Fotograf¨ªas desde los ojos de un dron

Pies sobre la arena de la playa, gatitos desde todas las perspectivas posibles y platos de gastronom¨ªa de medio mundo... y ahora, im¨¢genes captadas desde el cielo. Dronestagram es la primera red social para fotograf¨ªas y v¨ªdeos hechos con aviones no tripulados, "y quiz¨¢s otro tipo de im¨¢genes a¨¦reas", explica su creador, el franc¨¦s Eric Dupin. La plataforma acaba de cumplir su primer a?o de vida, ¡ªnaci¨® el 25 de julio de 2013¡ª y quiere convertirse en la web de referencia para este tipo de contenidos.

Adem¨¢s de publicar y permitir que los usuarios intercambien fotos, el site tambi¨¦n anima la participaci¨®n de los usuarios con la organizaci¨®n de concursos. El primero arranc¨® el pasado 15 de mayo y cont¨® con la colaboraci¨®n de National Geographic como jurado. Dupin explica como surgi¨® esa alianza: "Les ofrecimos que fueran socios y jurado y aceptaron. Les gust¨® la idea. Hay que tener que en cuenta que son especialistas en fotograf¨ªa".

En cualquier punto del globo terr¨¢queo hay aficionados a pilotar drones, algunos con verdadera pasi¨®n. Eso fue lo que llev¨® al creador de Dronestagram a crear la red social. "Vuelo drones por pasi¨®n personal y tambi¨¦n hago fotos y v¨ªdeos". Un d¨ªa, mientras se hac¨ªa una foto de grupo junto a varios participantes de una conferencia en San Petersburgo (Rusia), un dron se acerc¨® a ellos. Y los inmortaliz¨®. El franc¨¦s explica que las fotos del aparato eran "bastante m¨¢s interesantes" que las del fot¨®grafo que las estaba tomando. Fue entonces cuando se pregunt¨® d¨®nde se pod¨ªan ver y si hab¨ªa alg¨²n lugar en la web que las agrupara: "Como no exist¨ªa nada as¨ª, tuve la idea de crear Dronestagram".

Playa de Gueirua, en Cudillero (Asturias). / RAPOSU

El portal ya tiene aproximadamente 10.000 usuarios, que era el reto que se hab¨ªan marcado para el primer a?o; y m¨¢s de 15.000 fotos y v¨ªdeos publicados en 10 categor¨ªas diferentes. "El siguiente paso son los 100.000, pero seguramente eso lleve m¨¢s de un a?o", explica Dupin. Los drones son un hobby relativamente nuevo, poco extendido y caro: pueden costar una media de 350 euros.?

En algunos pa¨ªses a¨²n no existe un marco legal que lo regule, como en Estados Unidos, donde las autoridades no han abierto el espacio a¨¦reo a los drones dom¨¦sticos para su explotaci¨®n comercial. En Espa?a, el Consejo de Ministros aprob¨® el pasado 5 de julio un decreto temporal que permite que estas peque?as aeronaves (solo las inferiores a los 150 kilos) surquen, mientras se estudia la norma definitiva, el cielo. El Gobierno estableci¨® los requisitos para los aparatos y tambi¨¦n para los pilotos y las empresas que los usan.

Fue suficiente para mover, o al menos quitar trabas, al mercado. Jim Williams, de la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n de Estados Unidos, estima que 90.000 millones de d¨®lares es la cifra que podr¨ªa generar el mercado de los drones dom¨¦sticos durante los pr¨®ximos diez a?os. Un negocio que tambi¨¦n se ve encorsetado por las dudas ¨¦ticas sobre privacidad.

Dronestagram, por el momento, no ha tenido problemas de este tipo. Pero no baja la guardia. Dupin pone como ejemplo las condiciones para subir fotograf¨ªas a la plataforma: "Estamos atentos. Nuestras condiciones de publicaci¨®n indican claramente que las fotos y los v¨ªdeos deben ser tomados en condiciones que no pongan a las personas en peligro y deben cumplir con las leyes del lugar donde se toman". Hawai, Ucrania, Isla Canguro, o Zhuhai. Instant¨¢neas que solo pueden agarrarse desde el aire.