La OSCE alza la voz contra la sentencia del derecho al olvido
La representante del organismo para la libertad de prensa alerta de que la decisi¨®n europea puede afectar a la libertad de prensa
Firme defensora de la libertad de expresi¨®n e informaci¨®n, Dunja Mijatovic, representante de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) para la libertad de los medios, enarbola ¡°una peque?a bandera¡± contra la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que reconoce el derecho al olvido, es decir, obliga a los buscadores de Internet a retirar enlaces a informaciones publicadas si se comprueba que son lesivas para alguna persona. Ve sombras Mijatovic que amenazan la libertad de expresi¨®n y de informaci¨®n y que pueden afectar, en particular, al periodismo de investigaci¨®n.
¡°Creo que la sentencia puede tener un efecto negativo a largo plazo sobre el libre flujo de informaci¨®n, la libertad de los medios y el periodismo de investigaci¨®n¡±, dice Mijatovic en los pasillos del Stockholm Internet Forum, un conjunto de debates sobre el futuro de internet que se celebraron en Estocolmo los pasados 27 y 28 de mayo. ¡°Estoy totalmente a favor de una adecuada protecci¨®n de nuestros datos personales, pero no creo que la sentencia vaya en esa direcci¨®n y puede afectar a nuestro derecho a ser informados de determinadas cosas¡±.
?Qu¨¦ cosas? Tanto en la entrevista como en el debate en el que participaba minutos antes, Mijatovic pone un ejemplo. ¡°Por ejemplo: yo rob¨¦ un coche, era miembro de una banda en mis d¨ªas locos de adolescente. 20 ¨® 30 a?os despu¨¦s, siendo completamente otra persona, responsable, quiero ser candidato a un Gobierno. Y ah¨ª est¨¢ ese art¨ªculo en un peri¨®dico contando lo que hiciste y puedes encontrar ese art¨ªculo en Internet. No creo que eso sea algo que haya que esconder¡±.
En realidad, la sentencia del Tribunal Europeo no obliga al medio en cuesti¨®n a borrar la informaci¨®n publicada en su d¨ªa, sino a los buscadores a no indexarla, de modo que s¨®lo dificulta un poco la localizaci¨®n de esa informaci¨®n. ¡°Lo s¨¦¡±, dice, pero insiste: ¡°?Por qu¨¦ hay que hacerlo m¨¢s dif¨ªcil? ?Por qu¨¦ hay que hay que esconderlo del discurso p¨²blico? Puede que sea un poco radical en esto, pero creo que, como personas responsables, deber¨ªamos poder hablar incluso de cosas muy privadas que hayamos hecho¡±.
?Y qu¨¦ hay de aquellos que no van a presentarse a nada, que tan solo aspiran a un trabajo, por ejemplo? ?No merecen una oportunidad? ?No merecen esa privacidad? ¡°Por supuesto, pero ah¨ª est¨¢ lo que hiciste. Y no puedes pedir que se destruyan todos los peri¨®dicos de hace 20 a?os. No s¨¦, imagina una pelea con la pareja en la calle y decimos cosas horribles, y alguien lo escribe un peri¨®dico. Hablar de esto afecta a la privacidad, pero no se le pide a un peri¨®dico que lo borre y sin embargo, la mayor¨ªa de ellos tambi¨¦n est¨¢n en Internet. Por tanto, no creo que [prohibir a un buscador indexar una noticia] resuelva el asunto de la privacidad¡±.
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