iPhone 6 se estrena en EE UU
Colas y escasez en los modelos de gran capacidad y pantalla grandes
Vivir en el coraz¨®n de la innovaci¨®n sigue teniendo sus ventajas. A los que esperaba antes de que abriese la tienda de Apple de Palo Alto, cerca de Cupertino, la sede central de la empresa, para hacerse con el iPhone 6, los dio la bienvenida Tim Cook, el consejero delegado. Estaba de buen humor. Tanto, que no dud¨® en hacerse todos los selfies que le pidieron. ?sta es una de las pocas tiendas que a media ma?ana todav¨ªa contaba con unidades de los dos nuevos modelos.
No se puede decir lo mismo en San Francisco. La tienda de Chestnut, en el distrito de Marina, una de las zonas m¨¢s caras de la ciudad, vio c¨®mo antes de las 10 de la ma?ana solo quedaban unidades de 16 gigas en el Plus, el de pantalla de 5,5 pulgadas. Target, unos grandes almacenes de EEUU, comenzaron a recibir clientes a las siete de la ma?ana. Una hora despu¨¦s lo hac¨ªa BestBuy, dedicada a la venta de productos tecnol¨®gicos. En ambos casos se dio preferencia a las reservas, y solo del iPhone 6.
Desde la tarde del jueves comenzaron las colas en la calle Powell con Ellis, junto a las eternas obras del metro, en el mismo lugar donde se pusieron velas en recuerdo a Steve Jobs, gran cantidad de asi¨¢ticos copaban los primeros puestos, preparados para pasar la noche con sus sillas de playa y termos de caf¨¦. Yong Ong, de 24 a?os, es la primera, junto a su hermana est¨¢ apostada desde la tarde del mi¨¦rcoles. ¡°Comprar¨¦ dos, de 16 gigas, pero Plus, que es m¨¢s grande. Me interesa porque con el nuevo chip la navegaci¨®n va a ser realmente r¨¢pida¡±.
Carlos ?vila tiene 29 a?os, es originario de Honduras. Comenz¨® con el iPhone 3G y desde entonces se ha mantenido fiel a la firma. ¡°Merece la pena venir, comentar, vivir el ambiente. Despu¨¦s, claro, quiero conseguir el Plus, dorado, con 64 gigas de memoria¡±, explica. Llama la atenci¨®n una veterana, Mercedes Castro, peruana de 59 a?os. Hace cola junto a su marido. ¡°Son para nuestros hijos, que estudian, nosotros siempre heredamos el modelo anterior. Todav¨ªa no hemos decidido cu¨¢les nos llevaremos¡±, cuenta llena de paciencia.
Ante un problema se busca una soluci¨®n en forma de aplicaci¨®n. Ese es el caso de Selam Mulugeta, emprendedora de 22 a?os. Ha aprovechado este d¨ªa para lanzar su startup, Mind the queu: ¡°Es como Uber pero para hacer cola. Lo instalas en el m¨®vil y cuando quieras ir al ba?o o comer algo, venimos y te guardamos el turno¡±. El precio, por ser el primer d¨ªa, es gratis.
A primera hora del viernes toda la manzana, rodeando Macy¡¯s y H&M, estaba copada por fan¨¢ticos de Apple. Partidas de dados y cartas amenizaban la espera mientras los empleados, ataviados con una acreditaci¨®n con su nombre la cuello, vaqueros y camiseta azul, iban tomando nota de los pedidos para agilizar la compra. A las 11 todav¨ªa quedaban unidades de todos los modelos, pero no garantizaban llegar al final del d¨ªa y tampoco sab¨ªan en ninguno de los centros consultados cu¨¢ndo se repondr¨ªan.
La fiebre del iPhone con pantalla grande se desat¨® pr¨¢cticamente desde su presentaci¨®n en Cupertino.?La demanda super¨® los cuatro millones de unidades, el doble que con el iPhone 5. Pocas horas despu¨¦s de abrir los pedidos en su p¨¢gina web dejaron de aceptar m¨¢s reservas y la demora estimada ser¨ªa de tres a cuatro semanas. No ha sido as¨ª en el caso de Jarrod Ballou, director creativo, que ha visto c¨®mo le sorprend¨ªa un mensajero en casa con su iPhone 6 en color gris de 128 gigas.?
La expectaci¨®n levantada por el nuevo tel¨¦fono de Apple es tal que Steve Wozniak, cofundador de Apple, y ¨²ltimamente algo desencantado por la ausencia de novedades, ha declarado que el iPhone 6 le ha hecho volver y dejar de lado Android.
No todo es alegr¨ªa e ilusi¨®n en el universo de la manzana. Un grupo de manifestantes con meg¨¢fonos se ha apostado en el cruce, tan cerca como les dejan los guardias de seguridad para protestar por las condiciones laborales de algunos de los empleados de servicios. ¡°Antiguamente, los de la cafeter¨ªa, cocineros, meseros, o los que limpian eran empleados de Apple. Ten¨ªan beneficios y buen trato. Ahora se ha externalizado y apenas les da para vivir. Se est¨¢n creando dos Silicon Valley, el de los ricos y el de los pobres de clase baja. Queremos educar al consumidor, que sepan c¨®mo son¡±, insiste Alfredo Fletes, angelino de origen mexicano que lidera la protesta.
El ¨²ltimo tel¨¦fono de Apple no llegar¨¢ a Espa?a hasta el pr¨®ximo viernes, d¨ªa 26 de septiembre. El resto de lugares en los que ya se vende son Francia, Alemania, Reino Unido, Canad¨¢, Jap¨®n, Australia, Hong Kong y Puerto Rico.?
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