Aquiles en el m¨®vil
El hermano del fundador de Tuenti busca una soluci¨®n al problema del tel¨¦fono sin bater¨ªa
Crecer a la sombra de un hermano genio y rico no es f¨¢cil. Especialmente si se llama Zaryn Dentzel, el chaval que en 2006, con apenas 23 a?os, puso en marcha Tuenti, la mayor red social espa?ola que acab¨® bajo el manto de Telef¨®nica. Zaryn se instal¨® en Espa?a y luego se vino Noah, su hermano cinco a?os menor que trabaj¨® con ¨¦l como responsable de juegos online de la plataforma azul. Pero Noah se cans¨® de comparaciones. Quer¨ªa andar su propio camino.
Su familia paterna se dedicaba a montar monta?as rusas de madera, iban de lugar en lugar, como feriantes. As¨ª que no le deber¨ªa resultar extra?o construir algo sin apenas medios o cambiar de casa. Y hace dos a?os se volvi¨® a California con un problema en la cabeza por resolver. Era un incordio tener que pedirle al camarero de Pach¨¢ constantemente que le cargase la Blackberry en la barra. Al margen de tener que salir de marcha con un enchufe y un par de metros de cable. Ah¨ª estaba el reto.
La bater¨ªa sigue siendo el punto flaco del m¨®vil
¡°La bater¨ªa sigue siendo el punto flaco del m¨®vil¡±, asegura. Muchos usuarios comparten esta experiencia, pero ninguno monta una empresa para solucionarlo. Evit¨® centrarse en los programas para consumir menos o para cerrar aplicaciones y se meti¨® sin pensarlo demasiado en la temida industria del hardware, donde cada vez es m¨¢s dif¨ªcil dar con inversores o evitar que se copien los dise?os.
Su primera creaci¨®n fue una llave con un puerto USB a un lado y una clavija para iPhone o Android al otro. Despu¨¦s, algo parecido a una tarjeta de cr¨¦dito con las dos clavijas escondidas. Pero lo acab¨® desechando tras la primera hornada. La idea sirvi¨® para empezar, pero no es el futuro de Nomad, como se llama su startup, en referencia a su p¨²blico: urbanitas en movimiento continuo. ¡°Aprendimos mucho, pero no podemos quedarnos parados repitiendo una f¨®rmula. Queremos innovar, no hacer churros¡±, insiste en un espa?ol casi perfecto, con acento madrile?o. No quieren hacer bater¨ªas, aunque las hacen, sino dise?ar soluciones que vayan un paso por delante. ¡°Nos copian siempre, sobre todo en China, pero no importa. Si sabemos reinventarnos, siempre tendremos negocio¡±, defiende.
Noah mantiene la conexi¨®n espa?ola. Trabaja con ?lvaro Dom¨ªnguez de Luna (Marbella, 1982), un arquitecto que compart¨ªa piso en Madrid con su hermano. ¡°Yo no entend¨ªa muy bien lo mucho que estudiaba, pero ahora ya s¨¦ porqu¨¦¡±, se r¨ªe Dentzel. Han inventado un h¨ªbrido, una pieza cuadrada que sirve de bater¨ªa adicional o transformador cuando se conecta.
Noah est¨¢ pensando ahora en su siguiente paso, los bolsos con cargador integrado. Un primer sondeo con lo que describen como ¡°chicas de la alta sociedad neoyorquina¡± les pone en la pista. Tiene que ser en negro, lo m¨¢s ligero posible y que no sea de piel. En su plan de negocio contempla modelos masculinos. Antes necesita cerrar una segunda ronda de financiaci¨®n para lograr 500.000 d¨®lares. Van por la mitad. Y con la mentalidad propia del lugar, desvela su plan: ¡°Crecer, crecer y crecer. Tenemos que innovar para ser los que hacen que tu m¨®vil nunca muera¡±. Desde su estreno suman tres millones de d¨®lares en ventas.
La oficina, un antiguo banco, primera sucursal de Bank of America en San Francisco, todav¨ªa conserva la caja fuerte en el s¨®tano. Est¨¢ en el cruce de Broadway con Columbus, la intersecci¨®n entre el barrio chino y el italiano y junto a los vecinos que regentan un bar italiano, lo usan como escenario improvisado. Hace un mes, se sum¨® Pau Don¨¦s, que cenaba en el local, sin que se conocieran antes.¡°Es la magia de la improvisaci¨®n, de tener la mente abierta¡±, se emociona Dentzel.
Este espacio sirve de almac¨¦n, centro de log¨ªstica ¡ªde ah¨ª salen los env¨ªos para cualquier lugar del mundo, envueltos y empaquetados a mano¡ª y banco de pruebas. Aunque el mejor secreto solo se puede ver desde la calle de enfrente o subiendo a la azotea, un graffitti de Banksy.
Lo de los hermanos que emprenden en serie tiene precedentes. En Silicon no es extra?o encontrar casos parecidos. Mark Zuckerberg contrat¨® a su hermana Randi para llevar el m¨¢rketing de la compa?¨ªa poco despu¨¦s de establecerse en Palo Alto. Discutieron el sueldo en una servilleta. Ella quer¨ªa una cifra mayor, aunque sacrificase algunas acciones. ?l le contest¨® que lo mejor era aceptar esa cantidad, pero que no tocase su futuro flotador financiero. Hoy, millonaria, se dedica a dar charlas y asesorar a empresas lejos del invento familiar. Antes de que Facebook fuese una realidad, Zuckerberg se enfrent¨® con dos remeros ol¨ªmpicos, casi id¨¦nticos. Los gemelos Tyler y Cameron Winklevoss saldaron sus diferencias sobre la autor¨ªa intelectual del invento con un acuerdo de m¨¢s de seis cifras en los juzgados.
Espa?a tambi¨¦n tiene una delegaci¨®n de gemelos en el Valle. Los hermanos Soto, Nacho y Javi, nacidos en 1990, entusiastas de la programaci¨®n que dejaron los estudios de ingenier¨ªa inform¨¢tica en los primeros cursos. Antes de llegar a Elevate Labs, donde trabaja, Nacho hab¨ªa demostrado su val¨ªa con Sayonara App, una aplicaci¨®n que pronto se convirti¨® en fen¨®meno viral. Enviaba un aviso cada vez que se perd¨ªa un seguidor en Twitter. Javier se encarga de que Pebble, el primer reloj inteligente, nacido de una campa?a en Kickstarter que super¨® 10 millones de d¨®lares, se entienda con el iPhone sin que el usuario lo perciba.
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