El juego de cartas de gatitos que ha recaudado seis millones de d¨®lares
'Exploding kittens', que es el proyecto que m¨¢s gente ha apoyado en Kickstarter hasta el momento, se convierte en un fen¨®meno social Sus creadores buscaban 10.000 d¨®lares y en 24 horas superaron el mill¨®n
Quer¨ªan 10.000 d¨®lares (unos 9.000 euros), una cantidad razonable para lanzar al mercado un juego de mesa. El 9 de febrero abrieron una campa?a de financiaci¨®n colectiva en Kickstarter. En 24 horas superaron un mill¨®n. Tres semanas despu¨¦s rozan los seis millones (5,3 millones de euros) y han roto el r¨¦cord de apoyos en la plataforma. Todo para una baraja de cartas, un sencillo juego de mesa, con ilustraciones de gatos explotando.
El reloj Pebble super¨® los 10 millones. La consola OUYA, m¨¢s de ocho, pero nadie llega a los 150.000 inversores cuya aportaci¨®n va desde 20 d¨®lares, cuyos inversores recibir¨¢n una baraja como recompensa, a 500, que incluye una carta hecha a mano. El lugar donde nacieron las gafas de realidad aumentada Oculus Rift, comprada por Facebook, demuestra que el cauce habitual de creaci¨®n de un producto no siempre conoce los gustos del p¨²blico.
Shane Small (Durbon, 1971) es, en parte, culpable del ¨¦xito. De su mente salieron los gatitos explotando de Exploding Kittens, su nombre oficial. ?l mismo se sorprende al pensar la cifra alcanzada: ¡°Cuando lleg¨® a 600.000 no nos los cre¨ªamos. Ahora casi hemos multiplicado por 10 esa cantidad¡±.
Como el juego ¨ªbamos a hacerlo igualmente para nosotros, pensamos que quiz¨¢ alguien m¨¢s querr¨ªa tenerlo¡¡±
Gran parte del ¨¦xito proviene de The Oatmeal, un medio de humor gr¨¢fico popular entre la comunidad geek, entusiastas de la tecnolog¨ªa y cultura pop, creada por el dibujante Matthew Inman. Las redes sociales han sido tambi¨¦n culpables de este fen¨®meno: tiene m¨¢s de 100.000 seguidores tanto en Facebook como en Twitter.
Small, que trabaj¨® en Microsoft hasta 2013 desarrollando contenidos, reconoce que la idea surgi¨® a partir de un momento de aburrimiento: ¡°Estaba trabajando con un compa?ero, cerraron nuestra divisi¨®n y pensamos que la misma mec¨¢nica podr¨ªa emplearse en un juego de cartas¡±. El objetivo no tiene demasiado misterio. Intentar evitar la explosi¨®n de un gato curioso que quiere acabar con su vida de las maneras m¨¢s inveros¨ªmiles. Desde el gato pirot¨¦cnico al de la cola de fuego. Los jugadores van tomando cartas de la baraja, las hay ofensivas y otras con poderes especiales o curativas.
Entre las intenciones de Small, que hoy es un dise?ador independiente especializado en nuevas narrativas, est¨¢ crear una aplicaci¨®n para m¨®viles. ¡°No es la ¨²nica opci¨®n¡±, explica, ¡°tambi¨¦n estamos hablando con compa?¨ªas de juguetes para hacer figuras. Incluso nos planteamos una serie de televisi¨®n¡±. Esta nueva l¨ªnea recuerda a otro fen¨®meno cercano, los Angry Birds. Insiste en que hacer dinero con este tipo de objetos y v¨ªas de negocio no es la prioridad: ¡°Aunque parezca que todo es una broma, tenemos una hoja de ruta trazada. Lo primero es sacar al mercado el juego, que es nuestro compromiso con los inversores¡±.
La elecci¨®n de Kickstarter no es casual: ¡°Vimos que era el lugar donde m¨¢s proyectos salen adelante. Como el juego ¨ªbamos a hacerlo igualmente para nosotros, pensamos que quiz¨¢ alguien m¨¢s querr¨ªa tenerlo¡¡±
En el horizonte solo se atisba una nube, la del plagio. ¡°Asumimos que va a pasar, que alguien nos va a copiar, pero es temprano para tomar medidas. La prioridad es hacer realidad este juego¡±.
Entre los pa¨ªses con m¨¢s inter¨¦s se encuentran EE UU, Sud¨¢frica, as¨ª como Reino Unido y Australia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.