparte por 130 d¨®lares- se apoyan sin problema sobre las piernas. Adem¨¢s, como toda la maquinaria est¨¢ en la pantalla, no se siente ese calor del port¨¢til, que a veces quema, pese al aislante textil. El teclado es r¨ªgido y m¨¢s c¨®modo que su versi¨®n anterior, pues se levanta la parte pegada a la pantalla.
La Surface Pro 3 sigue con la solapa trasera de apoyo. El original permit¨ªa poner la tableta en un ¨¢ngulo m¨¢ximo de 22 grados; en la nueva versi¨®n puede llegar a los 150, lo que permite escribir sobre la pantalla sin necesidad de teclado cuando se apoya en una superficie fija. La posici¨®n canvas es de gran utilidad para profesionales de la fotograf¨ªa y de la edici¨®n gr¨¢fica.
Si lo que Microsoft busca es quitar mercado a los port¨¢tiles, la comparaci¨®n l¨®gica es con un ultraligero como el MacBook Air de 13 pulgadas. Empezando por las dimensiones, la Surface Pro 3 tiene 9,1 mil¨ªmetros de grosor sin el teclado y pesar 800 gramos. La pantalla es de 12 pulgadas. La tableta cuenta con una conexi¨®n USB 3.0, un puerto para monitor externo y otra para tarjetas de memoria microSD.
Dimensiones
Sin necesidad de poner los dos dispositivos en una balanza, se nota que el de Microsoft es m¨¢s ligero. Con el teclado magn¨¦tico, ya es m¨¢s dif¨ªcil notar la diferencia. En cualquier caso, pesa mucho menos que un port¨¢til convencional, pero tambi¨¦n es m¨¢s pesado que una tableta similar (en torno a los 400 gramos). La pantalla del MacBook Air se tapa cuando se le pone delante la tableta, y lo de tirarla al suelo para ver si resiste, mejor dej¨¢rselo a los de Microsoft.
El mercado de la computaci¨®n est¨¢ totalmente abierto. El dise?o es importante para generar la demanda. Apple es maestra en eso. Microsoft va mejorando, pero en la gama alta de los productos electr¨®nicos, lo que prima es el rendimiento. Empezando por la pantalla, la resoluci¨®n del Surface es mayor que la del MacBook Air, y aunque tiene una pulgada menos, el contenido que aparece es un 6% mayor gracias a su formato. Se interact¨²a muy bien con ella.
El l¨¢piz digital
La tableta va acompa?ada por un l¨¢piz digital. Incluye tres botones: uno grande en la parte superior y dos peque?os al lado, uno de borrado y otro que hace las funciones de bot¨®n derecho del rat¨®n. Se comunican v¨ªa Bluetooth y funciona a pilas. Una vez emparejadas, la tableta se enciende al pulsar el bot¨®n superior del l¨¢piz y va directo a la aplicaci¨®n OneNote porque se entiende que se quiere escribir algo manualmente. Pulsado dos veces seguidas, se seleccionan im¨¢genes y textos de la pantalla, que vuelan directos a la nube.
La pluma es muy ¨²til para hacer retoques con Photoshop o para insertar apuntes en documentos. La fricci¨®n es similar a escribir en papel. No parece, en todo caso, que su versatilidad y la sincronizaci¨®n vayan a quitar el sue?o a los ingenieros de Apple y mucho menos que sea el arma con el que pueda amenazar al MacBook Air.
La incorporaci¨®n del l¨¢piz es la apuesta m¨¢s original de Microsoft. Sigue la estela de Samsung con sus phablet Note. Su utilidad es dudosa, aunque la compa?¨ªa coreana estima que va en aumento, sobre todo en pa¨ªses asi¨¢ticos. Tambi¨¦n es verdad que depender¨¢ de que se mejoren y aumenten sus aplicaciones.
Sin teclado, la pluma queda completamente suelta y puede perderse. A diferencia de las tabletas Galaxy, no hay un sistema que alerte de que el accesorio no est¨¢ en el radio de alcance del bluetooth.
Pasando al interior de la Surface, la prueba se hizo con sistema operativo Windows 8.1, ocho gigas de memoria RAM, 256 gigas de almacenamiento y un procesador Core i5 de Intel a 2,5 gigaherzios. Tambi¨¦n se vende con procesadores Core i3 y Core i7. La potencia y la respuesta de la m¨¢quina al usarlo en condiciones de trabajo es como la de un port¨¢til. El iPad no se comporta como un Mac, pero como dice Apple no est¨¢ dise?ado para crear; el Surface Pro 3, s¨ª.
Est¨¢ claro al usar la Surface Pro 3 que es un aparato para hacer cosas m¨¢s que para consumir contenido. Pero sigue teniendo importantes carencias que debe resolver Microsoft para poder atraer a los fieles al port¨¢til. Por ejemplo, la conexi¨®n inal¨¢mbrica se limita al wifi y al bluetooth. Es cierto, se puede acceder a Internet a trav¨¦s de redes abiertas y utilizando el tel¨¦fono como puerto, pero sus rivales ofrecen por lo menos la opci¨®n.
El teclado experiment¨® mejoras importantes respecto a la versi¨®n que se present¨® hace seis meses. Las teclas son m¨¢s c¨®modas, los imanes m¨¢s potentes permiten ahora que se use como un port¨¢til y el puntero permite jugar mejor con dos dedos. Pero si el dispositivo ya es caro, hay que sumarle 130 d¨®lares al precio de la tableta para que se convierta en ordenador. Porque una cosa est¨¢ clara: la Surface Pro no sea una m¨¢quina tan productiva sin teclado.
Microsoft asegura que la bater¨ªa dura un 30% m¨¢s, eso garantiza un d¨ªa laboral sin problemas; pero hace falta conocer durante cu¨¢nto tiempo.? Cada d¨ªa que pasa, la bater¨ªa de estos aparatos dura menos, un grave problema al que no ha dado soluci¨®n fabricante alguno. Resueltos otros problemas que alentaban al cambio del aparato (disco duro a tope, lentitud, sistema operativo obsoleto...), la exigua duraci¨®n de la bater¨ªa un par de a?os despu¨¦s de la compra es lo que impulsa actualmente al cambio de aparato.
El precio
La duda final sobre su futuro ¨¦xito radica en el precio. Este modelo de prueba cuesta 1.299 d¨®lares. El b¨¢sico comienza a 799 d¨®lares con cuatro gigas de RAM, 64 gigas de almacenamiento y un procesador Core i3. De ah¨ª, hasta los 1.949 d¨®lares para el modelo m¨¢s alto de la gama, con ocho gigas de RAM, 512 gigas de almacenamiento y un procesador Core i7.
El MacBook Air, con el que se quiere comparar Microsoft,? arranca a 999 d¨®lares con cuatro gigas de RAM, 128 gigas de almacenamiento y procesador Core i5. Con la misma combinaci¨®n que la gama alta, cuesta 1.749 d¨®lares. Teclados y fundas aparte, en todos los casos.
Conclusi¨®n
Surface Pro 3, como tableta, es bastante grande y bastante pesada; como port¨¢til, es ligero y completo. El uso que se le quiera dar al aparato ser¨¢, por tanto, decisivo a la hora de decidir si puede sustituir al port¨¢til. Lo que parece evidente es que este dispositivo trata de responder a la idea de crear un ¨²nico artilugio que aglutine los dos mundos. La propuesta de Microsoft es la m¨¢s ambiciosa que ha lanzado en este sector -donde, por otra parte, no ha hecho muchas- y deber¨¢ gastarse mucho dinero en mercadotecnia para que el concepto cale en el consumidor.
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