Un v¨ªnculo para ganarse a los vecinos
'Social Street', integrada en Facebook, refuerza los lazos de convivencia entre 20.000 residentes de 365 calles de todo el mundo
El 6 de noviembre de 2013 Federico Bastiani festej¨® su cumplea?os en el bar de la esquina de su casa con 50 desconocidos. Dos meses antes, este italiano graduado en Econom¨ªa que vive en Bolonia hab¨ªa creado un grupo cerrado de Facebook a trav¨¦s del cual convocaba a sus vecinos: quer¨ªa conocerlos, conversar con ellos, descubrir qu¨¦ ten¨ªan en com¨²n, c¨®mo se pod¨ªan ayudar si fuera necesario. ¡°Viv¨ªa desde hac¨ªa tres a?os en una calle hist¨®rica de Bolonia, via Fondazza, donde residi¨® el pintor Giorgio Morandi, y no conoc¨ªa a nadie¡±, cuenta Federico, 37 a?os, casado con una sudafricana y padre de Matteo, de tres. ¡°Crec¨ª en un pueblo peque?o de la provincia de Lucca y en mi manzana conoc¨ªa a todo el mundo. Si faltaba la sal no era un problema bajar las escaleras y tocarle el timbre al vecino. Hace 10 a?os, me mud¨¦ a Bolonia y me di cuenta de que el mecanismo de relaciones humanas era diferente. Hab¨ªa mucha desconfianza, a veces hasta indiferencia¡±.
La primera semana de septiembre de 2013 Federico cre¨® el grupo cerrado Residentes de via Fondazza, estamp¨® carteles y los peg¨® en su manzana. En dos semanas los inscritos eran ya 93. Naci¨® as¨ª lo que Bastiani bautiz¨® como Social Street (calle social), un modo simple y econ¨®mico de reconstruir el sentido de comunidad en la ciudad, socializando con los propios vecinos. Aperitivos, intercambio de consejos y favores, salidas deportivas, encuentros culturales en la biblioteca, conciertos en la iglesia de la esquina y veladas con los vecinos m¨¢s antiguos de la calle para que cuenten c¨®mo era el barrio hace a?os. ¡°El objetivo de la Social Street es instaurar relaciones de vecindad, recrear un sentido de comunidad en una calle, trabajar sobre los v¨ªnculos, crear confianza entre las personas, sentirse parte del lugar donde se vive¡±, enumera Bastiani. ¡°La fuerza de la Social Street est¨¢ justamente en la informalidad de este movimiento donde no circula dinero y donde los mecanismos de funcionamiento se basan en la econom¨ªa del donar. La potencia est¨¢ en volver a saludarse, a hablarse, a mirarse a los ojos. As¨ª es como se crea el capital social¡±.
El movimiento arranc¨® en Bolonia, donde el grupo sum¨® en 15 d¨ªas a 93 personas
La Social Street de via Fondazza se multiplic¨® en toda Italia y es un modelo que ha germinado, por ahora, tambi¨¦n en Francia, Portugal, Nueva Zelanda, Croacia y Brasil. ¡°Para pasar del virtual de Facebook al real de la calle bast¨® poco, apenas bajar las escaleras¡±, dice Bastiani. ¡°Tuve la simple idea de usar una red social para reconstruir un sentido de comunidad, y se convirti¨® en viral¡±. Hoy hay unas 365 Social Street en todo el mundo que involucran a unas 20.000 personas que apuestan por la sociabilidad con sus vecinos sin nada a cambio. ¡°Lo que me conmueve es el entusiasmo de las personas en el intento por mejorar el ambiente donde viven partiendo de peque?os proyectos que tienen como fin ¨²ltimo reconstruir el capital social de una ciudad¡±, sostiene.
Mientras los soci¨®logos debat¨ªan sobre si est¨¢bamos ante un nuevo movimiento social o era solo un fen¨®meno emergente y pasajero, Bastiani elabor¨® un manifiesto al que ya se han adherido voces prestigiosas como el soci¨®logo Anthony Giddens, el antrop¨®logo Marc Aug¨¦ y Rob Hopkins, el fundador de la Transition Town, entre otros intelectuales. ¡°No s¨¦ qu¨¦ futuro tendr¨¢ Social Street. Hay quienes piensan que todo terminar¨¢. Pero aun en este caso muchas personas podr¨¢n decir que han conocido a sus vecinos, que han vivido una bella aventura y que les han quedado lindos recuerdos. O bien Social Street podr¨¢ continuar y tener vida propia, aunque sea solo a nivel virtual¡±.
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