Thinking Phones compra la ¡®app¡¯ espa?ola que identifica los contactos
Contactive, la 'startup' del espa?ol I?aki Berenguer permite saber qui¨¦n llama aunque no se tenga el n¨²mero en la agenda
ThinkingPhones acaba de comprar una empresa de comunicaci¨®n contextual. As¨ª es como se define Klink, fundada por I?aki Berenguer (Muro, 1976). La compradora, con sede en Cambridge (Massachusetts) est¨¢ especializada en telefon¨ªa y m¨¢rketing. Nacida en 2006, ultima su salida a bolsa. De ah¨ª que no se haga p¨²blica la cifra pagada.
Klink, cuyo producto m¨¢s conocido es Contactive, se fund¨® en 2013. Cuenta con 18 trabajadores; cinco de ellos, incluido su fundador y consejero delegado, son espa?oles. Todos pasar¨¢n de su oficina de Nueva York a la central del nuevo due?o cerca de Boston. Cuenta con dos productos, el propio Klink, pensado para empresas, y Contactive, una aplicaci¨®n para uso particular en m¨®viles. En ambos casos usa una t¨¦cnica similar. Muestra qui¨¦n llama, aunque no se tenga guardado el n¨²mero.
Su valor reside en el tiempo que permite ahorrar, por ejemplo a vendedores a la hora de tener ante s¨ª el perfil del cliente que llama sin tener que buscar. Para los usuarios particulares es tambi¨¦n es pr¨¢ctico muestra qui¨¦n est¨¢ llamando aunque no sea un n¨²mero almacenado en la agenda. En el caso de la empresa, usa los listados internos con los n¨²meros, direcciones y datos de los clientes y contactos. En el de los particulares, toma la informaci¨®n de directorios telef¨®nicos p¨²blicos, p¨¢ginas en Google+, Yelp, P¨¢ginas Amarillas, Twitter, LinkedIn y Facebook. De modo que aparece en pantalla del m¨®vil el nombre del remitente aunque no se le conozca previamente. Contactive supera los 1,3 millones de usuarios activos. ¡°Se venden las dos, Klink, que es la matriz, y Contactive, uno de los productos, porque lo que le interesa realmente a Thinking Phones es el poder de la plataforma que hemos creado¡±, aclara.
Berenguer, que estudi¨® Ingenier¨ªa de Telecomunicaciones en Valencia, despu¨¦s un M¨¢ster y Doctorado en Cambridge (Reino Unido) y m¨¢s tarde un MBA en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachussets (MIT) tiene experiencia en vender una empresa creada desde cero. En 2008 cre¨® Pixable, una aplicaci¨®n para m¨®viles Windows que lleg¨® a los 10 millones de usuarios. Singapur Networks, una de las telecos con mayor n¨²mero de clientes en todo el mundo. El precio fue de 30 millones de d¨®lares. Deja caer que esta vez la cifra es superior, pero insiste en que por contrato no lo puede desvelar.
El ingeniero piensa seguir atado a la tecnolog¨ªa. Fantasea con la posibilidad de crear una tercera empresa: ¡°Estar¨¦ muy cerca del consejero delegado, al menos los pr¨®ximos doce meses, en calidad de vicepresidente de producto. Si aprendo lo suficiente, mi pr¨®xima empresa tambi¨¦n cotizar¨¢. Ya he vendido dos¡±. Sin embargo, no tiene intenci¨®n de abandonar la Costa Este. ¡°Cuando termin¨¦ el m¨¢ster dudaba sobre ir a Silicon Valley o quedarme. Me di cuenta de que Nueva York, despu¨¦s de San Francisco, es el segundo mejor sitio. Supera a Londres, Boston o Berl¨ªn y me permite volver a Espa?a con frecuencia. Silicon queda demasiado lejos¡±, lamenta.
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